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Niños burbuja

Hace un par de días casi me pongo mala. Agosto. Zaragoza. Un calor no sofocante (gracias a dios estamos teniendo un verano bastante benigno, aunque hoy concretamente no lo parezca) pero vamos, considerable, y a la salida del centro comercial donde vamos por las mañanas a veces me encuentro a unos abuelos con un niño en su carrito con la burbuja puesta. Soplaba una leve brisa, pero nada más.

Lo reconozco. Estas escenas me pueden. ¡¡¡Me pongo del hígado!!! ¡¡¡Pobres bebés!!! Como nos decía nuestra monitora de preparación al parto con mucha gracia, esos niños no saltan al carro de al lado porque no pueden. Y yo estoy plenamente de acuerdo con ella.

A ver: PLÁSTICO PARA LA LLUVIA. ¿Llueve? ¿Pues para qué leches se lo pones? Es que no lo puedo entender. Vale, lo reconozco, soy un poco talibán con el tema. Pero es que el temita de los enfriamientos es algo que me toca mucho la moral.

niño con plastico para la lluvia
Foto: plástico para la lluvia vía Shutterstock

A los niños hay que pasearlos. Y no por hacer kilómetros, sino porque necesitan respirar aire puro, fresco, no viciado. Y ya me contaréis qué aire puro respiran cuando van embutidos en la burbuja ésta en la que se crea una especie de microclima. Yo no digo que no haya que ponerla nunca, pero me parece que se abusa de ella en demasía. ¿Que llueve? Pues se pone ¿Que hace un dia con un viento realmente extremo o con un frío de estos que te corta la respiración? Aceptamos barco. Yo en el segundo caso, tendría que hacer mucho, mucho, mucho viento para que se la pusiera, pero puedo entender que «alguien» se la ponga. Pero vamos a ver, en mi ciudad, lo raro es que NO HAGA viento. En invierno, hará más o hará menos, pero aquí sopla un cierzo del carajo. Y es algo con lo que hay que vivir porque es así. Se coge, se abriga al niño, se le pone una bufanda, un gorro Y A CORRER. Es mucho más sano que le dé el frío (siempre y cuando esté abrigado, aunque no en demasía) que no que esté respirando el aire viciado de la dichosa burbuja. Si es que ves a criaturas que no se pueden mover porque parecen el muñeco de michelín, con su saco y la burbuja. Se tienen que recocer, criaturas. Y así es cuando sí que se constipan ¡no se van a constipar!

Lo que más malo me sabe es que encima me tengo que oir que llevo a las niñas muy destapadas. Y todo porque tienen las manos frías. A ver… que los niños tienen por defecto las manos más frías, que donde se mide la temperatura para saber si están bien abrigados o no es en el cuello, en el cogote. Si le tocas ahí y está sudando como un pollo, tiene calor, por más que lleve las manos como un témpano. Tenía una vecina que me tenía frita con el tema, hasta que un día la mandé a paseo y dejó de darme la chapa. Pero qué cansina es la gente… Otra cada vez que me veía me tapaba sistemáticamente a la niña (mi hija, que es una calurosa de padre y muy señor mío) hasta que le dije que la dejara en paz, que en lo que llevábamos de invierno no se había resfriado ni una sola vez y que ya sabía yo cómo la tenía o no tenía que llevar. Si es que al final te hacen ponerte borde y todo.

Me he vuelto majareta buscando algún artículo sobre una teoría que nos dio la de preparación al parto (mi Anita preciosa) que me pareció además que tenía bastante sentido. Además de porque los niños aunque parezca lo contrario se acatarran más si la llevan que si no, no es conveniente abusar de ella porque el plástico hace que los críos puedan tener problemas de visión. Me sorprendí cuando lo dijo, pero la explicación me pareció bastante coherente. No es bueno que los niños se acostumbren a ver a través de un plástico, que está haciendo de lente en una etapa en la que susojos se están terminando de formar. Lo ven todo distorsionado. Pensad en como se tiene que ver con un plástico delante del ojo todo el día: mal. Coged un neceser de estos plastiqueros transparente y colocaroslo delante de la vista durante un buen rato. Si al terminar no os duele la cabeza, ni bien ni mal. A mí eso me parece una tortura china. Para un rato de higos a brevas, pase, pero todos los santos días a todas horas… por sentido común eso no puede ser bueno. De todas maneras si alguien encuentra algún artículo sobre el tema, lo agradecería.

Pues eso, apliquemos el sentido común. Si hace un calor de la leche, por dios, llevemos a los niños en consonancia, y lo mismo si hace frío. Se abrigan y ya está. Me estoy imaginando a los abuelos de la burbuja del otro día viviendo en Alemania, por ejemplo, y yo creo que les da un mal, directamente. Esos niños no salen de casa hasta que vayan a la universidad por lo menos.

Menos mal que soy talibana, pero hacia adentro, y yo jamás le diría a nadie que no me preguntase si su hijo va muy tapado o poco. ¡Lo prometo!

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

2 respuestas a «Niños burbuja»

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