He de decir lo primero que de sentido del control y la contención en lo referente a las ropitas de mi hija, cero, pero cero patatero. Así como para otras cosas miro, remiro, decido, veo pros y contras etc, es que es ver un vestidito mono para ella y dejo de tener sentido común y gasto lo que no debo. Hay cosas o tiendas con las que me cuesta menos, pero he de reconocer que a la tienda de Du pareil au même intento entrar lo menos posible porque siempre que entro salgo con algo. Y no debería, porque no es precisamente barata.
Du Pareil Au meme es una tienda para niños de origen francés. Tienen 16 tiendas en España, pero están extendidos por todo el mundo. En España los podéis encontrar en las siguientes ciudades: Alcorcón, Gandía, Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Lleida, Marbella, Madrid, Murcia, Orense, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza. En la página web podéis mirar las ubicaciones de las tiendas en vuestra ciudad. Como punto en común, suelen estar en calles muy transitadas o bien en centros comerciales. En Zaragoza están en la calle Delicias (una calle sólo de tiendas) y en el centro comercial Gran Casa, en un local que antes pertenecía a Prenatal y que tras la reducción de esta tienda se quedaron ellos.
Esta es la tienda que yo más conozco. Por fuera destaca por su alegre colorido, con fondo naranja y un escaparate del que dan ganas de llevarte todo antes de entrar. Mal empezamos. Que yo no quiero compraaaaaaaaar. La tienda no es excesivamente grande, aunque tampoco enana. El mostrador está en el centro y está distribuída de la siguiente manera: a la derecha lo de niñas, a la izquierda lo de niños y conforme te vas acercando al fondo más de bebé. En el fondo está la ropa interior y los pijamas.
La tónica general es el color. Esta tienda trabaja la ropa de bebés alegre y colorista, con diseños que a veces recuerdan a Ágatha Ruiz de la Prada no tanto por ser imposibles sino porque suelen llevar a veces cosas superpuestas en relieve. Por ejemplo el vestido que tengo que he llamado primavera (abajo en las fotos), que se lo compré a mi hija y lleva unas flores en lana cosidas con botones y que sobresalen. No es una ropa nada ñoña, al revés. Tampoco es ropa de mayor adaptada a niños. Es ropa para niños, pensada para niños, para su comodidad. Es que me hacen gracia esos petos vaqueros que imitan a los de los mayores… son monísimos, pero se los pones a un mico de dos meses que se pasa el día en brazos y acabas del petito hasta las narices porque está todo el día con el culo al aire. Y es que sus cortes no están pensados para la fisonomía de los pedugos. Lo que es cómodo para un adulto no lo es en absoluto para los pequeños. En esta tienda la ropa se aleja mucho de lo convencional, pero sí que está estudiada para que les resulte cómoda de llevar a ellos y tú no acabes hasta las narices. Así abundan los cortes en campana para las nenas, y los vestidos de verano suelen llevar pololos debajo para que cuando se les levanten (que siempre pasa) no se les vea el pañal directamente.
Así que color y más color. También destacan los tejidos, que son poco convencionales. Uno de los vestidos que yo tengo es de lana (cachis, mi marido lo metió en la lavadora y se quedó del tamaño de una nancy) y otro de crochet, ganchillo. Hay tejidos más cómodos de lavar por otro lado. Los de verano son muy fresquitos, de algodón de lavar y poner al cuerpo.
Trabajan también el tema de los complementos. Para el verano hay bañadores (que son como para darles un mordisquito y pedir si no tienen en versión adulto), gafas de sol, zapatillas, coleteros para el pelo, sombreros, gorritos… y para el invierno guantes y bufandas.
Una de las secciones que más me gusta pero a nivel aspiracional (francamente paso de gastarme 20 euros en un pijama, qué queréis que os diga) es la de la ropa interior y los pijamitas. Son tan tan tan bonitos… Mi hija tiene uno solamente y porque se lo regalaron pero es delicioso. Ha aguantado muy bien los lavados y está como el primer día. Así que por lo menos salen bien de calidad. Pero como os digo, los prefiero más baratos, al menos de momento que le duran un suspiro. Intenté esperarme a rebajas para comprarle alguno, pero fueron meramente testimoniales. Ni llegaban a «RE». Mi gozo en un pozo.
Las dependientas son muy amables y van vestidas de calle con un divertido delantal. Son de mediana edad, nada de jovenzuelas que pasan de todo y de ti, sino que son amabilisimas (a veces me pregunto si demasiado?) y te explican con todo detalle las cosas. También se acuerdan de ti de una vez para otra, aunque no paran de meterte cosas por los ojos hasta que picas. Es que es inevitable. Te enseñan cosas tan monas que no puedes remediarlo y te lanzas en plancha a comprar. Snif. Mi monedero protesta cada vez que voy!!!!
Casi se me olvida… las tallas son MUY PEQUEÑAS. Para que os hagáis a la idea, Aldara con 4 meses llevaba la talla de 1 año y ahora con 6 va por la de 23 meses. Y hombre, está grande, pero tampoco es Tachenko, vamos, y de peso anda en la media. Así que cuidado con eso.
Os la recomiendo vivamente si queréis hacer un regalo a alguna mami moderna porque vais a encontrar cosas que se salen mucho de lo habitual y seguro que quedaréis encantadas vosotras también. Pero ojo con las compras compulsivas. ¡Pueden saliros por un pico!