Un día en el colegio de mis hijas la directora (y antigua profesora mía muy querida) me dijo que le había sorprendido mucho el modo en el que llevaba a las peques vestidas: a saber, llenas de colorines por todos los lados. No sé porqué se imaginaba que yo iba a ser más clásica, más de lazos y cosas así, cuando no, nada más lejos de la realidad.
Probablemente se debe a que yo no me puse un pantalón hasta los 25 años (sic) y a que sigo llevando vestidos y faldas habitualmente. Cuando todas mis compañeras de bachillerato llevaban un uniforme (no oficial, claro) de pantalón vaquero y camisa, yo, con un par, iba al cole en traje de chaqueta. ¡Qué puedo decir! Siempre he sido un poco peculiar, qué le vamos a hacer.
El caso es que yo, en general, visto a las niñas muy coloridas. Me encanta llevarlas, ya que hablábamos estos días de la alta visibilidad, fácilmente reconocibles. Me encantan los colores chillones y que mis hijas parezca que acaban de salir de un cuento. Pero eso sí, el que tuvo retuvo. Yo no creo que una cosa esté reñida con la otra, y sí que es verdad que lo que predomina es eso (y cero pantalones, han salido a mí, los aborrecen) pero en su armario suele haber también ropa más de vestir.
Por «más de vestir» no me refiero a ropa recargada. Los lazos me gustan lo justo, y las puntillas lo mismo. No me importa que lleven «un» lazo, o «una» puntilla», y me tiro más por las lorzas (en los vestidos, las mías ya las llevo puestas), los pliegues y cosas más discretas. Conforme se van haciendo mayores voy depurando cada vez más el estilo porque creo que un bebé puede ir más emperifollado (y aún así, con ciertos límites), pero una niña de 5 años se siente un poco ridícula yendo como si fuera una col de bruselas. Ojo. Es lo que creo yo ¡a mí lo que haga el resto me parece igual de bien!
Dentro de las marcas más clásicas, probablemente mis favoritas sean Pili Carrera y Paz Rodríguez. Son dos marcas con ropa (y complementos) de vestir, para llevar a los niños arregladitos pero destacan por no ser especialmente ñoñas. O sea, puestos, pero no recargados.
Yo destacaría los complementos. Las toquillas me encantan (y tuvimos una de este estilo que nos hizo mucho papel). También me gustan especialmente los abriguitos de punto y los peleles para recién nacidos. Como dice mi madre, los niños se ven «muy limpios» vestidos así.
Estas dos marcas las podéis comprar en El Armario de Candela, una tienda en la que podéis encontrar un gran surtido de ambas dos marcas.Además, si estás embarazada puedes hacer “tu lista de deseos de mamá” Desde tu casa podrás seleccionar las prendas que quieras que te regalen tus familiares y amigos para ponerles las cosas facilitas. Si este es tu estilo es una tienda muy recomendable ¡y además es de una de nuestras lectoras!