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Maternidad

Desafortunado artículo de la revista Intouch

Bajando esta mañana a comprar el periódico este titular de la revista InTouch me ha saltado en todo el ojo y no he podido resistir la tentación de comprarla. No ha sido tanto el “qué horror de mamás” (que también, que parece que ninguno tiene padre) sino el “educar de la manera adecuada”.

A ver: que levante la mano el que ha pensado alguna vez que Suri Cruise es una consentida de padre y muy señor mío y que la culpa es de los padres. Todos a la vez, no. No es que me haya molestado parte de las cosas que dice la revista, como el que no es bueno para una niña de cuatro años ir con tacones todo el puñetero día, por ejemplo, o que un niño no debería andar de fiesta en fiesta de adultos hasta las mil día sí y día también. Básicamente porque me parecen de sentido común. Es el “tonito” acusador lo que me enerva.

¿Y qué es educar de la manera “adecuada”? Que yo sepa no existe “UNA” manera de educar a los niños, una verdad absoluta fuera de la cual todo está equivocado. Me parece a mí que cada uno, en consonancia con nuestra manera de pensar, tratamos de educar a nuestros hijos de la manera que a nosotros nos parece correcta. Yo llevo habitualmente a mi hija pequeña en un fular y lo mismo me vienen y me dicen que vaya suerte que tiene, que está tan pegadita a mí y que qué bien que va, que a continuación me viene otra y me dice que se va a acostumbrar a estar en brazos. Personalmente he elegido ir con ella así, y para mí es la manera adecuada, pero estoy convencida de que hay gente a la que no se lo parece.

Me molesta mucho la ligereza con la que se entra a juzgar las vidas familiares de ciertas personas en el artículo. Lo prometo: a mí Brangelina nunca me han caído demasiado bien, pero es que me parece alucinante que arremetan contra ellos de la manera en que lo hacen y menos en lo que se refiere a la educación de los hijos. Porque otra cosa no, pero me parece que tienen muy claro cómo quieren educar a sus retoños, que no es que sea algo fruto de la improvisación. Dice el artículo

“Angelina incluso tolera que Maddox se chupe el dedo todavía, y eso que ya tiene ¡casi nueve años! ‘Tomar medidas rigurosas no corresponde a mi concepción de la educación’, explica la actriz. Según el pedagogo Luis Alarín, esta manera de educar no es la recomendable: ‘Los padres son los que deberían regir la educación de sus hijos en base a principios básicos como obediencia-premio, desobediencia-castigo. Es la única forma de que los niños se sociabilicen y aprecien el valor de las cosas”

Alucinante me parece. ¿Qué saben ellos de las razones por las que Maddox se chupa el dedo? ¿Saben de verdad si han tratado de ayudarle? Y, lo siento señor pedagogo, pero yo también debo ser una madre espantosa porque tampoco creo que tomar medidas drásticas sea siempre la solución.

Una cosa que ven fatal en la revista es que los padres no intervengan cuando Pax y Maddox se pelean por los juguetes (¿y?) o que viajen constantemente. Vale, aceptamos barco, tal vez que los niños siempre anden de aquí para allá tiene su parte negativa, pero ¿sería mejor que se quedaran en casa y sólo vieran a sus padres de higos a brevas? Es que se olvidan de que son actores, es lo que hay. Y que además nunca trabajan los dos al mismo tiempo para que uno pueda estar dedicándose a los niños. No van a hacer las películas al lado de su casa siempre y viven de ello. Cuando yo era pequeña había bastantes hijos de militares en mi colegio y el que los trasladaran de destino cada cierto tiempo era algo con lo que ellos ya contaban. Esto son lentejas, si quieres las comes y si no, te dedicas a otra cosa.

La parte de Angelina y Brad me ha indignado, pero la de Jennifer López es ya de traca. Foto con los niños en lo que parece una piscina. Ella relajada, con gafas de sol y una copa en la mano, de vino dicen. Los niños pegados a ella jugando. Abajo, foto de ella aparentemente en un concierto gritándole a alguien, pero como animándole o similar. Titular: ‘Con sus hijos se aburre y sin ellos se lo pasa en grande. J.Lo se deshace de sus hijos’. En fin.

