En Septiembre de 2006 di a luz a una preciosa niña que se llama Aldara y que es mi sol. Lo que tiene ser la mujer más fértil del planeta es que para nada entraba en mis intenciones preñarme para pasar el verano como una ballena, pero fue todo tan rápido que mi fecha probable de parto era el 12 de septiembre. Cuando me enteré por una parte me alegré mucho de saber que esperaba un bebé y por otra me cague en mi fertilidad porque ODIO EL VERANO. Soy una persona extremadamente calurosa y en cuando hace un poco de calor sudo la gota gorda literalmente. Por otro lado tengo la tensión baja, así que mis perspectivas de llegar al fin del embarazo en condiciones eran bastante pocas. Hoy os cuento cómo me enamoré de la crema Fitocold, gel frío para las piernas pesadas.
El tiempo que se nos reservaba para Zaragoza ese verano era extremadamente caluroso, uno de los veranos más horriblemente cálidos que se recuerdan de los últimos tiempos. Esto es un secarral, y aquí sólo hay dos estaciones; o te pasmas de frío o te cueces viva, no hay término medio. Y este verano tocó hacerse al pilpil.
En Julio me encontraba ya al borde de la muerte; mi actividad diaria consistía en hacer el lagarto Juancho tirada en el sofá al amor del aire acondicionado, bajarme a la piscina de casa a darme un remojón y dar cuatro paseos que me dejaban extenuada. Estaba de 8 meses y aunque no tenía tripa en exceso absolutamente todos los líquidos de mi cuerpo habían decidido reunirse en plan comandita en mis pies y tobillos. Parecía la prima del actor secundario Bob. Menos mal que tumbada no conseguía vérmelos bien, porque debían ser de asustar. Mientras reposaba todo iba bien, pero a la que intentaba tener un mínimo de actividad comenzaban a hincharse como globos de helio y aquello era insoportable. La hinchazón a menudo comenzaba a subir por las piernas y aquello hacía que conciliar el sueño fuera poco menos que misión imposible. Un auténtico horror.
Un día que había dormido especialmente mal y me encontraba de mal café, nos fuimos a dar un paseo y decidí pasarme por la primera farmacia que pillé a comprarme algo con la vana esperanza de que aquello en que se habían convertido mis pies y piernas remitiera un poco. Como era sábado, di con una farmacia de 24 horas y le pregunté a la chica. Los sábados no suelen estar los farmacéuticos, así que era una dependienta sin más, y me vino fantástico. Cuando le conté mi problema lo que hizo fue recomendarme la crema que precisamente utilizaban ellas para las piernas cansadas.
Yo he trabajado también de pie, y realmente aunque al final llegas a acostumbrarte, el hecho de tener que estar en esa postura estática o con un movimiento mínimo durante tanto rato es mortal para las piernas y los pies. Los primeros días llegaba a mi casa como si me hubiesen dado una paliza, aunque luego con el tiempo llegué a más o menos acostumbrarme. Pero es duro. Así que el hecho de que fueran ellas (que aunque no estuvieran embarazadas más o menos podían tener los mismos síntomas en lo que a las extremidades se refiere) las que la hubiesen testado, para mi era algo interesante.
Me llamó la atención poderosamente el precio. Yo no soy compradora habitual de productos de belleza y de cremas y tal, y cuando las compro, lo hago comparando los precios in situ en el supermercado. Quiero decir, que ni soy de grandes marcas, ni me sé los precios en abstracto. Me costó unos 10 euros y a mí no me pareció caro. Igual digo una barbaridad y es carísimo, pero en ese momento a mí me pareció bien. Y es que cuando voy a la farmacia voy preparada para la clavada.
Esa noche hacía mucho calor y me acosté tardísimo. Cuando llegué mi marido estaba ya durmiendo y yo ni me acordaba de la crema. Me acosté y no me servía de nada contar ovejas ni tan siquiera la opción porno de contar hombres desnudándose. Así que caí ¡anda, pero si me he comprado la crema! y me levanté a echármela. Lo primero que percibes es la textura, que es como de gel, y el penetrante olor a eucalipto que echa. A mí me recordó al vicks vaporub, porque era fuerte. Mal empezábamos porque a mí ese olor no me gusta en absoluto. Me la eché (cunde mucho y no es necesario poner mucha cantidad) y aquello se extendía divinamente. Pues no hace nada, pensé.
La leche, no hace nada… ¡y un cuerno! Al cabo de pocos minutos de repente me empezó a entrar una sensación de frío impresionante. Para que os hagáis a la idea, estoy hablando de julio y 40 grados por el día y me tuve que levantar a ponerme una parte de abajo larga de pijama porque me estaba congelando viva. Qué barbaridad.
