Categorías
Maternidad

Iguales o diferentes

El otro día me preguntaron si mis hijas se parecían a mí o no. No en el plano físico sino más bien en el sentido de si su carácter se parecía al mío. Y la verdad es que sí. Es curioso porque mis hijas son bastante distintas y no tienen mucho que ver la una con la otra. Pero sí que me veo en ellas reflejada. Lo curioso fue que después de responder me dijeron que ellas no podían hacer lo mismo con sus hijos, que les faltaba distancia para poder hacer una radiografía de sus carácteres.
Yo no sé porqué es, pero sí que puedo hacerlo. Mi respuesta suele ser que en Aldara veo mi mejor yo y en Mencía veo más las partes más abruptas de mi carácter. Esto no quiere decir, ni de lejos, que Aldara sea perfecta y Mencía sólo tenga defectos. ¡Ni de casualidad! Cada una de ellas tiene sus cosas positivas y negativas, como cualquier hijo de vecino. Lo que pasa que me veo más reflejada en algunas cosas en concreto.

Aldara es una niña bastante buena. Es muy buena estudiante y sobre todo, me veo en ella cuando afronta cualquier cosa con ilusión y entusiasmo. Dicen sus profes que siempre está con la sonrisa en la boca, que es un cascabel y que da gusto verla con emoción, se haga lo que se haga. También me veo reflejada en ella en su sentido de la justicia, en lo que pelea por lo que quiere, en el modo en que razona y también cuando veo el respeto a la autoridad que tiene. En ese sentido, somos clavadas.

Tiene sus cosas menos buenas iguales a mí. Aldara es muy cariñosa hacia afuera, pero menos con la gente que quiere. Y de vez en cuando tiene unos arranques de genio tremendos. Pero en general, la veo como una versión suavizada de mí, que dentro de que era bastante buena también de cría era muy tremenda a veces, sobre todo cuando era muy chiquitita.

Lo que está claro es que la «huevonería» y el ritmo vital no los ha sacado de mí. En eso es clavada a su padre, que a veces me saca de mis casillas por esa tranquilidad innata que tiene. Me pongo de los nervios. Mi ritmo vital es muchísimo más rápido y me agotan un poco.

Mencía tiene cosas buenísimas que yo no tengo. Es muy pequeña, pero tiene mucho sentido del humor, y su humor es más parecido al de su padre que al mío. Va a ser muy socarrona y divertida, pero da las que no dan escándalo, de las que van a la chita callando. Es muy independiente y todo lo quiere hacer sola. Aldara necesita público para todo lo que hace, y Mencía se puede tirar un montón de rato jugando ella sola, eso sí, desordenando lo que no está en los escritos. Es muy cariñosa y le encanta achucharte en cuanto te dejas, que es siempre 🙂

Aunque realmente Menita tiene cosas buenas que yo también tengo, siempre digo que me veo en ella en sus partes más difíciles porque son las que tienen más relumbrón. Mencía tiene un carácter de aúpa, como tenía (y tengo) yo. Mientras está todo bien, muy bien, pero tiene unos arranques de genio tremendos por cosas que para los demás no tienen importancia.

A Aldara la entiendo bien. Suelo saber por dónde va, las maneras de razonar que tiene y en cierto modo elige los caminos que yo elegiría en su lugar. A Mencía la comprendo, como no la comprende nadie. Su padre muchas veces no sabe por dónde le da el aire, no sabe cómo actuar cuando tiene una rabieta. No es que no quiera entenderla, es que a veces no sabe. Porque en ese cuerpo de dos años hay muchísimo carácter y mucha personalidad y manejarlas tiene telita marinera. Así que en el fondo a mi hija pequeña le viene bien que yo me reconozca en ese carácter tan fuerte y tan descontrolado que tiene a veces. Primero porque aunque a veces me ponga de los nervios, más o menos sé llevarla. Y segundo, porque tengo absoluta fe en ella y sé que puliendo algunas cosas (y eso sólo se consigue con muchos años tratando de domar el carácter) no va a salir tan mal 🙂

En fin, que las quiero como son. Con sus luces y con sus sombras. Yo las veo todas, pero soy su madre, no puedo evitar girarme hacia el sol y darle la espalda a la noche.

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

2 respuestas a «Iguales o diferentes»

A mí también me parecen preciosas, y también espero que salgan, sobre todo, buena gente y felices. ¿Como yo? Un poco bichos entonces, o como me dicen mis amigas, un poco lagarta 😉

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

15 − dos =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.