Algo muy importante para mí en las cosas que nos compramos de niños es que no abulten demasiado. Al principio es algo que te da un poco igual, pero conforme tus hijos se van haciendo mayores y tú vas atesorando más y más y más cacharros, al final te acuerdas de todos tus muertos por no haber sido más minimalista.
Las primeras hamacas eran auténticos cacharros que abultaban la mundial, pero gracias a dios, la tendencia hoy en día es a ir haciéndolas cada vez más pequeñas, sin que por esto quede comprometida la comodidad.
Un modelo que me gusta mucho es esta hamaca loft de Inglesina que es de lo más compacto y que tiene una apariencia comodísima. En la marca dicen que han hecho especial hincapié en el textil para que fuera un producto muy cómodo para los bebés. Su hamaca loft tiene distintas posiciones, que se regulan desde la parte trasera fácilmente y es un balancín también, aunque se puede bloquear y dejar fija. Pesa 4,5 kilos, que es más bien poquito, lo que hace que se pueda transportar con facilidad. Por supuesto cuenta con arneses y reductor para los primeros meses.
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