Los niños de estatura inferior a 1,50 metros o hasta los 12 años (lo que primero se alcance) están obligados a viajar en el coche con sistemas de retención adaptados a su peso y altura. Es por esto que los padres a lo largo de la vida de nuestros hijos deberemos ir comprando distintas sillitas para que los más pequeños de la casa puedan viajar de acuerdo con la ley y sobre todo, en aras de su seguridad en el viaje.
La sillita de la que os voy a hablar hoy es un dispositivo enclavado en el grupo 0+, que la hace adecuada para bebés desde recién nacidos hasta los 13 kilos de peso. Si estáis interesados en conocer más cosas sobre los distintos grupos existentes, os invito a que visitéis mi opinión sobre la Jané Racing puesto que ahí detallo más profusamente las características de cada grupo. Como la información es la misma, es un poco absurdo copiarla dos veces.
PARA ENTENDERLO, UN POCO DE NORMATIVA
Para que os hagáis a la idea, en el año 2001 no existía ninguna norma que regulara el modo en que debían viajar los niños en el coche. La única mención, vaga y sin trasliteración clara en ninguna normativa específica era la que se hacía en el Código de Circulación, que dice que no pueden viajar los «niños menores de doce años en el asiento delantero del vehículo salvo que utilicen asientos de seguridad u otro dispositivo concebido especialmente para ello y debidamente homologados al efecto». En los asientos traseros, se dice que se deben usar dispositivos homologados para los niños entre 3 y 12 años, o en su defecto, los cinturones de seguridad para los adultos.
Siguiendo estas indicaciones, se siguieron dos normas internacionales (el Reglamento 44 de 1981 de las Naciones Unidas y la ECE R44/03, vigente desde septiembre de 1995). El reglamento obliga a los países firmantes a poner medios para extender el uso de sistemas de retención, así como se establecen los grupos de los que os he hablado (0,0+,1, 2 y 3). La ECE R44/03 por otro lado, se centraba más en las condiciones para la homologación de los dispositivos.
La actual norma en vigor es la ECE R44/04, que entró en vigor el 23 de junio de 2005. Se endurecieron las condiciones necesarias para la homologación y también desde entonces es obligatorio utilizar un sistema de retención infantil para todos los niños de menos de 1,50 de altura. Los fabricantes tienen un periodo de 4 años para adaptarse
MAXI COSI, UNA MARCA PIONERA
Sin duda, a pocos niños que tengáis cerca, habréis oído mucho la palabra Maxi-Cosi. En realidad, existe mucha confusión al respecto. Maxi-Cosi no deja de ser una marca, exactamente igual que lo es Bugaboo, Jané, o Casualplay. Lo que pasa que esta marca italiana fue la pionera en la creación de estos sistemas de retención infantil del grupo cero; hasta que ellos crearon su Maxi-Cosi cabrio, los bebés viajaban en el coche en sus capazos tan ricamente. Es por esto que pasa un poco como en los yogures. El genérico es yogur, pero mucha gente los llama Danone por ser la marca más representativa del sector. Pasa lo mismo con los Kleenex, la Mepamsa o incluso los Potitos, que es una marca registrada de Nutribén.
Así que mucha gente llama «maxicosi» a cosas que no lo son por su marca, pero que cumplen idéntica función: se pueden intercambiar entre el cochecito de paseo y el automóvil porque están homologados para su uso también en viaje. Actualmente muchas son las marcas que han creado sus propios «grupos cero» y pocos son los que los llaman así. Lo más habitual es llamarlos «huevito» (por su forma recogida) o bien «maxicosi».
Es por esto que, como comprenderéis, esta marca italiana les lleva la delantera a casi todos en la fabricación de este tipo de dispositivos de retención. Más que nada, porque son los que más tiempo llevan haciéndolos. Pero no es su único campo de desarrollo. Esta marca así mismo está asociada a la inglesa Quinny, que fabrica cochecitos, y también tiene en su cartera de productos sillas para otros grupos, como la Tobi o la Rodi.
SU USO
Como he dicho, es el dispositivo adecuado para niños desde recién nacidos hasta que pesan 13 kilos. O bueno, que no lleguen a ese peso, pero ya veas que se salen. Entonces es el momento de cambiar de silla.
