Port-Aventura con niños: Sésamo Aventura

Acabamos de volver de nuestras vacaciones en Port-Aventura y ¡me muero de ganas de contaros que tal ha ido! Lo hemos pasado GENIAL. Teníamos nuestras dudas cuando reservamos las vacaciones, pero no ha podido salir mejor. Las dudas venían porque no sabíamos si Mencía, que hace los dos años en octubre iba a disfrutar de la experiencia. Pero pensamos que ya que hasta los dos años no se paga, tampoco era mucha la pérdida ¡y no nos equivocamos!

Nuestra duda inicial era ¿Cogemos hotel en Port-Aventura o por el contrario alquilamos un apartamento fuera? A mí el momento apartamento me daba una pereza de la muerte porque, leches, estar poniendo lavadoras, limpiando etc no son vacaciones. Son más de lo mismo en otro sitio. Así que al final, echamos cuentas y nos decidimos por el Hotel El Paso, uno de los que están en el mismo parque. Si elegimos este frente a otros fue, básicamente porque era el único que nos permitía un Todo Incluido. Y nos fuimos cinco días y cuatro noches.

La verdad es que no se puede decir que no lo hayamos aprovechado. El Hotel El Paso es un complejo situado cerquita del parque temático, no exactamente dentro. Tampoco es mayor problema porque hay unos trenecitos que te llevan y te traen del parque en las horas de apertura, lo que encantaba a las niñas. No tuvimos problemas para cogerlo ni tuvimos que esperar demasiado prácticamente nunca.

El hotel es enoooooooorme. Son seis edificios colocados alrededor de una piscina fantástica, ideal para las niñas. Tenía de todas las profundidades que queráis, así que en una zona incluso Mencía se podía bañar prácticamente sola. Ayuda que es una especie de pez esta hija mía y que no conoce el miedo. Eso ayuda mucho. De los seis edificios a nosotros nos colocaron en el último. Ventaja clara, no había nada de ruido y se dormía de coña (mosquitos mediante); desventaja, que hicimos unos cuantos kilómetros yendo de acá para allá porque el restaurante y la salida estaban un poco lejos. Pero vamos, sobrevivimos.

Además del restaurante buffet (enoooooorme y con un montón de comida) hay tres chiringuitos distribuidos a lo largo de la piscina. Esto quiere decir, helados sin límite, bebidas sin límite. El paraíso para las peques, no os digo más. Además, si estás más de cuatro noches te corresponde una cena en el restaurante a la carta El Coyote, que está bastante bien.

El hotel, perfecto para las niñas. A Aldara se le abrían los ojos como platos cuando vio que en nuestra habitación (una estándar normal y corriente) había unas literas. Ahora nos dice que porqué no tiene literas en su cuarto en Zaragoza. Eso de dormir arriba le ha molado mogollón… La habitación de mis padres era idéntica a la nuestra pero en vez de tener literas tenía una cama extra debajo de la de matrimonio, que por cierto, era bastante más grande que la nuestra.

En nuestro caso, que somos aficionados a los parques temáticos en su justa medida, lo de coger el hotel ahí ha sido todo un acierto porque hemos pasado algunos ratitos en la piscina y nos hemos echado unas siestas de aúpa. Íbamos al parque un rato por la mañana, volvíamos al hotel a comer, y por la tarde un rato más. Todo sin presión. Si hubiésemos tenido que estar todo el santo rato en el parque nos hubiésemos agotado. La entrada está incluida en la estancia, así que parece que te pena menos si no estás ahí a todas horas.

Pero vamos a lo que vamos: Port-Aventura con niños. ¿Merece la pena? En nuestro caso sí, porque la experiencia Port-Aventura incluía el comer helados sin límite, alimentarnos de marranadas, hacer el gamba en la piscina y todo esto sin presión. Meterte una paliza de Port-Aventura con niños… cuatro días en el parque y morís.

Primero porque yo no sé qué extraña manía tienen de tener musiquitas rayantes de fondo a todas horas. Lo de Sésamo Aventura clamaba al cielo. En una de estas les ponen un mensaje subliminal y salimos todos con los ojos vidriosos proclamando adoración al Pájaro loco. ¡¡¡¡UN HORROR!!!!. Lo segundo, sí, la nueva zona Sésamo Aventura está muy bien en abstracto. Pero tiene varias cosas mejorables. Por un lado está que aquello es un auténtico secarral. Yo suspiraba por irme a la Polinesia, con unos árboles fastuosos y no, teníamos que estar en el Sésamo recocidos como gambas. Ni una sombra ni media. Para morirse lentamente. Y esto en Junio. En Agosto tiene que ser el infierno en la tierra. Le sigue el hecho de que es una zona relativamente pequeña. Sumad dos y dos: pequeño, sin sombra y todos los padres del parque ahí. ¿Resultado? Unas colas del horror.

