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Maternidad

Se armó con la lactancia materna…

A Giselle Bundchen se le ocurrió decir en Harper’s Bazaar que debería haber una ley que obligara a las mujeres a dar el pecho hasta los seis meses y se ha armado la de dios… ¡¡¡Giselle, a quién se le ocurre!!! Y es que ponerse a hablar de la lactancia materna es como meterse en un campo de minas: las posibilidades de que salgas indemne son más bien pocas. Hay pocos temas tan polémicos como éste en el mundillo de la maternidad. Y digas lo que digas, te van a dar por todos los lados. Sólo hay otro tema que provoque la misma reacción: tengo una amiga que se le ocurrió abrir un post en un foro que se llamaba «Estivill vs Carlos González» y se armó la marimorena.

Giselle Bündchen
Foto: Giselle Bündchen vía Shutterstock

Creo que es porque en la cosa de la maternidad las mujeres estamos tan preocupadas por tratar de hacerlo bien que cualquier cosa que se nos diga nos lo tomamos muy a pecho. A veces demasiado. Soy una persona muy poco dada a extremismos y muy del vive y deja vivir, así que no me gusta meterme con lo que hace o deja de hacer la gente. Estoy convencida de que todas, en el fondo, actuamos de la mejor manera que sabemos / podemos, y que hay pocas recetas universales que funcionen fijo con todo el mundo.

Yo he tenido las dos experiencias, una niña criada a biberón (y muy poquito pecho) y otra que es una mamona en el sentido más literal de la palabra. Con la mayor quería darle el pecho y os juro que leí, me informé, me asesoré… y no hubo forma. No por problemas físicos, realmente, sino porque a ella no le daba la real gana. Era una niña muy tranquila, muy dormilona, y no estaba en absoluto interesada en la teta, por más que me empeñé. Se crió sola, sin apenas llorar, durmiendo desde el primer día en su cuarto, y no había niña.

En cambio la pequeña desde el primer día fue otra historia. Lo primero que me dijeron cuando me la trajeron apenas parida fue «jo, qué carácter»… y con su carácter sigue. Sus primeros meses se los pasó literalmente llorando por más que hacíamos para que no llorase. Fue durísimo. A mí no me gusta que los niños lloren si lo puedo evitar, así que creo que lo probamos todo. No soy especialmente fan de la crianza natural aunque lo pareciera. Estaba todo el día enganchada a la teta, en brazos el resto del tiempo y yo dormía con ella. ¿Y lloraba menos por eso? No lo sé… porque seguía llorando como si la estuviesen matando. Apenas ponía el pie en el suelo, se despertaba y vuelta a lo mismo. Lloro, teta, lloro, no duermo, teta, lloro. Así todo el día. Desquiciante. Me quedaba el consuelo de que lloraba acompañada, pero ¡¡¡vaya si lloraba!!!. Donde únicamente parecía más relajada era en el fular que utilizaba para transportarla, así que me pasaba el día con él, tanto que una vez que iba sin ella una madre me dijo que me veía rara… y era porque no llevaba el fular con la niña.

La gente más fanática de la crianza natural dice que los niños criados así son más felices y no lloran tanto. Yo siento discrepar. Mi hija criada a biberones se pasaba el día de sonrisa en sonrisa, dormía como una bendita y era una delicia. Por muchos brazos que le diera a la pequeña, teta a demanda y colecho, estoy convencida de que la pequeña era más infeliz. ¿Que hubiese sido más infeliz aún si no la hubiésemos cogido, dado teta y dormido con ella? Seguro. Si yo hacía todo eso era porque estaba mejor así. Pero bien, ni de coña. Al final fue cuestión de tiempo, y ahora que tiene 10 meses es una cría sonriente, feliz de la vida y eso sí, con el mismo carácter fuerte. Seguimos cogiéndola siempre que quiere y sigo dándole el pecho, pero parece otra.

¿Con todo esto qué quiero decir? Que muchas veces se nos olvida que cada niño es un mundo, y que lo que funciona con unos, con otros no. Cada madre conoce a su hijo y sabe lo que necesita… yo me niego a pensar que haya quien actúe de mala fe y que aún sabiendo qué es lo mejor para ellos se lo niegue. Genéticamente no estamos preparadas para eso.

A mí me parece que nadie debe meterse en lo que hacen los demás. Que es necesario el respeto mutuo hacia las distintas formas de pensar. Está bien que cada uno exprese qué es lo que considera mejor, pero siempre sin tratar de imponerlo a los demás. Personalmente, creo que es tan respetable la madre que le da el pecho a su hijo hasta los 3 años que aquella que dice que no quiere y no se lo da. O la que lo intenta y por lo que sea se pasa al biberón.

Como digo, yo he vivido las dos situaciones. La de estar con mi hija y sacar un biberón para dárselo y la de estar con la otra y sacarme el pecho para que coma. Allá donde me pillé, nunca me he cortado. Y os prometo que he visto más caras raras y me he oído más comentarios meticosos cuando le he dado el biberón que cuando he dado el pecho. Os lo prometo. Estoy hablando de España, de una ciudad, en otros sitios no sé cómo será la cosa. Hablo de MI caso.

A mí ni me parece mal ni bien lo que ha dicho la Bündchen. Luego lo ha matizado en su blog y la cosa no pinta tan radical como parecía… es lo que suelen tener las entrevistas, que las cosas se sacan de contexto y se magnifican. A mí me parece bien que ella exprese su opinión, que no por ser «genéticamente perfecta» (como he leído que ha dicho Liz Gummbinner de Coolmompicks) o por pertenecer a una élite como decían otros, no tiene derecho a ello. Me parece genial que esté viviendo su maternidad de forma tan involucrada y que quiera hablar de estos temas. Tampoco hay que montar tanto drama: es lo que ella opina, y nada más. Igual que yo puedo opinar otra cosa, ella dice lo que piensa ¿desde cuando esto es un pecado?. Con hacer lo que uno crea y sienta, ya está…

En todo caso, ya sé que es un tema espinoso y que estas cosas se prestan a que nos exaltemos. Sinceramente, creo que es mejor vivir en el respeto, oyendo las distintas posiciones y haciendo, sin más, lo que nosotros consideramos. Y si hablan, pues que hablen. Total, siempre habrá quien mire con cara reprobatoria lo que hacemos…

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

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