Érase que se era una pequeña niña (de edad, no de tamaño) con un estómago sin fondo. Aunque se llamaba Aldara, en su casa la llamaban «Tragaldara» de lo mucho que comía. El caso es que hasta los 5 meses esta niña de leche sólo se alimentaba pero su estómago rugíiiiiiiiia y rugíiiiiiia y a su madre hasta el moño la tenía. Protestaba y protestaba y nunca jamás se callaba. Así que su madre, como el médico de niños le dijo comenzó a darle cereales ¡qué portento de descubrimiento! Y un día vio unas galletitas de Milupa y a su niña se las dio. En dos segundos como un cristo se puso ¡Galletita tenía hasta en lo más profundo!
Galletas sin gluten de Milupa
Bueno, tonterías aparte. Estaba hasta el moño de que mi hija estuviera todo el día en un pienso antes de la alimentación complementaria, y cuando me introdujeron los cereales vi el cielo abierto. El descubrimiento de las galletitas sin gluten de milupa lo hice más o menos a la vez que el del alimentador antiahogo de Nikidom y ambos me parecen fantásticos. A la nena le doy una galleta, que coge como buenamente puede y se dedica a pringarse y a guarrear. Realmente, galleta galleta, no sé si come mucha, pero se lo pasa bomba. He buscado a ver si había otra marca de galletas sin gluten para bebés pero no he encontrado…
De estas galletas me gusta:
- que se disuelven fenomenal, así que es poco probable que la niña se trague algún trozo grande.
- Que no tienen gluten.
- Que son sencillas de encontrar (las he visto en farmacias, en Hipercor, en Eroski).
No me termina de convencer:
- que son muy cortas. La niña no las agarra bien y en cuanto se ha comido lo que le sobresale de la manita que es más bien poco, tiene auténticas dificultades para comerse el resto. Al final, en el 90% de las veces acaba más de media galleta en el suelo. Así que entre lo que aparece refrotado por la cara, babero, incluso leotardos (sí, se capaz de pringárselos), y lo que tira, yo no sé muy bien qué es lo que se come. Pero bueno, se lo pasa bien y por poco que coma, algo es.
***Revisión de 2017***
Diez años más tarde creo que hay maneras más interesantes de introducir cereales a los niños. Mejor esperar a los 6 meses y hacerlo utilizando el BLW.