Algunas veces me habéis preguntado que cuales son mis carritos favoritos… la respuesta es un poco complicada porque sigo pensando que no hay ningún carrito perfecto. Pero obviamente los hay que me gustan más y los que me gustan menos. Así que lo que viene a continuación es únicamente mi gusto personal, no tiene nada que ver con que sean «los mejores carros». Sencillamente son los que a mí me gustan más.
Mi preferido de cuatro ruedas
Sin duda, mi carrito favorito de cuatro ruedas y de primera edad es el Bugaboo. En esto no tengo ninguna duda. Fue el que me compré hace cuatro años y sigue operativo, funcionando fenomenal y estoy encantada de la vida. Mi madre, de hecho, no quiere otro. Lo mismo da que las niñas sean grandes o pequeñas, es el que más le gusta.
Y no es por estética… de hecho a mí no es, ni de lejos el que más me gusta. Además, ahora que los hay como setas ha perdido su punto de exclusividad, cosa que antes tenía, pero ahora ya no. A mí eso me da igual. Exactamente lo mismo. Para mí un carrito ante todo lo que tiene que ser es práctico y facilitarnos la vida. Cualquier otra consideración en mi caso es completamente secundaria. Que sea más bonito o más feo al final acaba siendo lo de menos. Yo me lo compré pareciéndome horroroso y ahora, no es que me parezca el más precioso del mercado, pero sin duda para mí es el más completo. Destacaría la facilidad de su conducción, lo cómodo que resulta para los niños y para los papás. Te da igual en el centro comercial, que en el parque, que en un terreno pedregoso. En todos los sitios va de cine. Y eso es para mí lo que vale.
¿Caro? por supuesto, pero yo diría que el carrito es donde menos duele el gasto, junto con las sillas de seguridad. Salvo que porteéis, que en ese caso se convierte en algo más secundario, pero desde luego si pensáis llevar a vuestros niños en carro, no os haga duelo gastaros dinero. Al final, si te compras un carrito que no satisface tus necesidades te acabas comprando otro, con lo que el gasto es doble y el ahorro, mínimo. Siempre dentro de nuestras posibilidades, claro, pero en serio, es preferible recortar de otros lados.
Para mí la principal pega es la cesta, que es bastante patatera. Si lo plegáis y desplegáis mucho, también estaría bien que se plegase con la silla puesta, pero en mi caso me compensa.
Mi preferido de tres ruedas
Si el peso del carrito fuera un hándicap para mí, el coche que me compraría sin dudar es el BabyZen de Recaro. Es un cochecito que acaba de salir al mercado, pero a mí me ha conquistado por completo. Su plegado es alucinante, la pera limonera. Cabe en cualquier sitio, se pliega con la silla puesta y es en ese sentido sencillamente genial. Su estética es también muy chula. A mí me sobra la luz de emergencia, que no me parece algo definitivo, pero bueno, tampoco molesta.
Lo que menos me gusta es la cesta, que es testimonial, pero es algo necesario en un carro con un plegado ultrarreducido. Si no, sería imposible. Otra cosa que no me termina de convencer es que la silla únicamente puede mirar hacia adelante, lo que es un rollo cuando el bebé es chiquitín, pero en líneas generales le veo muchos más puntos positivos que negativos y sobre todo, así como la mayoría de los carritos de tres ruedas tienen el problema del plegado (que suele ser muy poco reducido) en este es precisamente su fuerte. Así que a quienes les guste la estética de un tres ruedas, este está realmente conseguido.
Mi favorito de segunda edad
Me EN-CAN-TA el carrito de Nuna. Para mí un carrito de segunda edad tiene que tener dos cosas básicas: tiene que ser pequeño y manejable y tener un plegado reducido. Cuando los niños son mayores, a mí me gusta llevar un carrito de fijo en el coche. Nosotros tenemos uno siempre en casa de mi madre, que en este caso es el Bugaboo, y yo llevo otro para los desplazamientos cortos, por si acaso… También llevo un fular, dicho sea de paso, para trayectos más cortos, o por si a la niña le apetece. Pero siempre llevo un carrito. Y para que no me abulte mucho en el maletero y poder llevar otras cosas, me resulta cómodo que sea lo más pequeño posible y que pliegue mucho.
