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Probamos la trona Emotion de Jané

Por Marta González de Mis Canguritos. Soy bastante fiel a la marca Jané y hasta ahora no me ha decepcionado. Si son líderes en el sector junto con Chicco por algo será no? Hay marcas con mejor calidad, pero también hay muchas otras con peor calidad. Por mi experiencia creo que la relación calidad-precio en Jané es buena. En esta ocasión voy a hablaros sobre la trona de Adrián, la trona Emotion de Jané.

trona Emotion de Jané

La trona Emotion de Jané

Jané tiene dos modelos de tronas (hablo de las que no son de viaje) la Emotion y la Activa, que es la convertible en silla y mesa. La Trona Activa es una buena opción para utilizarla más tiempo o si tienes poco sitio para guardar trastos. En mi caso me decidí por la Emotion porque tengo un amplio trastero y la casa de mi madre, que es donde van a parar todos los trastos, y porque pienso tener otro nene o nena no tardando mucho y quiero que use la trona de su hermano… y si éste la tiene como mesa para dibujar pues mal la iba a usar. Cuando Adrián sea un poco más grande le compraré un pequeño escritorio y dejaremos la trona para su función principal.

Estudié durante un tiempo la elección de la trona y como digo, finalmente volví a ser fiel a Jané. Me convenció sobre todo el material del asiento, que no es el típico de plástico sino de tela, salvo en la parte inferior donde apoyan los talones, que lleva un refuerzo de plástico transparente sobre la tela. Puede que la tela sea más sucia y más incómoda que el plástico, en el sentido de que el plástico lo pasas un trapo húmedo cuando se mancha y listo, mientras que la tela tienes que meterla en la lavadora o lavarla a mano cuando ya no caben más manchas. En mi caso no lo dudé ya que mi niño, que se parece a mi, suda un montón y sólo de pensar en sentarle en un asiento de plástico me entraban sudores a mi!!!

Tampoco quería un modelo tipo Stokke, están muy de moda pero no era lo que yo buscaba. Prefería algo más «de toda la vida», que plegase bien y que tuviera colores bonitos para que a mi niño le gustara y se entretuviera sentado en ella.Me convenció además la cantidad de posiciones que tiene la trona, lo cual la hace muy versátil. Tiene tres posiciones en la bandeja, tres inclinaciones en el asiento y varias alturas, creo que seis, por lo que puedes convertirla en una especie de hamaca más bajita.

Otro punto a su favor son las ruedas. Tenía claro que la quería con ruedas porque la trona da muchas vueltas por mi casa. Siento ahí al peque y se viene conmigo a hacer las cositas de casa, me acompaña a hacer la cama, luego limpiamos los baños, barremos el pasillo, etc. Nos resulta muy cómodo a los dos, él me ve continuamente y yo no tengo que cargar con la hamaca por toda la casa.

También es útil a la hora de darle la comida. Solemos tener la trona junto a una silla de la cocina, con el respaldo apoyado en la pared y en cada comida la situamos frente a nuestra silla y al acabar, mientras comemos nosotros, la colocamos a la mesa, como una silla más, para que el peque vaya cogiendo buenas costumbres y empiece a comer pronto junto a sus papis a la mesa.Las ruedas tienen freno independiente, muy sencillo de accionar con el pie. A veces se frenan solas, o eso creo yo, que no las suelo frenar y me las encuentro así, pero te das cuenta en seguida porque no se mueve con la misma facilidad.

La bandeja es muy amplia y tiene un compartimento para el vaso o el bibe. Nosotros de momento la usamos poco, algunos ratos la llenamos de juguetes y Adrián está un rato entretenido intentando cazarlos y tirándolos después al suelo.

El sistema de seguridad para mantener al niño atado es similar al de cualquier silla de paseo de Jané. Un arnés de cinco puntos con cierre similar al de las sillas, regulable tanto en la zona de los hombros como en la zona de la cadera. Aquí veo una pega a la silla, ya que el arnés de los hombros no está sujeto al armazón de plástico de la silla sino a la funda de tela con lo que al inclinarse el niño hacia delante parece que va a arrastrar la funda con él y caer al suelo, pero sólo es la sensación, la funda no puede soltarse, afortunadamente! Los otros puntos del arnés, caderas y el punto donde se enganchan las sujecciones, si que están integrados en el armazón de plástico.

La funda de la silla es muy fácil de quitar, ya que está sujeta al armazón mediante unos corchetes laterales y en la parte superior envuelve al respaldo de la silla como si fuera una funda, vamos que no sale con un simple tirón del niño pero se desenfunda de manera sencilla. En principio no debe meterse en la lavadora, sobre todo por el plástico que protege la zona de los talones, aunque otros tejidos de Jané (silla de paseo, bolso, etc) tampoco deben meterse y yo los he metido y quedan perfectos. La funda de la trona la verdad es que no la he metido porque es demasiado grande y porque no me cuesta nada meterla en la bañera y darla un remojón. El tejido, como todos los de Jané, seca muy bien, bastante rápido, con lo que puedes volver a ponerla en seguida, sin tener que buscar alternativas para sentar al niño.

Tiene también un pequeño soporte para que el peque apoye los pies que se puede retirar en caso de no usarse para acercar más la trona a tu cuerpo cuando la sitúas frente a ti. Y que no se me olvide hablar de la estupenda cestilla inferior!!! Eso sí que es un buen almacén de juguetes. Se trata de una cestilla sujeta al chasis de la trona mediante unas gomas en la que cabe todo lo habido y por haber. Yo la tengo llena hasta arriba de todo tipo de trastos y juguetes, ya que mi enano si no está entretenido con algún juguete no come y me viene genial tenerlos ahí siempre a mano. Se accede muy bien a ella por los laterales de la silla o por detrás.

Los sistemas de ajuste de las posiciones de la bandeja, la inclinación y la altura de la silla son muy sencillos y se pueden variar en cualquier momento, no hace falta leerse las instrucciones! El plegado también es sencillo y ocupa relativamente poco espacio, aunque no la suelo plegar mucho porque tengo una cocina amplia, pero se puede plegar a diaro, no es dificil.

Incluye una almohadilla para adaptar la trona a los peques más peques, un pequeño soporte para sus cuellos que se coloca en el respaldo de la silla mediante unos velcros y permite que el bebé se mantenga en una posición correcta. En la fotografía lo podeis ver a los lados de la cabeza de Adrián, aunque ahora ya no lo usa.

Resumiendo, estoy muy contenta con la compra y para mí cumple muchas más funciones que una simple trona, me sirve de hamaca y también de parque de juegos para el peque, me sirve para que Adrián me acompañe por toda la casa y además es su lugar preferido para comer, está tan a gusto ahí sentado que ya no quiere comer en brazos!

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Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

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