En principio debería ser una sillita de coche únicamente. Sin embargo, es muy frecuente utilizarla también los primeros meses acoplada al carrito del bebé, sobre todo para niños nacidos en primavera y verano porque muchos padres encuentran que van más fresquitos que dentro del capazo, mucho más profundo. Yo soy una firme detractora de esta costumbre, pero allá cada uno. A mi modo de ver, los grupos cero sólo deberían utilizarse en el coche y con mucho cuidado. La razón es que las espaldas de los niños de cero hasta cuatro meses son muy blanditas, están sin formar, por lo que lo más aconsejable es que estén en una postura lo más recta posible. Estos dispositivos son muy adecuados para el coche, puesto que el tiempo que se está en ellos es mucho más limitado (siempre se recomienda hacer frecuentes paradas cuando se hacen viajes largos con recién nacidos) y pienso que es más seguro que llevarlos en el capazo, algo que está permitido siempre que esté homologado. Algunos, como el mío sin ir más lejos, no lo estaban.
Así que os desaconsejo totalmente que lo utilicéis para pasear con el niño si sois tan pendones como yo, que me iba de mi casa al punto de la mañana y volvía a las mil. La espalda de mi hija hubiese sufrido mucho si hubiese llevado puesta «la maxicosi» en el carrito en vez del capazo. Si no permanecéis tantas horas fuera de casa, pues bueno. Pero por favor, no tengáis a las criaturas todo el día ahí dentro, que lo pasan fatal. En fin, que cada uno haga lo que quiera. Ésta sólo es mi modesta opinión.
La Maxi-Cosi Cabrio es compatible por supuesto con los carritos Quinny. Es más, es para el que está pensada. Sin embargo, otras marcas como Bugaboo o Peg-Perego venden unos anclajes específicos que permiten también utilizarla en sus carritos de paseo.
Como es un sistema de retención del grupo cero, es obligatorio colocarla en sentido contrario a la marcha si la ponéis en el coche. Está permitido que vaya en los asientos delanteros, pero para ello es condición sine qua non que estén desactivados los airbags.
El montaje puede hacerse de tres formas distintas:
1- Con los cinturones de seguridad, sin base
2- Con una base Easy Fix que se compra aparte y que requiere que el coche tenga el sistema isofix.
3- Con una base EasyBase, también comprada aparte y que permite la sujeción bien con el sistema isofix del coche o con los cinturones. Es el sistema más seguro y el más recomendado.
¿Y qué es el Isofix? Son una especie de ganchos a los que se anclan las bases de las sillas y que le otorgan una estabilidad y seguridad extra que no se consiguen con los cinturones de seguridad. Los encontraréis entre el respaldo y el asiento de los ídem traseros. No todos los coches lo tienen aunque creo que es obligatorio en los coches de nueva fabricación de un tiempo a esta parte (ya perdonaréis mi poca precisión, pero desconozco el dato). De todas formas, en este link de la marca podéis comprobar si vuestro vehículo lo incorpora.
Como mi coche tiene muchos años, lamentablemente no teníamos este sistema, así que tuvimos (y tenemos) que recurrir a la clásica sujeción con los cinturones de seguridad. El montaje de la silla es sencillo. En el manual de instrucciones te indican que eches para atrás todo lo que puedas el asiento donde vayas a colocar la silla (en mi caso, el delantero, porque habitualmente viajo sola y así controlaba mejor a la peduga) para que los cinturones lleguen. La parte que se ciñe al pecho se pasa por la parte trasera, se mete por unos enganches que tiene la silla para que no se suelte ni baile y se cierra el cinturón como se hace normalmente. La parte que queda en la cintura normalmente, se pasa por delante y también tiene unas sujeciones. Como digo, es un montaje muy fácil y rápido y haciéndolo así queda bastante fija y con pocas posibilidades de vuelco, que es de lo que se trata. Mejor con la base, pero como no puede ser, pues así también se puede.
SUS CARACTERÍSTICAS
La silla, por supuesto, ha pasado y con nota todos los test de impacto, incluídos los laterales. Tiene una forma ligeramente redondeada, por lo que el bebé no queda en posición completamente horizontal sino que está un poco doblado hacia adelante. Esta postura sin embargo, si para el paseo no es muy recomendable, sí lo es para el viaje porque en caso de accidente resulta más segura. Es la común a todas las sillas de este grupo.
Podría decirse que el bebé va «casi» tumbado. Es por esto que aunque el peso máximo que aguanta es de 13 kilos, en la práctica casi ningún bebé apura la silla hasta el final. En cuanto se hacen un poco más mayorcitos tienen muchas ganas de ver el mundo y te dicen que tumbada vayas tú. Así que por esta razón tuve que cambiarla a una silla del grupo 0/1 antes de lo previsto. Por esto, os recomiendo que ya puestos, os compréis directamente una así, que os sirve desde que nacen igual y os va a durar más tiempo. En el caso de mi hija, a los 7 meses y 7-8 kilos de peso, silla nueva. Fue cambiarla y se acabó el protestar sin medida en el coche. ¡¡¡Que sus letanías me iban a volver loca!!!