Punto uno: si en la escena de la piscina se pone a gritar como cuando sale de fiesta pensaríamos que está loca. Punto dos: los niños cansan y aunque una se siente dos minutos a relajarse un poco no creo que sea un delito. Punto tres: yo adoro a mis hijas, pero creo que no me convierte en mala madre desear a veces salir por ahí sin ellas y disfrutar un poco de estar a solas con mi marido. Pero si esto ya es para fliparlo, el titular de abajo es directamente de juzgado de guardia: Su familia TIENE QUE AYUDARLA. Su hermana Lynda tambíen tiene que ayudar como niñera con sus sobrinos. Para que Jennifer pueda dedicarse tranquilamente a su carrera, su madre cuida a menudo de Emme. En esta parte me sale soltar un exabrupto pero me contendré. A ella la tienen que ayudar, carajo, y a mí también, y a casi todas las madres que conozco. Sean sus familias, las guarderías, o las personas que contratan. Tú me contarás si no, con jornadas laborales que terminan a las mil, treinta días de vacaciones en tu trabajo y muchos más en el cole… es que o te ayudan (más, menos, gratis, pagando) o a ver cómo te las ingenias.

Ah, pero Jennifer López es mala, malísima, una gran gran egoísta por querer seguir en su profesión. A ver: cuando tuve a mis hijas elegí buscar un trabajo a media jornada mucho menos estimulante pero más compatible con la maternidad. He disfrutado de excedencias con ambas. Y no me considero ni mejor ni peor madre que la que dice que a ella su trabajo le encanta y que no quiere reducirse la jornada, ni que aquella que decide dejar de trabajar, ni la que vuelve a su trabajo porque no le queda otra porque no llega a final de mes y no se puede permitir el lujo de dejar de trabajar. Cada uno tenemos unas prioridades, unas necesidades y unas circunstancias. Y llamar de manera soslayada mala madre a alguien porque vuelve a trabajar me parece trasnochado

Algo parecido ocurre con Victoria Beckham. Vale, otra que me parece una pedorra de tomo y lomo y que me cae bastante mal. Pero hay cosas que son, y otras que no son. Y por muy idiota que me parezca ella, creo que quiere bastante a su marido y a sus hijos. Pero claro ¡se atreve a tener una carrera profesiona! Dicen: “Ella sólo piensa en la moda. La prioridad de Vicky es la moda. Este año la Posh se ha recorrido medio mundo para presentar su última colección, que tiene mucho éxito” ¿¿¿¿MANDE???? Estamos hablando de algo que es su profesión, que les reporta un dinero, del que viven. Ella no puede osar tener ambición profesional, pero en cambio, dicen tan campantes “(…) sobre todo porque David, la persona más importante en su vida, no está habitualmente en casa porque juega en el AC Milan“. Ah, que ella no puede hacer ningún viaje pero que el papi viva en otra ciudad no es problema. La culpa, seguramente, también será de Vicky. Tendría que irse a Milán a vivir con su marido, a hacer de perro faldero y a llevar y traer a los niños al cole. Nada de salir, nada de divertirse, nada de trabajar.

¡¡¡Es que me pongo de los nervios!!! Ellas son unas madres horribles pero es que a los padres ni los nombra. Y de hacerlo, es para disculparlos. Porque claro, parece ser que los niños son nuestros únicamente y toda la culpa es nuestra. De todo. De la crisis, probablemente, también tengamos la culpa las madres.

En fin. Me ha parecido un artículo realmente desatinado. Que sí, que son unas petardas, que sí, que sus hijos son peculiares, algunos muy mimados, y en todo caso, todos con circunstancias muy especiales, pero no se puede hacer un artículo arremetiendo de esa manera contra ellas por cosas que no son. ¿Quienes son ellos para decir que sus hijos les aburren, no son su prioridad etc? Uf… me hierve la sangre

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Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

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