Una de las principales preocupaciones de los padres es que los niños no se destapen, porque dan mil y una vueltas en la cama y muchas veces acaban con el ombligo al aire. Una de las cosas más utilizadas son los saquitos para dormir, tipo Grobag, que son tipo saco de dormir. Son utilísimos para mí, pero tienen el inconveniente que sólo sirven hasta el año y medio – dos años a todo tirar y hay niños que se siguen destapando pasada esa etapa.
En ciertas comunidades autónomas por lo que tengo entendido está más extendido el uso de la sábana fantasma, que es otro invento bastante útil para estos menesteres. Viene a ser una sábana que se ajusta sobre la bajera de igual modo, y que cuenta con un chalequito por el que el bebé o el niño se mete. Como la sábana está sujeta a la cama, el bebé no tiene ninguna posibilidad de destaparse o de salirse. Tiene libertad de movimientos, no es que esté anclado a la cama, lo único que no puede es destaparse o caerse. Nada más.
La sábana se comercializa en distintas medidas, tanto para cuna, como para cama e incluso se vende para camas de matrimonio, si es que colecháis. Podéis comprarlas aquí.
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