En mi caso, no me gustan demasiado los tipo paraguas. Son muy estrechos, en general, pero muy largos, con lo que al final tienes que llevarlo al fondo del maletero y para sacarlo tengo que sacar los 20.000 pingos que llevo. Prefiero que sea más cuadrado porque me resulta más práctico. Por otro lado, la mayoría de los que pliegan en paraguas suelen tener bastones en vez de manillar corrido y eso sí que es un básico para mí.
Así que este de Nuna para mí es ideal porque es pequeño, estrecho, pliega una barbaridad y para manejarte por las tiendas es perfecto. Y encima es muy original, que como he dicho, para mí no es el primer punto ni mucho menos, pero obviamente, entre un carrito que me guste menos, que cueste lo mismo y me solucine la vida igual, pues me decantaré por el que estéticamente me resulte más interesante. Y si encima es un carrito que no vamos a ver cientos por la calle, pues mejor. Me gusta marcar tendencia, no lo negaré.
El que mas me gusta para llevar a dos hermanos
Siempre me han gustado los carritos de Phil and Teds. Su sistema para llevar dos hermanos me vuelve loca porque me parece sencillamente excelente. Cuando tenemos un niño solo, el carrito es un coche normal y corriente, pero más adelante si tenemos otro bebé podemos convertirlo. El pequeño puede ir tumbado en la parte de delante y el mayor detrás. Cuando son más mayores podemos llevarlo como vemos en la foto. Me parece genial porque no abulta, ni de lejos, lo mismo que un gemelar y eso es sin duda un punto. Porque todas las madres que tienen gemelos dicen que lo peor de los carritos para dos niños es que o bien son muy largos, con lo que te las ves y te las deseas para meterlos en un ascensor de los pequeños, o bien son muy anchos, con lo que pasar por las puertas es una odisea. Los de Phil and Teds son igual de grandes que un carrito normal, así que es algo a plantearnos si tenemos sólo un bebé pero queremos darle un hermanito pronto. Si los niños se llevan tres años o más no vamos a tener ese problema, pero si se llevan poquito tiempo es un rollo pensar en cómo llevarlos.
El gemelar que más me gusta
La verdad es que como yo no tengo gemelos, el mundo de los gemelares me queda un poco grande. Por eso no suelo opinar sobre ellos. Pero siempre he pensado que tiene que ser un rollo lo que os he comentado antes, la dificultad de llevar un carrito demasiado grande. O es grande a lo ancho o a lo largo. A lo largo me parece más cómodo para las puertas pero siempre hay uno de los gemelos que no ve bien. Y los otros están muy bien, pero como sean muy anchos tiene que ser un tostón. Por otro lado, está el hecho de que cuando van con los capazos o los grupo cero, la cosa tiene que pesar quintal y medio. Si a eso sumamos que los bebés se van haciendo niños y cada vez pesan más, me da la sensación de que hay que comer mucho para poderse manejar.
Por eso es muy frecuente ver a las mamás de gemelos pasarse a sillas de segunda edad en cuanto pueden. Por eso, ya puestos, me convence más la idea de comprar una silla de segunda edad a la que se pueda acoplar un capazo o grupo cero y evitarnos el carrito pesado del principio. Me gusta esta solución y con la MacLaren Twin podemos hacerlo.
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Como digo, todo esto no deja de ser mi gusto personal. No pretende, ni de lejos, sentar cátedra porque tampoco me parecería inteligente. Creo que cada uno tiene que mirar su presupuesto, sus necesidades y comprar en consonancia.
Espero que os haya resultado al menos interesante.
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