La silla es, con diferencia, mucho más ligera que las de grupos posteriores. Casi no pesa nada, apenas 3,25 kilos, que os aseguro que son pocos. ¡Teníais que intentar coger con una mano la otra silla que tengo! Tiene un asa, que está básicamente pensada para hacer el cambio del carrito al coche y viceversa. Yo, como no lo hacía, apenas la utilizaba. Para levantarla sólo hay que oprimir en unos botones laterales y tirar. Es fácil. Cuando llevéis la silla en el coche hay que bajar el asa.
Tiene una especie de parasol, una telita negra que se extrae de la cabecera de la silla y que se sujeta al asa. Así que sólo os servirá en el caso de que la montéis en el carrito. A mí, para nada absolutamente, y me hubiese venido bien que se pudiera utilizar también en el automóvil porque Aldara es como yo, que en cuanto le da el sol en los ojos le molesta mucho.
En la parte trasera tenéis un pequeño arcón en el que van las instrucciones. Es de fácil acceso.
En cuanto a la silla en sí, la mía es como la de la foto. Viene con reductor para la cabeza para cuando son más pequeños y un protector que cubre el cierre por su parte de abajo para evitar que le cojas un pellizco al cerrar los arneses. Éstos tienen unas almohadillas móviles para que no les rocen los hombros. Los arneses se ajustan tirando de un botón que hay en la zona que queda entre las piernas del bebé. Sinceramente, su ajuste es un pelín complicado y las instrucciones no te ayudan mucho a comprender cómo diablos hay que hacerlo. Al final, lo haces, pero la primera vez me volví majareta. Las almohadillas permanecieron, pero el protector, como está suelto en el cierre, se fue al garete enseguida. Una lástima. Después de ponerlo cuatro veces, ya opté por quitárselo directamente.
Tenéis un montón de tapicerías disponibles. Cada año sacan una nueva colección con colores variados. A mí, sinceramente, esas cosas me dan un poco igual, y me cogí una en rojo (la de la foto) básicamente porque les quedaba la de la exposición y me costó 50 euros menos. Es decir, un tercio menos de lo que costaba. La tapicería ni me gusta ni me disgusta por su color; lo que menos me motiva es que han salido una cantidad de pelotillas increíbles en el tejido. Y eso que viajes largos sólo hicimos uno, el resto, muy a menudo, pero en trayectos que no superaban los 10 minutos. Así que no me parece de una calidad óptima.
ACCESORIOS QUE PODÉIS COMPRAR
La misma marca comercializa plásticos de lluvia específicos (creo, de todas maneras, que uno universal puede serviros, aunque no lo juraría porque no lo he usado, ni este ni ninguno, odio a los niños «burbuja», esos que van con el plástico puesto todo el día como si fuera aquello un invernadero. Yo sólo lo uso cuando llueve y como aquí llueve cuatro veces contadas, ni siquiera sé colocar bien el de mi cochecito). También tenéis sacos para la silla adaptables, aunque un baby-nomade os hace el mismo papel. Y también tenéis una funda de verano. Existen fundas para la Maxicosi, pero también aquí tengo mis manías y no utilizo ninguna en ningún sitio.
PRECIO
150 euros el año pasado, sin base. Con la base no tengo ni idea de lo que cuesta, pero bastante más seguro.
MI RECOMENDACIÓN
Los expertos recomiendan no mezclar grupos y comprar una silla para cada edad. Estoy segura de que es más seguro, pero también que la mayoría de padres no quieren tener sus trasteros llenos de sillitas para el automóvil. Así que, si bien considero que es una buena silla, a no ser que la uséis en el carrito también (que como he dicho, a mí no me gusta), me parece más práctico hacerse con una única silla para el automóvil de los grupos 0/1. Es preferible mezclar estos dos grupos que el 1 y 2, porque las características físicas de los niños son más similares, y por tanto, sus necesidades.
Si de todos modos queréis comprarla, es una buena adquisición sin ninguna duda. Lo único, lo de la tapicería, que es bastante antiestético, pero en fin, si lo que valoramos son cosas más importantes como la seguridad, no podría menos que recomendarla porque efectivamente cumple.
2 respuestas a «Maxi Cosi Cabrio, grupo 0»
[…] (vulgarmente llamado “Maxicosi“o “huevito”): Son sillitas que nacieron como sistemas de retención infantil para […]
[…] una amplia penetración en nuestro país. Hace un tiempo compraron la marca archiconocida MaxiCosi (que fueron los primeros en realizar un portabebés, de hecho se ha convertido en sí en el genérico) así que productos que se comercializaban con […]