La verdad es que de unos años a esta parte se nota que las distintas marcas se han puesto las pilas para modernizar cosas que llevaban un montón de años estancadas. Cunas, tronas y carritos sobre todo han sufrido un proceso de reinvención muy beneficioso para el sector que ha dado lugar a productos muy innovadores, muy bonitos y muy prácticos. A mí parecer, las hamacas para bebé han ido un paso por detrás hasta hace nada. En general era todo más de lo mismo. Gracias a dios, parece que también han empezado a comercializarse cosas interesantes y que se ha perdido un poco de tiempo en estas cosas, puesto que las hamaquitas de bebé, realmente, es algo que suele resultar de mucha utilidad para los papás.
Luego vas, y tienes una hija como la pequeña mía, que habrá estado dos minutos en toda su vida en la gandulita, es ley de Murphy.
¿Qué tiene que tener una hamaca de bebés para que sea perfecta? Para mí, tiene que ser lo suficientemente grande como para que la pueda utilizar mucho tiempo y lo suficientemente acogedora para que el crío no se pierda en ella y esté incómodo. Me parece fundamental que tenga un arnés de sujección para que los niños estén protegidos y no se puedan caer, sobre todo cuando son más mayores. Tiene que plegarse bien, porque luego si no, es un tastarro en casa. Cuanto más plano sea su plegado, mejor la podremos apilar en el trastero. Tiene que ser ligera, porque lo más fácil es que tengamos que moverla de un sitio para otro en la casa, a veces con el niño a cuestas. Y poco más.
Hasta la fecha, la hamaquita de bebés que más me gustaba era la de Baby Björn, que de hecho fue la que pedí como regalo “por vicio” cuando nació Mencía, mi hija pequeña. Ya teníamos otra, pero me hacía mucha ilusión ésta precisamente porque reunia todas las características que he descrito arriba. Para mí, no había competidora en cuestión de practicidad. Quizás en el plano estético sí (me gusta mucho la hamaca de Boon) pero como hamaca cómoda para los niños y las madres, ninguna.
Pero acaba de entrar en España la marca Nuna, holandesa y de diseño para más señas. Y uno de los productos que traen es precisamente esta hamaca Leaf que veis en la foto. Para mí es una hamaquita espléndida porque reune todas las características que comentaba antes. Ultraportátil, muy cómoda (su textil es acolchadísimo), ligera y estable, en fin, que no se le puede sacar ni un pero ni medio.
Me gusta lo sólida que se ve. La hamaca puede ponerse fija, para que no se mueva, o bien dejarla para que el mismo bebé con sus movimientos se balanceé. Como el culete del bebé está en el aire, esto es extremadamente sencillo, no hace falta apenas fuerza porque el crío es mecido por la inercia. Esto es muy útil para cuando se quieren dormir, puesto que la hamaca les acuna.
Los textiles son todos lavables, de algodón 100% orgánico. Para que sea suavecita, en la parte de arriba tiene una felpa muy agradable al tacto.
Aguanta hasta los 15 kilos de peso, así que tiene una vida útil muy larga.
Una de las cosas que más me gusta es su estética que, como su nombre indica, imita a una hoja. Es muy, muy bonita. Su pie es extremadamente ligero y metálico y dota al conjunto de una ligereza estupenda.
Links
- Comprar la hamaca Nuna Leaf
- Web de Nuna