#Egoblogger El día del Pilar

Viviendo en Zaragoza celebrar más o menos el Día del Pilar es un poco impepinable. Mis hijas hace algunos años dijeron ya que miau, que ellas no se disfrazaban vestían de baturras, que es el traje regional típico aquí. Vestirse es algo normal, nada minoritario, no os creáis. De baturra, digo. Vestirse en general es … bueno, ya sabéis lo que es. El caso es que ya que no se visten, sí que las medio obligo a que ese día se pongan un poco monas. Nada de chandal (si es que tuvieran) ni de ir con cualquier cosa. Manías. Me gusta que vayan un poco especiales.

La verdad es que no somos nada originales porque hacemos la foto todos los santos años en el mismo sitio. Pero es que es una de mis vistas favoritas de Zaragoza y ya sabéis, lo que se repite más de dos veces acaba casi por convertirse en tradición. Y esta es la nuestra. La foto es así, tal cual, no tiene ningún filtro. El cielo estaba espectacular ese día…

Como veis, mis hijas estaban remonísimas ese día. Si no lo digo yo que soy su madre, no sé quién puede decirlo.

Aldara tenía unas ganas locas de estrenar la falda nueva que compramos en Marks and Spencer. Oye, recomendadísimo. La calidad es estupenda (la falda tiene tres capas nada más y nada menos) y me encantó comprar en esta tienda online. Repetiré. Está muy bien de precio, la calidad es buenísima, a partir de 30 euros no cobran gastos de envío… así que no se le puede pedir más.

Ese día Aldara quería ir en plan lady, así que pusimos un top con volantes asimétricos que compré en las rebajas de Zippy. Hacía bastante calor. En invierno lo sustituiremos por un jersey de cuello cisne y a correr. La chaqueta era una básica del año pasado de Zara Niños. Los zapatos no me acuerdo. Tienen la puntera con purpurina y juraría que son de Zippy, aunque lo mismo juro en falso. El bolso os habréis hartado de vérselo pero es que me niego a ir cargando con ochocientos cacharros y ellas saben que si se quieren llevar algo tienen que llevar un bolso.

Ya os he contado muchas veces que cuando le preguntaban a Aldara con 3 años que como era su hermana decía «pequeña, suave y china». Mencía ya no es pequeña, pero suave y china sí. Ese día quise hacerle un homenaje a oriente cuando vi el vestido y aproveché que esta vez se dejó un moño. Odia los moños. No sé porqué porque está guapísima pero… los odia.

Sí, el vestido que lleva Mencía es lo más de lo más. He perdido la cuenta de los que me lo habéis pedido en talla de adulto. Creo que es de Ada Gatti y lo compré en El armario de la tele. Pero ya no venden, que yo sepa, ropa de niños, así que no sé dónde podéis conseguirlo. Es de hace dos años, de todas maneras.

Tiene manga japonesa y un estampado así como de kimono. O a mí a eso me recordaba. Le planté los zapatos que compré en Pisamonas (geniales, son de tela y no le hacen rozaduras, que con lo especial que es la amiga… tendré que volver a untarle los pies de aceite johnsons otra vez) y las horquillas de Red Pepper Hats porque eran lo más parecido a unos palillos que tenía en ese momento. El moño lo hice de cualquier manera y quedó bien.

Mencía también tiene bolso (de Misako, uno de adultos pero tan pequeño que le quedaba bien), pero ella se lo va dejando por todos los sitios…

¡Cómo mola tirar las hojas en el parque! ¡Lo que nos pudimos reír haciendo estas fotos!

Y aquí una de las tres, que yo también salgo… poco pero salgo 😉