Por fin después de mucho tiempo esperando se han decidido a editar la serie de Pocoyó en España! Desde finales de abril / principios de mayo 2007 la tenéis disponible en vuestras tiendas. Realmente los padres estamos de enhorabuena porque es una serie realmente deliciosa pensada para los chiquitines de la casa.
CÓMO DESCUBRÍ A POCOYÓ
Había dado a luz en septiembre y mi niña era todavía muy chiquitina en las navidades. Resulta que mi prima y madrina de la nena trabajaba en el Corte Inglés en la sección de juguetes, así que estaba muy puesta. Por lo visto, sin yo saberlo, Pocoyó causaba furor entre los niños más chiquitines y los padres andaban como locos buscando los juguetes de este dibujo animado. Al parecer, según me contó, si recibían la mercancía a las 10 de la mañana a las 11 estaba agotada. En una de estas, les llevaron varios dvds demo que contenían 2 capítulos cada uno para regalarlos, así que se hizo con uno y me lo trajo.
Visto el éxito que tenía, no quise demorar ni un segundo el visionado del mismo. Me quedé maravillada. ¡Ese niño es para adoptarlo! A mi hija le encantó, pero no sé si le gustó más que a mí. Os juro que aunque no esté ella, a veces me lo pongo y todo, porque es una auténtica monada.
Miré en su web a ver si salían horarios de emisión porque sabía que los ponían en La2 pero por H o por B nunca me venía bien, así que apenas pude ver algún capítulo, con las ganas que tenía. Así que no veáis la emoción cuando por fin pude comprar el pack de dvds con la primera temporada.
¿QUÉ ES POCOYÓ?
Pocoyó es una serie de animación hecha por la productora española Zinkia. Como aquí no la vendían ni para atrás, tuvieron que irse a Inglaterra donde Granada Televisión, viendo el potencial les compró el producto. Actualmente más de 100 países han comprado la serie. Lamentablemente he de decir, parece que nadie es profeta en su tierra y España ha sido uno de los últimos en hacerse con esta maravilla.
Está pensada para los niños de preescolar, desde que son chiquitines (mi hija tiene 8 meses y le encanta) hasta que van casi al cole. Pocoyó tiene 4 años, para que os sirva de referencia. Los dibujos animados para niños pequeños tienen que tener colores muy definidos porque si no les cuesta mantener mucho la atención. Así, las aventuras de Pocoyó y sus amigos se desarrollan en su mayoría sobre una pantalla de un blanco inmaculado, sobre la que destacan sobremanera los vivos colores de sus personajes. Particularmente odio los dibujos 3D, yo crecí en una generación en que todo era plano y me cuesta mucho no verlos artificiales. Pero sin embargo con esta serie no me pasa. Quizás sea porque al carecer de fondos no resultan tan de mentiras, no lo sé.
El color es un gran protagonista de la serie. Como dice la canción de Siempre así, «todas las cosas tienen su color» y en el caso de Pocoyó, los colores, arbitrarios en su concepción (la elefanta es rosa chicle), bailan y vibran.
Pese a lo sencillo de los medios con que está hecha (pantalla blanca y personajes de colores), los movimientos de cámara consiguen suplir la ausencia de fondos y le dan una vitalidad y movimiento envidiables. Sí que tienen sombra, y entre eso y que la cámara se mueve constantemente, consiguen con maestría simular la profundidad, el concepto arriba-abajo y cerca-lejos.
Quizás en su simplicidad radique el quid de la cuestión: los dibujos de Pocoyó son preciosos y todo un gusto para la vista.
LOS PERSONAJES DE POCOYÓ EN LA PRIMERA TEMPORADA
- Pocoyó: Es un niño de 4 años de edad (David Cantolla, creador del personaje dice que concretamente su cumpleaños es el 14 de octubre, así que es un libra) sencillamente adorable. Mira la vida con la curiosidad con la que sólo pueden mirarla los enanos. Todo es una aventura, y se esfuerza por vivirlas a tope. Es sencillamente adorable. Se mueve como los niños de esas edades, corriendo a todas horas de un lado para otro (generalmente con los brazos atrás), bailotea con su ritmo característico y pone mil y una expresiones. Sus ojos y su boquita son especialmente expresivas. En serio, es tan mono que dan ganas de adoptarlo y llevártelo para casa. Yo estoy enamorada de este pequeñajo.
