Creo que hoy he agotado todas las exclamaciones de mi teclado… madre cuántos post con exclamación. Ya me perdonaréis, pero es que estoy tan emocionada con el sorteo como los participantes ¡creí que nunca iba a llegar el día!. Pero bueno, no venía yo a hablar de eso sino del Día de la Madre.
Esta hija mía pequeña que parece ser descendiente de Mike Tyson, en vez de despertarme a mamporro limpio como suele ser lo habitual (fina y delicada que es ella), hoy ha debido olerse algo porque me ha despertado con besitos. A las 8:45 de la mañana, además, todo un detalle por su parte porque a mí me han salido las niñas madrugadoras y normalmente suele ser mucho antes. Aldara en cuanto me ha oído ha venido corriendo a darme un beso y me ha felicitado diciéndome ¡¡¡hoy es tu día, mamá!!!
Las manualidades de turno ya me las entregaron el viernes porque no podían esperar. Mencía me dio un marcapáginas y una poesía (que era una monada por cierto), así como quien no quiere la cosa. Para mí que no se enteraba mucho, pero vamos, a mí me hizo ilusión igual. Y por la tarde Aldara me entregó lo suyo y me encantó. Ella sí que no se veía capaz de esperar al domingo.
Yo esta mañana le he preguntado a mi madre si quería mi manualidad y me ha dicho que de mí ya no le hace ilusión jajajaja. Será cabrita… con lo bonitos que me quedan a mí los dibujos, según Aldara. Y a mí, que Dios no me ha llamado por el camino del dibujo, me hace mucha ilusión. ¡Benditos ojos que lo miran todo con benevolencia!. En realidad a mí lo que me gustan son los dibujos que hace ella, en los que salgo delgadísima, estupendísima y felicísima. También parezco la prima de Dumbo, pero ¡no se puede tener todo!.
Hoy hemos tenido día de exaltación de la maternidad. Lo siento, pero yo con estas cosas no lloro, para eso está el vídeo del Waka Waka. Triste pero cierto. Es oír el puñetero Waka Waka en youtube, ver a todos esos hombres sudorosos jugando al fútbol y me empiezan a caer lágrimas como puños. Romántico, ya os digo. Es uno de los efectos secundarios de la maternidad. Después de tener hijos lloras por cosas tan idiotas como esas, máxime cuando lo habré visto unas cien veces y además mi hija suele estar haciendo bailecitos al mismo tiempo. ¡Qué puedo decir!
Por otro lado, hemos decidido irnos a comer al Vips todos juntos. Me ha alegrado sobremanera que esta vez la que lloraba «a la Mencía» (o lo que es lo mismo, a grito pelado) no era mi hija. Es un detalle irnos a comer y que por una vez sean otros los que la monten. Me pillaban lejos, pero os aseguro que les hubiese mandado una mirada de solidaridad de haberlos tenido cerca. Aldara está un poco acatarrada y un poco pocha. De hecho al venir a casa se ha echado una siesta motu proprio de tres horas, algo que no es en absoluto habitual en ella. Mencía se ha comido el equivalente a una vaca para su tamaño (joder, cómo zampa la tía, ésta en cuatro días nos arruina, tendré que pedirle un plus a mi jefe sólo para pagar lo que come), y se ha quedado como un oso antes de hibernar. Pero ¡falsa alarma! La hemos subido roquefor a casa, la pongo en la cama y ¡zasca! los ojos como platos. Lamadrequelaparióquesoyyo. Así que a pesar de estar catatónica ha dormido exactamente diez minutos. Cagüentó. Lo que nos ha costado venir del centro a casa en coche. GRRRRRR.
No sé si a vuestros hijos les pasa, pero las mías no saben cuando están agotadas. Están muertas matadas, cansadas a más no poder y en vez de apijolondrarse (que es exactamente lo que me pasa a mí, que me quedo lela y lo único que quiero es vegetar), les da por ponerse hiperactivas. Y como encima están reventadas, pues están más pesadas que moscas cojoneras. El viernes (que suele ser el día más crítico por el cansancio acumulado de la semana) me montaron un pollo en Du Pareil Au Meme de lo más divertido. El resto de clientas se debieron pensar que yo estaba fatal, pero es que uffffff. Las hubiese matado. Esto de que en dos minutos se baje la una del coche, la otra comience a quererse poner a jugar y a hacer el pino en medio de la tienda e ipso facto se tiren la una sobre la otra me ataca los nervios. Es que no hay quien compre… Ya os digo, lo más probable es que el resto de clientas pensaran que estaba oligofrénica, pero francamente, llueve sobre mojado y me tienen hartita con el tema.
En fin, que me reclaman el ordenador, así que ¡¡¡feliz día a todas!!!