Una de las cosas más molonas de que las niñas crezcan es que por fin podemos jugar a juegos de mesa. A mí me divierte muchísimo jugar en familia y además creo que es muy interesante para ellas. Mencía todavía es pequeña para algunos de ellos (con cuatro años no está preparada para muchos de ellos), pero intentamos incluirla haciendo que vaya con alguno de los adultos o encargándole algunas de las tareas del juego que puede hacer. Y se divierte.
Hace unas semanas me mandaron unos juegos de la juguetería DeMartina y hemos tenido ocasión de probarlos.
Savannah Café
Lo primero que llama la atención de Savannah Café es lo bonitas que son las ilustraciones, o al menos, a mí me gustan mucho. Es un juego realmente sencillo pero muy mono. Han abierto una cafetería en medio de la sabana y los animales compiten por llegar primero a tomar una refrescante bebida.
Cada equipo cuenta con tres miembros: La gacela, que es la más rápida, el hipopótamo, que es muy lento y el león que se encuentra en medio de los dos. Pero como todo en esta vida, no es todo cuestión de velocidad. Con las cartas podemos avanzar más o menos, y podemos hacer retroceder también a los demás. Es cuestión de estrategia porque el número de cartas de cada tipo no es infinito y hay muchas menos cartas que mueven a las gacelas de las que nos gustarían…
A nosotras nos gustó mucho. La primera partida a Aldara le gustó más que las siguientes sobre todo porque ganó. Y ella perder lo lleva realmente mal. Pero creo que si jugamos a juegos de mesa es, entre otras cosas, para enseñarle que en esta vida se gana a veces y otras se pierde. Y mejor perder en cosas tan baladíes como ésta que en cosas más importantes y sobre todo, aprender a perder cuanto antes.
Os gustará si… os gustan los juegos de cartas y estrategia. Su punto fuerte es que es un juego bastante rápido y que no cuesta mucho entender.
Podéis comprarlo aquí.
Picniko
El segundo juego que nos mandaron es, aparentemente mucho más modesto. Se trata de un juego del tamaño de una tostada (y esa es exactamente la forma que tiene): se trata de Picniko y es un juego para aprender inglés.
Es un juego hipermegasencillo pero divertido a morir, y sobre todo, es que lo podéis jugar casi como queráis. Contiene una baraja con nombres de animales en inglés y español, así como su pronunciación en fonética debajo.
Nosotras nos revolcábamos de la risa. Se trataba de echar una carta que tuviese una letra al menos en sus esquinas común con las de la carta central. La primera que la echara tenía que decir el nombre del animal en inglés. Así que había que ser muy rápido. He de confesar que Aldara me ganó ¡y juro que no me dejé!
Divertido, rápido y además practicamos inglés ¿Qué más se le puede pedir? La verdad es que no mucho más. A nosotras nos encantó incluso más que el anterior ¡y mira que es sencillo!
Si os gusta, podéis comprarlo aquí.
0 respuestas a «La hora de los juegos de mesa»
las ilustraciones son preshus! o_o