Voy a morir. Añadiría «vamos» a morir. Esto es un remedo del infierno. Debo ser de las pocas a las que el verano no le gusta. No me gustaba cuando era estudiante y ahora que verano es sinónimo de «haz malabarismos para empaquetar a las niñas sin demasiados remordimientos» me gusta menos. No soporto el calor. Da igual como vayas, en pelotas si quieres, que sigues teniendo un calor de la leche y sudando como si fueras un pollo. A veces pienso en mí misma como un pollo de esos que están ensartados en un palo dorándose al fuego. Muy poco sexy, pero muy cercano a la realidad. Me gusta mucho más el frío. Al fin y al cabo, si una capa no te sirve, te pones dos, y aunque sea a costa de parecerte sospechosamente al muñeco de Michelín, consigues estar dignamente. También es verdad que la gente de Zaragoza estamos hechos de otra pasta. Crecemos con el viento soplando con fuerza a nuestro alrededor. Un viento que se mete por todos los sitios. Los que somos de aquí no nos damos ni cuenta, pero todos los foráneos que han acabado recalando aquí es una de las primeras cosas que nos dicen ¡jo, como sopla el cierzo!. Va a ser que sí. Pero yo ya ni lo noto, salvo cuando es muy salvaje.
En fin, todo esto venía a que hoy casi muero recocida. Hemos tenido la despedida de una profesora muy querida por mí en el colegio. Se jubila. A ella le debo muchas cosas. Entre otras, esta obsesión mía que me persigue por la ortografía. Y una letra bastante buena, también. Muchas más a nivel personal. De esas, un montón. Me ha dado pena que se jubile. Mucha.
El colegio era una especie de horno crematorio. No había quien respirara ahí. ¡Santo dios bendito! Hemos salido a tomarnos algo a una terraza y aunque han caído cuatro gotas han sido un poco de mentira. De esas que mojan, pero no refrescan en absoluto. Bochorno licuado. Un rollo.
Y de lo más emotivo a lo más superficial. Este calor asfixiante me ha recordado que nos vamos a Port-Aventura y que mis hijas andaban sin bañador. La peque me preocupa menos porque tengo quintales de ropa de la mayor, pero el culillo de Aldara necesitaba «algo» con que taparlo. Y vengo un poco desesperada de la vida.
Primero ¿por qué encontrar una braguita que cueste menos de 15 euros es tan terriblemente complicado? Vale, igual soy una rancia y una agarrada pero, francamente, me parece todo carísimo. A ver, mis hijas en verano se pegan el día en bikini. O lo que es lo mismo, que con uno no tenemos ni para empezar. Y a 15 euros el trocito de telita para el culo, ozú, nos sale el verano por un pastón, porque no vamos a irnos luego de paseo en bragas, y también tienen que tener algo de ropa normal y corriente. Digo. Y sí, se puede tener un bikini más mono, el bañador de los domingos, pero ostras, necesito alguno normalito y corriente. Si no pido gran cosa…. hasta a la Kitty estoy dispuesta a renunciar (yo, Aldara no sé). Un bikini, con coloricos, me da igual cuales, liso y laso, normal, corriente y moliente. Pues NADA por debajo de 15 euros. H&M, Zara, El Corte Inglés e Hipercor. Mi última opción era Tuctuc, mi querido outlet, pero tampoco. Así que por ese dinero por lo menos me he llevado un bañadorcito un poco más especial, que costaba el doble, pero ahí está siempre todo al 50%. ¡Menos da una piedra!
Segunda duda existencial ¿por qué narices a partir de la talla 4 todos y digo TODOS los bikinis que he visto llevaban parte de arriba? ¿Estaré yo un poco desfasada y ahora a las niñas les salen los pechos a los 5 años? ¿Qué narices tiene que tapar una cría de 5-6 años? No sé. He visto bañadores, triquinis, bañadores con su sujetador, pero braguitas sin más ni una. Y tienes la opción, diréis, compra el bikini y que no use la parte de arriba. Sí, es una opción. Pero por un lado me fastidia pagar por algo que no se va a usar nunca (y que va a acabar cogiendo polvo en un cajón) y por otro lado, es que son muuuuuuuuuuuuuy listos. Caso de bikinis de HM de Hello Kitty. Todas las gatas están en el sujetador, la braguita es lisa, a rayas, o lo que sea, pero sin rastro de la dichosa Kitty. De modo que si las usas a pelo, sin utilizar el suje, son perfectamente anónimas. No es que a mí esto me lleve por la calle de la amargura, pero pagar un poco más por un bikini de Hello Kitty (porque te lo cobran) para que luego sea un bañador liso, pues a ver cómo os lo explico…
Vale, todas estas preocupaciones y cavilaciones tienen poco que ver con la paz en el mundo y desde luego son bastante intrascendentes… pero trascendentes o no, me voy a Port-Aventura el viernes ¡¡¡¡y tengo a la hija (casi) con el culo al aire!!!!!!