- Elly: Es una elefanta rosa, que lleva una mochila lila a la espalda. Elly es un cielo, siempre está de buen humor y no ve más que ventajas para el juego en su tamaño. A mí me encanta porque es un personaje de lo más sonriente. Además, baila muy bien (hace ballet) y no tiene ningún tipo de complejos por su peso. No habla, pero sí que se comunica con Pocoyó como si fuera un igual.
- Pato: También se llama así en su versión inglesa. Éste me gusta menos, porque tiene bastante más mala leche que Elly. Es un pato un poco vigoréxico (está obsesionado con estar en forma) y baila break dance. Su pico naranja le sirve para múltiples cosas, para hacer de plataforma elevadora, para sostenerse a la hora de hacer flexiones, vamos, que le busca la vuelta. Tampoco habla, pero sí que se comunica con Pocoyó de manera inteligente
- Loula: Es la perra de Pocoyó. Al contrario que los otros animales ésta es doméstica, así que tiene comportamientos de perro. Es un poco como Mickey Mouse, que siendo un ratón tiene un perro, pues igual. Es super graciosa, muy bonita.
- Pajaroto: Es un pájaro que vive en el árbol. No sabría deciros si es animal o está humanizado porque no sale siempre y como está siempre malhumorado y no habla apenas tiene protagonismo. En un capítulo se bajaba con el nido puesto y emprendía una carrera con Elly y Pocoyó, así que supongo que será humano, pero ya os digo que no queda claro.
- El narrador: Es el que más habla con diferencia. Pocoyó sí que dice palabras sueltas, pero más en respuesta a preguntas que le hace el narrador, con el que interactúa. El narrador va comentando lo que pasa, se dirige al niño, le hace preguntas, saca conclusiones. Ayuda mucho a entender lo que está pasando. Aunque se dirige a un niño, no habla como los idiotas, sólo despacito y claramente, para que le entienda, sin palabras complicadas. En la versión inglesa es el super-actor Stephen Fry y en España el actor de doblaje José María del Río.
- El público: No se les ve, pero sí que hablan. Son un grupo de niños que a veces dan pistas a Pocoyó y que contestan al narrador. Son realmente monísimos. En la versión española son las hijas y los sobrinos de David Cantolla (Colmán, Iván, Sergio, Vega y Valentina), así como Pablo, el hijo de Dani, el músico de la serie.
LOS PILARES SOBRE LOS QUE SE ASIENTA POCOYÓ
Podéis encontrar el texto completo aquí
- Un universo de valores humanos: los que todos los niños deberían tener, transmitidos por sus padres y educadores. Promueven la curiosidad, la apertura de mente, el interés por las cosas, el entusiasmo, la tolerancia, el respeto y el cariño. Esto lo dicen ellos, pero lo suscribo yo. No encontraréis violencia en Pocoyó, es todo educativo pero del modo «menos moñas» posible. Sencillamente, es lo que deberían ver todos los niños en estas edades y no las barbaridades que les bombardean.
- Calidad: tanto en la realización como en los contenidos. Pierden mucho tiempo llevándolo a cabo. Así mismo manifiestan el mismo mimo y cuidado con todo el universo paralelo de Pocoyó. Un padre cuando compra algo de Pocoyó sabe que es algo que está contribuyendo a su desarrollo.
- Algo de lo que estar satisfechos: Lo que persiguen es que tanto los padres como los cuidadores y educadores de los niños se sientan orgullosos de las decisiones que toman respecto a ellos. Pocoyó es un ideal, la clase de mundo que cualquier padre desearía tener para que sus hijos experimenten y descubran cosas, algo para compartir con su familia y amigos. Estoy muy de acuerdo con ellos. Es exactamente lo que quiero para mi hija.
- Pocoyó es como ellos: Es lo primero que llama la atención de la serie. ¡Es tan fácil descubrir en Pocoyó a un niño de su edad! Actúa exactamente igual que lo hacen los niños de su edad. A veces se ríe, también llora, se lo pasa bomba jugando. Ellos dicen que representa al niño que tenemos todos dentro, y no puedo estar más de acuerdo. Quizás es por eso que es una serie que gusta tanto a los niños como a los mayores. Yo me lo paso bomba viéndola, porque vuelvo a mi infancia y disfruto una barbaridad a través de Pocoyó y de los ojos con los que lo mira mi hija. Pocoyó vive en el mundo de magia, fantasía e imaginación que me gustaría para mí, con sus amigos, y sin tener ningún tipo de límite para descubrir nuevas e interesantes cosas. ¡Yo también quiero!