Del horror es DEL HORROR. Y vuestros niños no sé si son como las mías, pero os aseguro que no están sobradas de paciencia.

O sea, lo que viene a ser un parque de estos que hay en cualquier parque. Sí, a lo bestia y muy mono, pero nada mecánico. Tenía la ventaja de tenía cero colas, así que ahí estuvimos un buen rato. ¡Ah! Y otra atracción que les subyugó una barbaridad fue … tachán… la fuente que hay para lavarse en el baño de niños. Como os lo cuento. Las carcajadas de Mencía se oían en Pekín. Eso sí, acabó llena de agua hasta el pañal. Pero ¿Qué es un pañal calado con lo bien que se lo pasó?

Para pequeños pequeños, poca cosa. Aldara se pudo montar en más, pero os recomiendo mirar las indicaciones de altura de la página web antes de ir. Y si vuestros hijos están ahí ahí, recomiendo vivamente llevar unos zapatos con bastante cuña porque son prusianos y los miden a todos. Si no pasan, no pasan. ¡Avisados quedáis!

Las atracciones, eso sí, son monísimas. Esta zona del parque es una auténtica pocholada y a la vista es cuquísima. Tres días ahí confinados y moriréis. Yo lo advierto.

Sin embargo en el parque hay otras zonas bastante menos concurridas que Sésamo Aventura y que a los críos les gustan lo mismo. En la Polinesia nada más salir del Sésamo tenéis unas canoas muy graciosas y que a los peques les gustan mogollón. Casi no hay fila (o de haberla, va bastante rápida), y tiene la ventaja de que se pueden montar los hermanos mayores con los más pequeños.

Es para intrépidos-intrépidos. Un circuitillo bastante pequeño con una minicuesta. Y ya. Pero les encanta y las mías se montaron varias veces. Mencía se bajaba y ya estaba gritando ¡¡¡mmmmmmmá!!!!. En China hay un par de toboganes y dos atracciones en las que inevitablemente nos mareamos. Yo subo en el ascensor y me mareo, no diré más. A mí me va el riesgo. Los caballitos son mareantes de la muerte para mí. De Dragon Khan ni hablamos of course. No le veo ningún atractivo a vomitar en quince papeleras y tenerme que meter en la cama descompuesta después.

Hay otra zona bastante majilla en México. Consiste en unos caballos que van por un circuito en los que se pueden montar solos a partir de 1,15. Aldara coló y un día se montó sola, pero al siguiente no porque estaba ahí ahí. Las zapatillas con cuña, ya os digo, nos hubiesen venido de fábula. Mencía se montó con nosotros y más feliz que el tato. Después, justo al lado se montaron en unos armadillos (sic) que daban vueltas. También se lo pasaron bomba las dos.

Por último en el Far West tenéis un tiovivo precioso y enorme, lo que implica filas cero. Algo que es importante sin duda. Y también hay unos autos de choque para niños. Creo que no me dejo nada… Estoy hablando de atracciones para niños de 3-5 años y de perfil cagueta. Los había que se montaban en cosas más rápidas, más de mayores con sus padres. Pero vamos, las mías ni locas. Han salido a la familia y tienen más miedo que alma. Quien a los suyos se parece…

Sólo dos apuntes más: el primero, que en el parque alquilan unos carritos como los que veis en la foto con mis hijas. Los hay simples, que cuestan 4,50 euros todo el día (y te los guardan al mediodía si te vas a comer) y este que es doble y cuesta 9,50. En realidad, en uno simple pueden ir dos niños perfectamente, de hecho fue el que reservamos. Pero al mediodía desapareció y nos dejaron éste para compensar. Como podéis ver, las tías iban como marquesas. Las dos niñas más felices del planeta. La caminata es fina, así que si tenéis niños modelo huevón (como Aldara) igual es una buena idea haceros con uno. Se alquilan en la entrada, al lado de la consigna y eso sí, tendréis que ir pronto porque si no no tendréis.

Y la segunda consideración es para evitaros hacer el canelo como nos pasó a nosotras. Mi hermana, las niñas y yo nos montamos todas pichis en el tren pensando que era un tren turístico. ¡Ja! Nos quedamos con una cara de imbéciles cuando llegamos al Far West y nos dicen que tenemos que bajarnos. ¡¡¡¡¡¡¡ARGGGGGGGH!!!!!! Y mis padres, mi marido, y todo en el Sésamo de las narices. Más chupi… Así que ¡¡¡tenedlo en cuenta!!!! Tanto el tren como los barcos son medios de transporte para ir de un lado a otro del parque, no son de recreo.

Qué bien nos hubiese venido saberlo antes de montarnos… os lo aseguro….

Más información:

• Web oficial de Port-Aventura