De curso con Alma's cupcakes

Este fin de semana he estado en Madrid disfrutando del regalo de mi cuñada (digooooo, de Papá Noel): un curso con Alma de Objetivo Cupcake. ¡Y la experiencia ha sido alucinante! ¡Qué bien lo pasé!

Para todas las fanáticas de las cupcakes es SUPER recomendable. Y como sé que muchas me vais a tener una envidia del horror os voy a contar un poco qué hicimos para que tengáis aún más ganas de ir vosotras también.

El sitio es una auténtica cucada. Está situado en el norte de Madrid y es sencillo de encontrar incluso si no sois de ahí. Se aparca bastante bien si vais con coche y si queréis tirar de transporte público también es cómodo porque hay una parada de metro bastante cerca. El local es una pocholada; decorado de manera sencilla pero con muchísimo gusto y podéis ver ahí una buena muestra de las habilidades de Alma como repostera. Yo tengo clarísimo que jamás llegaré a esos niveles de profesionalidad, pero tampoco me preocupa. En realidad lo de hacer cupcakes tiene mucho más que ver con el relajarme, hacer algo que me gusta y me entretiene que con el intentar ganarme la vida con ello.

Nuestro curso era de decoración de cupcakes infantiles. De todas maneras fue una risa porque en cuanto Alma sugirió que podíamos aprender a hacer rosas la respuesta fue unánime: ¡¡¡¡¡síiiiiiiii!!! ¿Que no tienen mucho que ver con la decoración infantil? Sí. ¿Nos importó? ¡¡¡Ni un carajo!!! ¡¡¡Todas estábamos deseando aprender a hacerlas!!!!

El curso duró 4 horas y media, pero la sensación general es de que aquello se nos pasó como si hubiese sido mucho menos tiempo. ¡Era tan divertido! Alma y su pinche son unas anfitrionas magníficas y las compañeras de curso eran estupendas. ¡Ojalá volvamos a coincidir en algún curso más adelante! Gracias a Esther, Esther, Ana, Diana, Celia e Icíar por hacerme sentir tan a gusto 🙂 ¡Fue un placer, chicas!

Nos dio para bastante… aprendimos a hacer cupcakes de chocolate y buttercream de vainilla (que olía a gloria y sabía aún mejor) y luego pasamos a las decoraciones. Hicimos dos bebés, un perrito lanudo, un triki, una ovejita y nuestro cupcake con la rosa. A mí el fondant, tira que te va, se me da dignamente, pero soy negada con la manga pastelera ¡madre qué poco arte que tengo! Ver a Alma manejar la manga pastelera era una delicia para la vista ¡madre qué sencillo parecía aquello! Pero NO. Para mí no lo es EN ABSOLUTO.

Estos son los cupcakes que hice yo. Quedaron dignos y sobre todo ¡¡¡están de la muerte!!! madre qué cosa más rica…

Yo desde luego recomiendo la experiencia. Si estáis interesados en hacer un curso con Alma, podéis encontrar toda la información en su web. Os lo pasaréis de maravilla, os sentiréis como en casa y aprenderéis un montón ¡o un «potón» que dice mi hija!

Gracias a mi cuñá por este regalazo ¡¡¡eres un amor!!!