La lactancia materna: No hay nada más gratificante en esta vida que dar vida y que esa vida pueda tomar alimento de tu cuerpo, es sencillamente mágico. Sé que hay muchas personas que no entienden que una madre dé al pecho a su hijo después de cumplir un año o el caso contrario no se entiende como una madre puede darle a su hijo leche de fórmula, si ya tiene en su cuerpo lo que su bebé necesita. Y esto no es así, intervienen muchísimos factores y no por eso una es mejor o peor madre. Hace lo que debe hacer en cada momento y según las circunstancias que haya en su vida en ese instante.
Pero no me quiero poner a abrir debates absurdos, por que de lo que yo quiero hablar es del alimento más natural que la vida nos da: La leche materna. Nunca un alimento, por mucho que empresas dedicadas a los bebés quieran hacernos creer, fue tan completo ni tan «polifacético».

La leche materna es por derecho y casi por decreto el mejor alimento que le podemos dar a nuestro hijo, es el que más se adecua a la nutrición que debe seguir hasta que los profesionales médicos, nos pautan los nuevos alimentos que el nuevo ser está preparado para tomar. Los primeros días tras el parto, la leche será inexistente, lo que sale de nuestros pechos es un líquido amarillento llamado calostro. El calostro no es más que un montón de carbohidratos que le llenan de energía y grasas que ayudan al bebé a engordar que es, a lo que se dedica hasta pasados unos cuantos meses junto con el crecer. Es un líquido seroso, sí, como suero, de sabor dulzón. ¿Por qué dulzón? Muy sencillo, nuestro cuerpo es verdaderamente inteligente y atrae a los niños a través de este sabor, como si les dieran caramelos a la salida del colegio. Además es de fácil digestión, es acuosa y nada pesada para los estómagos de nuestros niños, digan lo que digan los cólicos, éstos se producen por otras razones.
Los primeros días son fatales, ya que a muchos bebés les cuesta muchísimo cogerse al pecho, pero superado éstos primeros momentos y tras la estimulación continua de la succión del bebé, sube lo que se denomina la primera leche. Además de las incomodidades, por no decir dolor o incluso fiebre que tiene la madre ante la subida de la misma.
El pecho se pone duro, enorme y duele al tacto. Esto pasa por que aún el cuerpo femenino no sabe que cantidad de leche puede necesitar ese bebé, no sabe si será un glotón o no, así que fabrica leche, en tal cantidad que los pechos llegan a convertirse en 1,2,3 o incluso 4 tallas más de sujetador. Todo te molesta, cualquier roce, cualquier movimiento brusco, gotea constantemente, tanto que a veces los discos absorbentes que venden en farmacias o supermercados, no son tan útiles como piensas al principio…Pero todo pasa, en unos días, hasta que el cuerpo se acostumbra a los horarios y cantidades de leche que el niño toma.

Antes de seguir un pequeño apunte. La leche necesita estímulo para subir, pero si el estímulo es inexistente, por que el bebé es prematuro o por que no consigue la mamá que se agarre al pecho, tranquilos, la leche siempre sube. Puede tardar 2-3 días, pero de subir, sube. Mi hija nació bastante prematura y aún no había desarrollado el instinto succionador, por lo que la leche, en vez de subirme a las 24-48h, me subió al 4º día y sin estímulo. Lo mismo ocurre cuando el parto se produce por cesárea.
Así que si os veis en el caso o similar, no hagáis caso de algunas enfermeras que os dirán que tenéis que estimularos el pecho, con aparatos, primero por que es dolorosísimo, segundo por que sirve para poco, tercero por que podéis crearos coágulos de sangre que el bebé tragará al succionar y puede derivar en una infección, etc…Hacedme caso, que para algo yo también soy enfermera. Sigo.
Pasados los primeros momentos y una vez el bebé se agarre al pecho de su mamá, aquel manjar hará su aparición, algunas veces solo con el acercar al bebé al pecho, éste «reclama» ser vaciado gustosamente (por cierto) por el pequeño.
La primera leche es como se llama, y ésta es tan espectacular que puede variar su composición según transcurra el día. A veces contiene más azúcar, a veces más carbohidratos, a veces más grasas...pero siempre contienen todas las vitaminas necesarias para cubrir las necesidades del bebé, además viene completamente estéril y sin manipulación…lo que hace que nuestro «envase» sea el mejor. Otro rico componente de nuestra leche son los anticuerpos, los nuestros, los de mamá, que pasan a través de la leche y ya desde dentro de nuestro ser protegemos a nuestro bebé.
La composición de nuestra leche cambia, adaptándose a las necesidades de los bebés, a los que ellos piden y a lo que ellos necesiten en cada momento. Si estamos amamantando a dos bebés, ya pueden ser del mismo parto o no, nuestro cuerpo producirá leche para alimentar a los dos niños. Si uno de los bebés es mayor, la composición de la leche se adapta a las necesidades del pequeño, que es el que tiene una dieta menos variada y necesita todo lo bueno que la leche de su mamá le pueda aportar.
Una vez la lactancia está instaurada completamente en la vida de mamá y bebé, la leche variará de nombre y comenzará a llamarse leche madura. Tiene los mismos componentes que la primera leche, pero es más rica en grasas y vitaminas.
Una de las cosas que puede cambiar el sabor de la leche y hacer que el bebé la rechace es la dieta que la mamá lleve, así si una mamá come cosas dulces, la leche será más dulce, si come salado será algo más salada y si comemos algo picante…ay amigos! El niño se pondrá rabioso, a no ser que tengas entre tus brazos un glotón y se coma todo lo que le pongan por delante. Por esos las mamás que amamantan deben tener cuidado con lo que comen, su médico o comadrona o incluso el pediatra le dará las indicaciones necesarias.
La leche de una tetada no es siempre la misma, desde que el bebé posa sus labios en el pezón de mamá, la leche se va fabricando y mientras notas que fluye por tu pecho hasta llegar a su boca, la composición ya ha cambiado. Al principio es más acuosa, y más fácil de tragar y digerir, es más rica en azúcar y carbohidratos y más baja en grasas. A medida que la tetada avanza la leche toma un tono más blanco y menos acuoso y se convierte en un alimento completamente rico en grasas, vitaminas y anticuerpos. A la mitad de la tetada es cuando la leche es más rica en estos componentes y a medida que la leche de un pecho se acaba se vuelve a convertir en acuosa…¿Los misterios de la vida, son fascinantes no creéis?

