Aquanappies de Imaginarium

No hace demasiado que os hablé de los pañales de piscina y las diferentes opciones que tenemos los padres con bebés que no controlan esfínteres. Bien, hasta la fecha en la piscina que nosotros frecuentamos se podían bañar los críos con los pañales de agua, pero de repente decidieron que no, y que estaba prohibidos. Sí, esto supone que si se cagan, se cagan, pero francamente a mí no me apetecía ser la causante de un vaciado de piscina fulminante en pleno mes de julio. Ni hablar. Así que me fui, de urgencia, a comprarle algo a Mencía.

Lo que son las cosas, acabé en el outlet de Imaginarium, básicamente porque nos pillaba de camino a la tienda donde pensaba ir, y de repente me los encontré. Y a un precio estupendo. 7,95 euros para más señas. ¿Ventaja? Las que no tenéis un outlet cerca de Imaginarium, no sufráis, están en la web al mismo precio de outlet. Así que genial.

Estos Aquanappies de Imaginarium son unos bañadores de braguita que veis están pensados para niños entre 18 y 24 meses. En su publicidad dicen que son antifugas y que cierran muy bien… y yo lo certifico. Porque hemos tenido ocasión de «estrenarlos» esta tarde con una bonita caca medio líquida fruto de todo el agua que había tragado mi pequeña sirena. La tenía en el borde de la piscina y he ido a recolocarle el bañador y de repente al aflojarle un poco el elástico… pluf… ha salido un poco de líquido de color sospechoso. La mirada que nos hemos echado mi madre y yo ha sido de lo más elocuente. Una mezcla entre sorpresa y alivio ¡menos mal que lo llevaba! Pues hasta que no lo hemos «abierto» nada, ni una gota, ni tan siquiera lo habíamos adivinado. Dí que no podía llevar mucho tiempo con el culo sucio…

Una muestra de estos lo podéis comprar aquí
<

Estos otros son para niños entre el año y los 18 meses, aunque en realidad deberíamos hablar de kilos. Son adecuados entre 10 y 13 kilos, aunque sospecho que tal vez también valdrían para niños algo más pequeños. La diferencia entre estos y los anteriores es que estos van sujetos con un velcro en la parte delantera, lo que hace que se pueda ajustar su anchura. Los otros también tienen una cinta para ajustar, pero no es lo mismo. En realidad, estos tienen una vida útil más larga y tal vez de un año para otro puedan valerles.

Hemos comprado uno como éste (exactamente este del pececito en el trasero, para no mentir) y me ha gustado un montón. Dentro de unos días lo probaremos con un vecinito al que se lo hemos regalado, así que podré hablaros del ajuste. Desde luego, como sea tan bueno como el anterior, seguro que es fantástico.

La relación calidad-precio es maravillosa. Y una cosa que tienen muy chula (y que funciona, añadiría) es que tiene una etiqueta solar que cambia de color según sean más o menos nocivos los rayos. Os aseguro que cambia de color. He estado como una idiota probando y en el interior se quedaba totalmente en blanco mientras que cuando salíamos pasaba por distintos tonos de rosa. Sí, vale, no es algo básico, pero viene bien.

Totalmente recomendables. Me han encantado.