Motivos por los que mola cumplir años

Me queda un año de treintañera. Cuando tenía veinte los treinta me parecían el acabose, gente muy MUY mayor. Esos viejos que salían por bares y estaban en la barra intentando ligar con jovencitas. Señoras ¡¡¡señoras!!!. Y ayer cumplí 39. Sólo uno para los 40. Soy una de esas «señoras» pero no me siento como tal, como imagino que no se sentían ellas. En todo caso, yo creo que si mis próximos cumpleaños van a ser tan felices como éste, que me pongan 50 más.

Hoy os doy las 10 razones por las que mi día fue ÉPICO:

1. Porque cumplir años es la excusa perfecta para comer tarta.

La mía la compré en mi obrador de pastelería favorito y como no tenían la que suelo comprar porque este año me olvidé de encargarla me llevé la de almendra que estaba buena de llorar. Eso sí, el pastelero se equivocó y en lugar de poner «cumples 28 pero aparentas 25» (una de nuestras coñas) puso «cumples 18″… y claro no tiene ningún sentido. ¡Lo que me reí!

Estuvo bien probar otro sabor porque a veces siempre compramos lo mismo por inercia ¡y está bien salir de nuestra zona de confort para llevarnos grandes sorpresas

2. Mis compañeras de Mujeres y Madres Magazine me grabaron un vídeo

¡Cómo las quiero! La verdad es que desde que abrimos Mujeres y Madres Magazine en febrero he aprendido a quererlas más aún. En estos meses hemos compartido muchísimas cosas y no puedo estar más a gusto. Es un super placer estar con ellas porque me río, trabajo, compartimos confidencias. En fin, que me siento tan tan tan a gusto que no puedo dejar de deciros que el vídeo (que me guardo para mí) con todas cantándome el cumpleaños feliz desde una punta de España me ha sacado las lágrimas.

Hay que ser agradecida en esta vida ¡y yo agradezco todos los días su compañía!

4. Mi marido me regaló flores.

Mi marido no es la persona con más detalles del planeta, esto es así. Como yo le digo, hijo, es que tienes menos detalles que un Seat Panda. Por eso cuando me llamó un mensajero y lo vi aparecer con un gigantesco ramo de flores me emocioné mucho.

La ventaja de que no tenga muchos detalles es que cuando los tiene emocionan el doble. No me puede haber hecho más feliz

5. Mi madre nos hizo una comida espectacular

Pero rica rica. Me supo a gloria y además vino nos juntamos unos cuantos a comer. ¡Y no hay cosa que me guste más que estar con mi gente!

6. Mi hermana me hizo la alfombra más chula del mundo mundial

Hace días le dije a mi hermana que me encantaba esta alfombra, pero no creí que me la fuese a hacer. ¡Menuda sorpresa cuando la he visto! Me he puesto contentísima porque ME ENCANTA

7. Vi último capítulo de la temporada de The Good Wife.

Es mi serie favorita y terminó en Estados Unidos el domingo por al noche. Ayer saqué un ratito por la mañana para ver el último capítulo como una marquesa y me dejó un regusto estupendo.

8. Me fui cine con mis hijas

Vimos Walking on Sunshine, un musical que recuerda terriblemente a Mamma Mia, con una escena inicial igualita a la de Grease. Que no pasará a la historia del cine como la mejor peli del mundo, cierto, pero nos lo pasamos genial. Además tuvieron la fantabulosa idea de montar la fiesta del cine en mi cumpleaños, así que nos han costado las tres entradas menos de 9 euros. Además, en la sala sólo estábamos las tres y dos personas más, así que como estábamos en la última fila nos pusimos en pie y empezamos a bailar. ¡Fue GENIAL! No es que fuera un singalong pero las canciones eran ochenteras y me las sabía todas. Como estaban subtituladas en español, podía deducir lo que decían en inglés en las partes que no me sabía así que, sí, he ido al cine y he cantado Venus de Bananarama a grito pelado. Ole con ole

9. Han salido a la venta las entradas para la fiesta de Malasmadres

¡Y ya tengo la mía! ¡Si venís, saludadme! (puedes comprar las entradas aquí)

10. Porque me felicitásteis hasta la extenuación.

Vale que muchos ha sido porque era uno de los requisitos para participar en el concurso con Tutete (accede aquí) pero podíais haber optado por un lacónico felicidades y chispún. Pero no. Vuestros mensajes, cariñitos, vuestros achuchones virtuales fueron VITAMINA pura para mí. No os lo he contado pero llevaba unos días con la autoestima un poco baja (lo que me ocurre pocas veces, la verdad) así que cada beso, cada felicitación, cada abrazo, cada vez que me decís que os gusta lo que hago ha sido un chute de energía. GRACIAS. No sabéis lo maravilloso que es saber que hay alguien al otro lado y que disfrutáis con mi trabajo.

Ayer no trabajé nada porque, literalmente, pasé la mañana contestando todas las felicitaciones. Sólo en mi muro personal de Facebook tenía 150 mensajes, más todos los de la página y de todas las redes sociales. En serio. No sabéis lo querida que me siento y lo agradecida que estoy.

Pues eso. Que me encanta cumplir años y cuando es así más aún. El próximo hito ¡los cuarenta! ¡Sólo deseo que sean así de buenos!