¿Qué tiene a favor y en contra este tipo de alimentación? A favor, tiene todas y cada una de las cosas que se te ocurran. No hay nada más natural y gratificante y rico que la leche que sale del pecho de una mamá y ella disfrutará cada minuto que dure ese momento, ya digo que para las mujeres es algo mágico, el ver como tu hijo disfruta y se sacia y se llena…es…increíble. Es un alimento estéril, siempre a la misma temperatura, no se estropea, en la dosis necesaria, es barato, higiénico, cómoda para la mamá y rica para el bebé. Nuestra leche casi no contiene ningún componente que pueda resultar alérgeno, como lactosa, la dosis es tremendamente baja, así que el riesgo de intolerancia es ínfimo.
Así que si pensáis que es un engorro, en realidad no lo es. Para la mamá, a veces sí que puede llegar a ser violenta, no por dar el pecho, si no por el hecho de la vergüenza que pueden sentir algunas el dar el pecho a su bebé en público. No a todas nos gusta ir enseñando el pecho por ahí (no es mi caso), ni a todo el mundo le gusta ver a un bebe mamando, (a mí me ha pasado), pero pensar que ellos también comen, igual que tú y que sus horarios no son los nuestros, los niños comen a demanda, cuando quieren y en la cantidad que necesitan, así que perder la vergüenza, alimentar a tu hijo, no es motivo para tener éste sentimiento.
Cómo he dicho, los bebés se alimentan a demanda. ¿Qué significa esto? Cuando ellos quieran. El pecho siempre estará listo, incluso llega a producir sin que el estímulo de la succión halla empezado. La leche sube adaptándose a los horarios del bebé, así si un bebé come cada dos horas, el pecho comenzará su fabricación a las dos horas y si come cada cuatro, pues cada cuatro, adaptándose así a lo que el bebé requiere.
¿Sentirás dolor cuando comience el bebé a mamar? No, nada de dolor, sentirás una ligera molestia hasta que la leche cubra por entero todos los conductos galactóforos, que son los conductos que llevan la leche hasta el pezón y luego sentirás como tu pecho comienza a gotear…A veces los bebés se atragantan por la cantidad de leche que sale la primera vez…y succionan más rápido…ver sus boquitas en plenos proceso en entrañable!

Así que resumiendo:
1º La leche es un alimento único para los bebés, por mucho que los anuncios digan que su leche es la que más se parece a la de mamá, ni pizca de comparación, pero si no se puede, una buena leche para que nuestros hijos crezcan sanos y fuertes será suficiente.
2º La leche nunca tiene la misma composición, cambia a diario y varia conforme pasan los meses adaptándose a las necesidades de los bebés.
3º La primera leche que sale del pecho de una mamá se llama calostro un suero amarillento que dará paso a la primera leche y luego a la leche madura que es la que alimentará a nuestro bebé hasta que le retiremos el pecho.
4º Alimento barato, rico, estéril, que no se estropea con los cambios de temperatura, fácil y cómodo de transportar, siempre a la temperatura adecuada, con componentes que defienden a nuestros bebés con nuestro mismo sistema inmunológico, estéril y sin manipulación previa, en la dosis necesaria…
5º El vínculo que se crea bebé-mamá. El momento del amamantamiento es tan íntimo, particular, es tan nuestro…Con un biberón, no es lo mismo, lo digo por experiencia…
6º Todo lo demás que se os ocurra y bueno. Nuestros hijos son lo más importante de nuestra vida, ya sea propio o por adopción y siempre buscaremos lo mejor para ellos, y este es el mejor alimento que le podremos dar.
2 respuestas a «Lactancia materna: No existe un alimento mejor»
buen día, gracias por toda la información proporcionada ya que es muy importante la etapa de lactancia. Por favor que me aconsejan para poder aumentar la producción de leche materna. Retorne al trabajo dejando de casi tres meses a mi bebe, y ya probé con varias cosas que me dijeron: hinojo, leche evaporada, sésamo, chicha de quinua y otros.
También me saco leche con el extractor dos veces al día pero aun así no abastezco a la demanda de mi bebe y tengo que ayudarme con formula.
Lo mejor y más efectivo sin duda es ponerlo siempre que puedas. Te recomiendo que preguntes en Edulacta, son especialistas y te podrán ayudar mejor que yo