Quisimos comprar la vajilla para la nena puesto que iba a comenzar a utilizar algo más que biberones me interesaba algo más que el típico plato de melamina con los cubiertos a juego puesto que la niña era muy pequeña y el material demasiado duro.Compré este bol de Tommee Tippee porque me gustó que viniera con tapa (muy útil para cuando sales de casa, para que no acabe recogiendo todas las pelusas del bolso) y que incorporara una cucharita.
Está hecho de melamina y se compone de tres piezas: la base (en el set vienen dos iguales), que tiene un saliente para que sea más sencillo el agarre cuando estás haciendo malabarismos para que coma; la tapa, que tiene una hendidura en la que se sujeta la cucharita con un cobertor que se fija con un simple click; y la cuchara, de silicona.
El bol está hecho de plástico transparente de vivos colores. Es bastante grueso y aguanta el microondas bien. No pesa mucho, y se acoplan unos con otros, de manera que si tienes varios se apilan con facilidad.
La tapa es de plástico más duro y se cierra con facilidad. Es bastante hermética y la encuentras donde la has dejado…
… cosa que no pasa con la cuchara. El invento me parecía bueno, pero la cuchara se suelta a la primera de cambio. De manera que ya puedes llevar el bolso limpio o directamente soltarla y envolverla en un papel de cocina! Estas cucharas también las venden sueltas, en un práctico plumier en el que caben dos, que son las que van incluídas. Es una buena cuchara, con forma ergonómica para un agarre correcto, hecha de silicona que resulta muy agradable para el paladar del bebé y con zonas estratégicas en un material más blandito, pero antideslizante para que a la mamá le resulte comoda para ella. Tengo otras, pero me gustan menos. Ésta se coge bien y nos gusta a las dos.
En resumen, es un bol que está bien, pero si lo compráis sólo por mantener la cuchara sujeta olvidaos.
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