Todavía no conozco a un niño al que no le gusten los caramelos. Y bueno, les gusten o no, lo que es seguro es que cualquiera se vuelve loco con los bonitos colores que tienen algunos. A mí me pasa… las piruletas no es que me apasionen especialmente, pero en este caso como con la vista y aunque sea para simplemente guardarlas me encantan los caramelos diferentes.
Pappabubble es una marca creada por dos australianos artesanos del caramelo, Christopher King y Tommy Tang que se liaron la manta a la cabeza, lo vendieron todo y se marcharon a Barcelona, Amsterdam y Tokyo, donde fundaron las tiendas Papabubble. Ahora mismo tienen tiendas además de en esas ciudades en Nueva York, Taipei y Seúl.
Todo el caramelo que venden es artesano y es un auténtico lujo para los sentidos. Es más, lo fabrican a la vista de los clientes, lo que lo hace todavía más especial. Utilizan multitud de sabores, fragancias, algunos naturales y otros más elaborados que hacen de cada caramelo algo especial. Como cosas divertidas, han creado unos anillos de caramelo con una pinta estupenda (tanto para la vista como para el gusto… la cosa es ver cuánto duran sin que les demos un tiento) o incluso una fragancia de caramelo en pica-pica. Perfume que se come.
Porque otra cosa no, pero Papabubble reinventa el caramelo día tras día y convierten algo tan clásico como el caramelo en una nueva experiencia.
Admiten pedidos personalizados y tenéis caramelos de todas las formas posibles. También son especialmente llamativas sus presentaciones, en bolsas, botes, piruletas y como podáis imaginar. Puede ser una cosa muy interesante para bautizos, comuniones y distintos acontecimientos.