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Lista de compras para adoptantes (II) – El paseo

Ayer os hablé de cómo pondría yo el dormitorio de un niño adoptado y hoy vamos a centrarnos en cómo sacarlo a pasear.

Las sillas se dividen, básicamente, entre sillas de primera y de segunda edad. Las primeras son más robustas, resistentes y pesadas y suelen venir con capazo y/o grupo cero además de con la silla. Las segundas son mucho más ligeras y se pliegan muchísimo más. Un bebé recién nacido es muy delicado, de manera que cuando acaban de llegar a este mundo son mucho mejores las primeras. Pero salvo casos muy contados (y el mío, precisamente, sería uno de ellos porque sigo utilizando el bugaboo a pesar de que Mencía tiene dos años y medio) lo normal es que a partir de los 4 o 6 meses la gente empiece a usar de manera masiva las sillitas ligeras porque son en general más cómodas.

Así que si yo adoptase no me compraría una sillita de primera edad, completa, salvo que os haga ilusión por algún motivo en concreto. Falta no hace. Es preferible gastarse el dinero en una sillita de segunda edad en condiciones porque le vamos a sacar mucho más partido.

Yo que os voy a decir: me compraría la Nuna sin dudarlo. Cuesta 220 euros más o menos, que es el precio de una sillita de gama media, pero para mí tiene las prestaciones de una de gama alta. A mí me la regalaron, pero es la que me compraría sin dudarlo. Y no me pagan por decirlo: es que soy tan fan y estoy tan convencida…

En todo caso, gastarse, a mi modo de ver más de 250 euros en una silla de segunda edad es absurdo. Por ese dinero podemos comprar cosas estupendas y simplemente, es que no es necesario más.

En el caso de que os guste llevar a los niños en brazos yo me compraría una mochila ergonómica pero de las de verdad. ¿Cómo diferenciarlas? Si permite llevar al niño mirando hacia el frente  es que no es ergonómica. Si queremos que el niño vea algo, a la cadera, pero de frente jamás.

Si una mochila es ergonómica podemos llevar al niño muchísimo tiempo. Yo a Mencía la he llevado con dos años en un mei tai, y la llevaría más si no fuera porque no quiere. Puedo hacerlo perfectamente sin morir en el intento, lo que pasa que a ella no le apetece.

Y es que no es lo mismo, ni de lejos, llevar a un niño en brazos «a pelo» que hacerlo con un portabebés ergonómico. Sin ayuda yo no soy capaz de llevar a mi hija encima mucho rato porque se me escurre, el brazo me duele y es cansado en general. En cambio con un portabebés en condiciones repartes su peso muchísimo mejor, la postura suya te ayuda a ti y no hay color: puedes llevarlo muchísimo más tiempo sin cansarte y sin que te duela la espalda.

Así que, ya que hemos ahorrado al no comprar una silla de paseo de primera edad podemos darnos el gusto de comprarnos una mochila ergonómica de las buenas. Cuestan más o menos en torno a los 100 euros y las hay de varias marcas: podéis comprar Boba, Ergo, Manduca, Bondolino… en cualquier tienda de portabebés os sabrán decir. Y si no siempre tenéis la red Canguro para asesoraros. Esta en concreto de la foto es la Boba Carrier y podéis encontrarla en Mis Canguritos. Como veis, ¡el niño no es precisamente pequeño!

Nos queda el automóvil. En el blog de Bebepeque hablé sobre los grupos de sillas (podéis ver el artículo aquí), pero básicamente la mayoría de los adoptantes de bebés necesitaréis una silla de Grupo I. Sirven desde los 9 a los 18 kilos, o lo que es lo mismo, desde los 6-8 meses más o menos hasta los tres años y medio aproximadamente. Marcas que a mí me ofrecen confianza: Römer, Britax, Concord…

Y mañana acabamos ya con las cosas necesarias 🙂

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.