Soy una persona afortunada. En mi camino se han ido cruzando personas fantásticas que han hecho que mi vida sea tremendamente feliz. Una de ellas es la mejor amiga de mi hija, Libe. Pese a que no es una cosa habitual, Aldara y ella se hicieron amigas cuando tenían un año. En la guardería, cuando Libe ni siquiera andaba nos dijeron que era realmente raro que dos niñas tan chiquititas fueran tan amigas como lo eran ellas. Mencía no tiene, ni de lejos, una persona tan cercana como ella. Libe y Aldara tienen ahora 5 años, van a clase juntas y siguen tan amigas como el primer día. Es una relación preciosa porque se apoyan muchísimo, se quieren (y discuten) a rabiar y ambas dos tienen un hueco en la vida de la otra muy especial.
La suerte que tenemos es que de la mano de Libe ha venido también toda su familia. Sus padres, que son como para ponerles un piso de lo majos que son, su tía, su prima Arantxa que también se ha hecho amiga de mi hija. En fin, que gracias a mi hija hemos añadido a gente estupenda a nuestra vida porque la familia de su amiga Andrea también es como para llevártelos a casa. Tenemos mucha, mucha suerte. Nuestras hijas son amigas y ahora nosotros también.
Al lío, que ya sabéis mi tendencia a dispersarme… Una de las cosas que me gustan mucho de la familia de sus amigas es lo que piensan en todo el mundo. Cuando nació Mencía me regalaron esta tablita que veis aquí. Es una auténtica pocholada y casa fenomenal con el estilo de dormitorio que tenía para ella ¡Me encantan las cosas artesanales!
En la habitación de Aldara tenemos esta silueta. Fue también otro regalo que nos hicieron. Venía con una cinta adhesiva a doble cara y la colocamos en el armario. A mi hija le encanta porque es un regalo de «su» amiga y siempre que va a buscar un vestido se acuerda de ella. Y a mí me encanta porque es realmente bonito.
He descubierto hace poquito que estas cosas tan bonitas y muchas más las podéis comprar si queréis vosotros también. Las hace Elena, Con mucho mimo. Es una pequeña artesana con muchísimo gusto y que se toma cada trabajo como si fuera el único. Con paciencia, adecuándose a lo que quieren los padres, eligiendo los motivos perfectos.
Elena está especializada en realizar encargos para la habitación infantil. Las siluetas son sólo algunas de las cosas que hace. Me gustan muchísimo los cuadros personalizados, los adornos para las puertas, y por supuesto las letras para colocar en la puerta del dormitorio. Creo que, en general, para una habitación tirando a clásica son perfectos porque tienen un aire muy romántico, vintage incluso. Pero vamos, ya sabéis que yo soy la reina del colorín y también quedan muy bonitos en un ambiente más colorista.
¡Espero que os gusten tanto como a mí!