- Los recuerdos son un regalo para toda la vida: Esperan que Pocoyó sea un recuerdo y un tesoro para los niños cuando se hagan mayores. El concepto es intemporal, las ideas universales y el espíritu de los personajes hacen que estas historias se puedan contar y recordar mucho tiempo más tarde.
- Aprendiendo a aprender: Pocoyó enseña, pero sin la sensación de estar aprendiendo, que es como mejor se aprenden las cosas.
- Expresar todas las emociones: Todos y cada uno de los personajes son increíblemente expresivos. En su rostro y en sus actitudes se sabe rápidamente qué es lo que piensan y cómo están de ánimo. Así que a los niños no les cabe ninguna duda sobre si están contentos, tristes, tienen problemas, están pensando. ¡Algo que los mayores tendemos a ocultar!
- Un paso adelante en la interactividad: Gracias a que las imágenes son simples y potentes, los personajes resultan muy cercanos. Dan ganas de abrazarlos. También tiene un peso importante la música, que ayuda a la narración un montón.
- Un icono para las nuevas generaciones: Simplicidad visual y modernidad, una música muy acertada y un concepto y valores muy interesantes hacen que Pocoyó sea el concepto ideal para crear un mundo de formas, tamaño y colores, que es colorista, luminoso y potente como ninguno en la pantalla. La verdad es que Pocoyó no se parece a nada que haya visto hasta ahora.
- Un universo sin límites: Como la pantalla es blanca, no hay límite y las cosas son tan grandes o tan pequeñas como nosotros queramos. El único límite es nuestra imaginación. Los animadores no se plantean cortapisas a la hora de crear, así que el universo de Pocoyó es el que es ahora, pero puede no serlo mañana.
- y por supuesto, Pocoyó es el más divertido: Hace que los niños se rían con ganas, que canten, baien, salten y que quieran ver más y más de sus aventuras. Dicen que quieren hacer de Pocoyó un sinónimo de responsabilidad y diversión.
ALGUNAS CURIOSIDADES SOBRE POCOYÓ
- El nombre del personaje se lo dio Vega, la hija de David Cantolla, que tenía 2 años. Todas las noches rezaba el Jesusito de mi vida, tú eres niño como yo… y ese como yo la mitad de las veces se convertía en un «poco yo». Así que de ahí viene ese curioso nombre.
- En los primeros bocetos, Pocoyó llevaba chupete, algo que en España es común, pero que está mal visto fuera de nuestras fronteras. Les sugirieron quitárselo y al principio eran muy reacios, porque siempre habían trabajado con la idea de que Pocoyó no hablase y no sabían cómo iba a quedar. A día de hoy, David Cantolla cuenta que le sería muy difícil imaginarse ahora a un Pocoyó mudito.
- La voz de Pocoyó es la de una niña de tres años, Lucía, un auténtico terremoto.
- Se plantearon hacer la serie porque les horrorizaba pensar que sus hijos en un futuro tuvieran como referente a los Teletubbies. Escuchemos la voz de David Cantolla directamente
Queríamos hacer productos que conformaran los recuerdos de nuestros hijos, yo quería que la mía, ahora «las» mías (y pronto..o sea hoy o mañana, los 3 mios) cuando fueran mayores recordaran sus dibujos animados con el mismo cariño que recordaba yo la Pantera Rosa por ejemplo y que en esos recuerdos «audiovisuales» hubiera participado yo (nosotros). Un regalo para su memoria me parece un muy bonito regalo. Casi lo puedes llamar «celos» de los teletubbies..:-D. Por extensión a todos los que participamos en la génesis de esta serie, esta idea les entusiasmó y empezamos a trabajar a fondo en ella… ¿y por qué un niño y un pato y una elefanta y no un Ratón, un pingüino o un koala? No lo sé, pero nos gustó la idea de un niño desde el principio, tal vez por nuestros gustos de series o de cómics como Calvin y Hobbes, Little Nemo, etc… la idea salió sola aunque más compleja y poco a poco la fuimos afinando, simplificando y buscando la esencia de sus historias, su estética, personalidad y humor.Los diseños los hizo Guillermo García y Luís Gallego los transformó en su aspecto 3D. Poco a poco fuimos variándolos hasta que encontramos lo que queríamos.»
Una respuesta a «El mundo de Pocoyó»
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