Cada uno tenemos lo nuestro: cuando nos compramos la casa hace 11 años una de las cosas que me horrorizó fue que los armarios de mi habitación tenían espejos. Tengo una amiga que no es capaz de entender lo poco que me gustan, pero a mí me da un mal rollo terrible porque están delante de la cama. El fengshui (en el que no creo, salvo para lo que me interesa) me da la razón. Así que puse vinilo en los espejos desde el minuto cero.
Después de 11 años he de decir que fue una idea magnífica. El vinilo ha resistido estupendamente. No se rompió, se limpiaba super fácil y estaba como el primer día. Y ese era el problema ¡que yo ya estaba aburrida y no tenía una excusa para cambiarlo! Pero esta primavera me lié la manta a la cabeza, pinté el dormitorio, cambié algunas cosas de decoración y entonces el vinilo no pegaba ya ni con cola con el resto de la decoración. ¡Ésta es la mía!.
¿Qué vinilo elegir?
Lo primero: hay que hacerse con un vinilo autoadhesivo en condiciones. ¿Habéis probado a forrar los libros de los niños con forro adhesivo? Cuanto más fino, más se pega por todos sitios y más complicado es de manipular. Un vinilo grueso es mucho más fácil de poner.
A tener en cuenta: la anchura de vuestra puerta. En el caso de la mía no había un rollo que fuese de lado a lado para dos de las cuatro hojas. En ese caso hay que mirar motivos que puedan casarse más o menos fácil. Las líneas fueron infinitamente más sencillas de casar que los damascos, pero bueno, con eso contaba cuando lo compré. Y que estaba un poco harta de rayas, eso también.
Con lo que no contaba es con que el vinilo en el fondo es plástico y por tanto tiene un punto de elasticidad que lo complica todo. En fin. No sufráis: todo tiene solución y sobre todo, cosas que cuando lo estamos poniendo nos parecen terribles luego no se notan.
¿Cómo poner el vinilo en el espejo?
Nosotras teníamos además dos hándicaps importantes: uno, que las puertas del armario no se podían quitar. En la medida de lo posible es mejor hacerlo con las puertas en horizontal porque todo se simplifica mucho. Pero el mío es un armario empotrado y la pieza superior fue colocada sobre las puertas, así que no es posible quitarlas de una manera sencilla. No quedaba otra que hacerlo en vertical, entre dos personas. Una persona sola, muy complicado.
Nuestro segundo problema es que ya teníamos un vinilo debajo. Cuando no hay nada debajo es todo muy fácil, pero en nuestro caso teníamos que decidir si tratábamos de quitar el vinilo de debajo o si lo colocábamos encima. Todo el mundo nos desaconsejó quitar el vinilo antiguo porque es fácil que se rompa y que la liemos, así que no lo hicimos. Se transparenta ligeramente, pero sólo cuando la luz incide en un ángulo muy concreto, así que supongo que podré vivir con ello.
Algunos vinilos se han de colocar con la superficie humedecida, otros no. En todo caso una paletina como la rosa que veis arriba os ayudará a colocarlo de manera más sencilla. Si no lo habéis colocado bien en alguna zona o hay bolsas podéis recolocarlo e incluso si es poca cosa pincharlo. Los vinilos decorados son más complicados de poner que los lisos, pero por contra se disimulan los fallos mucho mejor.
¡Y así es como queda! Yo la verdad es que estoy encantada porque mi habitación era muy oscura y con una mano de pintura y cuatro toques decorativos no parece el mismo sitio. Aquí podéis ver cómo era antes ¡nada que ver!
4 respuestas a «Reformas en casa: vinilo en los espejos»
Buf, con lo mal que se me da lo de forrar los libros del cole me entran sudores de imaginarme forrando una puerta (¡cuatro!) con vinilo. Pero la verdad es que te ha quedado chulísimo el dormitorio, ya te lo había dicho.
El vinilo del espejo no se quitaba facil? Yo es que quiero forrar un espejo pero despues quiero quitarlo porque estamos de alquiler, se podria? Gracias
Fácil no. Se quitaba, pero había que sufrir un poquito y echarle muuuchas horas.
[…] que veis aquí es mi armario empotrado. Lo tenía con un vinilo y le pusimos otro. Con el precio de tres rollos de vinilo conseguimos convertir un armario que ahora mismo se veía […]