Así que sí que era efectiva, pardiez. Cuando tienes los pies y las piernas hinchadas y cansadas, lo peor es la sensación de quemazón que tienes y eso sin duda desaparecía de un plumazo. Por otro lado, por la mañana me despertaba con los pies muchísimo menos hinchados y doloridos, así que entre el reposo, que mis piernas me habían dejado descansar y que algo de efecto anti-inflamatorio tiene, por la mañana era una mujer nueva.
No usaba Fitocold todos los días porque para mi gusto, la acción de frío es un poco excesiva, e incluso un poco difícil de soportar al principio. Sin embargo, como útilma opción y por supuesto con pantalones hasta abajo, era fantástica. También es que yo soy un poco sensible a las temperaturas, cualquier otra persona con el termostato un poco menos «averiado» que el mío lo puede aguantar perfectamente. Desde luego, su efecto lo conseguía.
Posteriormente, estuve leyendo un hilo al respecto en un foro de embarazadas y vi que era la crema que recomendaban mayoritariamente. Es más decían que si no la tenían, que la encargaran porque otras eran muchísimo menos efectivas que ésta. Yo no puedo personalmente comparar porque fue llegar y besar el santo, ésta me dieron y ésta resultó ser la mejor, así que no hubo lugar a probatinas.
Ahora se ha quedado embarazada una amiga y entre el kit de supervivencia de la preñada, le he pasado lo que me sobró de la crema. Que dicho sea de paso, es casi toda porque cunde una barbaridad y sólo la usé dos meses. Ella además de embarazada trabaja en una tienda y tiene unas varices como culebras, así que espero que le sea tan útil como me lo fue a mí.
Cuestiones más técnicas de Fitocold
Después de narrar mi experiencia personal con la crema, he querido echarle un vistazo a la web del laboratorio porque la verdad es que no me sonaban de nada y quería informarme de cuestiones más técnicas relativas al producto. Toda la información que a continuación gloso la podéis encontrar en su página web www.sawes.es
Personalmente Sawes no me sonaba de nada. Vista su web, el catálogo de productos que tienen es bastante limitado, pues se centran en caramelos de los que se venden en farmacias ( tipo eucalipto y regalices) y dos cremas más. Cuando digo dos, son literalmente dos. Las otras dos cremas me resultan tan desconocidas como ésta en su momento, aunque los caramelos sí que me quieren sonar de haberlos visto en alguna farmacia antes.
Al parecer (no queda muy claro) es un laboratorio español. No dicen nada de su ubicación, pero aventuro que son catalanes porque en una de las fotos se ve un cartel de «oberta» en una farmacia. Se fundó en 1972.
Respecto a la crema, lo que dicen es que es un producto fitoterapéutico (de ahí el nombre), un gel frío para alivio y descanso de las piernas pesadas. Sus seis principios activos son mentol cristal, alcanfor, extracto de árnica, extracto de ruscus, extracto de hamamelis y extracto de castaño de indias, todos de origen vegetal. No me preguntéis para qué sirven cada una de esas cosas, porque no tengo nada de cultura «bellecil» y a mí todo me suena a chino. De lo que conozco el mentol y el alcanfor quizás sea lo que proporcione el frescor, y el árnica, la sensación relajante y calmante. Weleda tiene una línea con manzanilla, que debe ser cicatrizante y calmante, así que supongo que eso lo incorpora para lo mismo.
De Fitocold dicen que «está principalmente indicado como apoyo al tratamiento de todos los síntomas asociados con trastornos circulatorios venosos (pesadez, picor, hormigueo y ardor de piernas y pies). Patologías especialmente frecuentes en personas con varices, durante el embarazo y en general en los meses más calurosos del año.» También añaden que su efecto dura 3-4 horas y que está indicado también para los pies. Dicen que no deja grasa la piel y se absorbe rápidamente; lo corroboro, su nivel de absorción a mí me recuerda al del Trombocid o pomadas similares. Deja la piel muy hidratada (aunque no sea su funcion principal) y suave. No ponen un límite en su utilización, se puede dar las veces que se quiera.
EN CONCLUSIÓN
Si estáis embarazadas o trabajáis de pie, en serio, no perdéis nada por probarlo (bueno, 10 euros, pero comparado con lo que podéis ganar no es nada). Realmente es efectiva y sólo tenéis que darle unos minutos para que actúe. Eso sí, si sois muy frioleras, tened una manta a mano!!!!
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