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Decoración

De reformas: Todo al blanco

Yo ya sabéis: soy culo veo culo quiero. Hace un par de meses estuve en un evento de Reparalia y tuve ocasión de compartir viaje con mi amiga Mamá Diseñadora que me contó cómo van las reformas de su casa. Ya hacía días que llevaba in mente pintar: teníamos el pasillo con una ñapa que cantaba por bulerías pero que nunca nos venía bien apañar porque nos daba paciencia infinita. Pero así se las ponían a Felipe II, en el evento nos regalaron dos horas de mano de obra para hacer cualquier cosa en casa. Y lo que empezó siendo un «pinto el pasillo y ya» se convirtió en un «pues ya que estamos pintamos también nuestro salón y el dormitorio». Lo tenía claro: quería pintar de blanco.

La cosa es que yo pinté mi casa cuando nos vinimos a vivir aquí hace 11 años. Antes de vivir, antes de poner los muebles, antes de conocer la luz. Y me equivoqué porque la pinté de colores. Mi casa es relativamente oscura. Es exterior pero es un primero y, sin ser la cueva del lobo, nunca tengo una luz maravillosa inundándolo todo como a mí me gustaría. También me pilló en un momento vital fan del colorín que ahora se ha moderado. Total, que si lo tenía más o menos claro, después de leer a las Hermanas Bolena lo tuve claro meridiano. Quería blanco-blanco. Blanco nuclear.

antes de pintar de blanco

Este era mi dormitorio antes de pintarlo (y antes de ponerme a tirar cosas, eso también). La verdad es que el tono de azul me gusta, pero no desde luego para una habitación que no es especialmente grande. Mi dormitorio tiene un tamaño razonable, unos 15 metros cuadrados, pero desde luego no sobra sitio. Y como además da a la terraza recibe muy poca luz.

pintar de blanco después

Esto es después de pintarlo. Como veis, estando la foto hecha más o menos a la misma hora la cantidad de luz que recibe es infinitamente superior. Según mis hijas el dormitorio es un rollo ahora: ellas odian los cambios en general. Yo estoy encantada aunque soy consciente de que tanta blancura no puede quedar así. Aunque lo haya apostado todo al blanco TENGO que poner alguna cosa de color en plan pincelada para no morirnos de aburrimiento. Pero de momento quiero disfrutar de la paz que me da que todo esté inmaculado, antes de hartarme.

Pintar de blanco

Ahí en el suelo veis las espadrilles que sorteo con Humat, por cierto. Si no os habéis apuntado podéis hacerlo aquí.

Para los que preguntabais por los detalles técnicos, utilizamos pintura Brucril Liso Mate, revestimiento blanco para fachadas de Bruguer. La pintura cunde muchísimo. Tenía cuatro botes y era bastante escéptica sobre si iba a llegar para pintarlo todo. Pero me dijo el pintor que cubría muchísimo. Como era un tono muy blanco nuclear hubo que darle tres manos y seguía viéndose ligeramente así que al final fueron cuatro. En cambio, en el resto de la casa y velando por que el pintor no se me muriera le puso una gota de color para que no fuera blanco tan refulgente y sólo hubo que dar dos.

Pintar de blanco Armario

Ahora lo siguiente es cambiar los vinilos que cubren el armario. La cosa es que los dos armarios empotrados tenían espejos y yo no lo soporto. No me gusta nada dormir enfrente de uno, algo que tiene una explicación según el feng shui y comparto totalmente: si te despiertas, en duermevela, puedes asustarte al ver a una persona y no identificar que eres tú mismo. El caso es que me da mal rollo así que hace años los cubrí. Ahora no pega demasiado el color, así que tengo comprado otro vinilo para sustituirlo. Pronto os enseñaré cómo lo voy a hacer.

Pintar de blanco

Pintar de blanco ha sido una de las mejores cosas que he podido hacer. Ahora sólo me quedan pequeñas cosas, baratas, para seguir decorando porque efectivamente ahora está soso. Pero no me importa. Creo que lo necesitaba. Mi objetivo ahora es encontrar alguna cosa en tonos mostaza que es lo que me pide el cuerpo. Una manta para poner a los pies, algún cojín más ¡y parecerá otra habitación!

Por cierto, SUPER RECOMENDABLE la experiencia con Reparalia, al menos en Zaragoza. Como os dije, me regalaron un par de horas de mano de obra, pero el resto lo he pagado yo religiosamente por si hubiera alguna duda. Y no puedo estar más contenta. Da gusto cuando te encuentras con profesionales de los de verdad, de los que se preocupan, que hacen su trabajo y además el pintor no podía ser más educado y más limpio. Un profesional, vaya. Lo que tendría que ser siempre y por desgracia no siempre es. Y fenomenal de precio, por cierto. Vamos, que bendita (y alabada) sea la hora en que pasé de hacerlo yo para confiar en ellos. Muchas gracias a Bruguer también por contribuir con la pintura porque ha funcionado estupendamente.

 Más información:

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

7 respuestas a «De reformas: Todo al blanco»

A mi me pasa todo lo contrario..odio el blanco nuclear jajaja. Me encanta el color, la mezcla, los vinilos.. en mi casa lo difícil es encontrar un trozo de pared vacío o blanco. Vamos, tan difícil que cuando necesito fotos con fondo blanco las tengo que hacer en casa del vecino 😉

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