Cada vez más los artesanos que están por la red personalizan sus creaciones en textil con una etiqueta con su nombre o logotipo. El problema es que, como hagas pocas cosas encontrar un sitio donde la cosa no te salga por la torta un pan (expresión muy de mi madre) es complicado. Mi madre, como ya sabéis, hace muchas manualidades y le apetecía tener sus propias etiquetas, pero claro, su volumen es muy pequeño ya que se limita a cosas para regalar y poco más. Así que muchos de los fabricantes nos las hacían pero caras de la muerte mortal.
En el sitio donde al final las hicimos hacen trabajos para grandes volúmenes, pero, lo que era más interesante, por un precio razonable teníamos posibilidades de hacer también etiquetas a muy pequeña escala. Quedamos muy contentos y cuando se acaben encargaremos más porque no es mucho el gasto y la cosa queda bastante más presentable que los experimentos que habíamos hecho anteriormente.
El sitio en cuestión es Txapelmedia y lo que me interesa a mí son lo que ellos denominan como «venta doméstica». Son tres las posibilidades:
- Etiquetas bordadas a bastidor (hay posibilidad de hacer pedidos desde 15 euros)
- Etiquetas termoadhesivas (15 euros 100 etiquetas con los gastos de envío incluidos)
- Etiquetas de raso a color, que fue la opción que elegimos nosotros.
Como os digo, el resultado es magnífico y nosotras no necesitamos más. Evidentemente, no es lo mismo que una etiqueta bordada, pero es que nuestro volumen no da para hacerlas sin empeñar un riñón y/o llenarnos la casa de etiquetas hasta que mi madre se jubile. Y esto queda apañado. A todo color, sin restricciones de colores y con la única limitación del espacio, que es el que es.
Tienen dos opciones; imprimir en una cinta de raso de 12 mm con un área de 10mm x 60 o bien hacerlo sobre una cinta de 25 mm con un área de 50mm x 22mm. La primera opción cuesta 25 euros y la segunda 33, en ambos casos 100 etiquetas. A nosotras nos resultaba demasiado grande, así que lo que hicimos fue poner en ese espacio 3 dibujos casi idénticos y así, en la práctica hemos acabado teniendo 300 etiquetas.
Tienen un margen de seguridad entre etiqueta y etiqueta así que se pueden coser sin problemas, porque el raso ya sabéis que se deshilacha un poco. Pero con quemar los bordes es suficiente. ¡Maravillas hacemos con ellas! Para un usuario «normal», no profesional, con 300 etiquetas tiene para una buena temporada y por 33 euros, el coste por cada una de ellas es de risa. También podeis, si no sois costureros, hacer cintas para coser en la ropa de los niños un poco más estilosa de la clásica cinta blanca que venden en las mercerías.
