Esta semana, por dos cosas he vuelto a reflexionar sobre mis historias de lactancia. La cosa es que volvieron a mentar la falta de información como motivo para no dar el pecho (sin mala intención, por supuesto) y esto es como cuando a un toro le pones un trapito colorado delante: Embisto. Salto. Como un resorte. ¡No lo puedo evitar! Mira que por lo general soy poco susceptible y no me suelo dar por aludida por casi nada, pero en concreto en ese tema sí que soy muy sensible.
Mis experiencias con la lactancia son dos, completamente diferentes la una de la otra. Por resumir, con mi hija mayor intenté darle el pecho, lo pasé fatal, lo odié, sufrí y a los tres o cuatro meses lo mandamos a escaparrar para alivio mío y de mi hija. Jamás lo eché de menos y recuerdo aquella experiencia con horror. A la pequeña estuve a punto de no darle el pecho (pero a punto a punto), en el último momento le di una oportunidad y oh sorpresa, estuvimos con la lactancia materna hasta los 14 meses. Y no la desteté yo, que por mí hubiese seguido más tiempo, sino que ella decidió que no quería más pecho de un día para otro.
Creo que el motivo que me molesta tanto de la frase «mucha gente no da el pecho por falta de información» es que, desde mi punto de vista presupone que la gente es idiota. Tal vez es porque yo soy así, pero si no sé de algún tema que me interesa, me toca, me preocupa, o me hace falta, muevo Roma con Santiago para informarme. Creo que no es obligación de nadie darte la información. O, suponiendo que sí, me parece tan culpable el que no se informa si no tiene las cosas claras. Hay miles de libros, miles de sitios, personas a nuestro alrededor, grupos de referencia, libros… en fin, que la información está ahí. Sólo hay que tener el interés y la perseverancia si las cosas no son fáciles de buscarla.
Por eso, a mí que le di el biberón a mi hija, me molesta profundamente que digan que mucha gente no da el pecho por falta de información. Porque no es mi caso, ni el de mucha gente que conozco, que han hecho el esfuerzo de informarse, preguntar, mirar y aún así sus lactancias no han sido satisfactorias. O si lo han sido, pero a los cuatro meses al volver al trabajo han destetado voluntariamente a sus hijos. O ni siquiera sus hijos han llegado a tomar pecho, porque han decidido darles biberones.
No niego que habrá quienes no den el pecho por falta de información. Pero me parece una frase muy simplista y que hiere a quienes SÍ que se han molestado en informarse y han elegido / decidido otras cosas. Es un «no das el pecho porque no sabes lo que te estás perdiendo, pobrecita». Y no. La cosa no funciona así, siempre al menos.
¿Por qué mis dos lactancias fueron tan diferentes? Pues en mi caso ya os digo yo que no tiene nada que ver con la falta de información. En mi caso estoy segura de que tiene mucho más que ver con dos cosas 1) con el carácter de mis hijas y 2) con mis expectativas.
El carácter de mis hijas: mis dos peques son monísimas, estupendísimas y se quieren a morir, pero en cuestión de carácter, sobre todo de bebés, no tenían mucho que ver. Aldara era un bebé hipertranquilo. Dormía como las mantas, profundamente y despertarla era prácticamente misión imposible. Sigue siéndolo, de hecho. Durmió del tirón prácticamente desde el principio y convencerla para que tomara el pecho a ciertas hora no era una opción. Se negaba. Las tomas con ella, en general, eran mortales. Horas y horas, con la tía en el pecho. Daba un chupetón, se dormía, la despertaba, otro chupetón, se dormía… y así HORAS. Me sacaba de mis casillas. La cosa estaba bien lejos de ser satisfactoria. Era frustrante. O estaba con la peque luchando para que comiera o estaba con el sacaleches de las narices.
Jamás experimenté la conexión madre-hija. La sensación era casi hasta desagradable. No me gustaba NADA. Y a ella tampoco. Después de un tiempo pasándolo fatal un día me miré y dije ¿pero qué diablos estás haciendo? ¿realmente compensa? ¿tan superior es la leche materna a la leche de bote? ¿Qué es mejor, un bebé alimentado con leche materna con una madre hecha polvo, cansada, pasándolo como el culo o un bebé alimentado por leche artificial pero menos estresado?. Y desde ese día decidí que le daría el pecho durante un tiempo razonable (que fijé en una hora) y si pasado ese tiempo quería un biberón se lo daría. Y se lo di. Ella feliz y yo más. Sabía que la lactancia mixta es el fin de lactancia materna. Que era cuestión de tiempo, que era un círculo vicioso… lo SABÍA. Y lo ASUMÍA. Fue una elección.
Nació en septiembre y hasta diciembre aguanté. En Diciembre, dijimos bye bye a la lactancia materna y creo que las dos respiramos. Entre medias visité a una asesora de lactancia para comprobar si, otra frase estrella, la postura era la adecuada. Lo era.
Con Mencía estuve a un tris de no darle el pecho. Y si se lo di fue no GRACIAS A la información. Sino A PESAR DE. No os podéis imaginar la murga que me dieron. Me sentía super presionada. Dale el pecho, es lo mejor. No la prives. ¿PERO OS HE PEDIDO YO OPINIÓN???? Me importa tres rábanos lo que hizo o dejó de hacer Menganita. ¡¡¡Dejadme en paz!!! Así que en el último momento decidí que bueno, probaba, pero que a la mínima dificultad abandonaba. No estaba dispuesta a pasar lo mismo que con la mayor.
Pues oye, como esta pequeña mía era como era (un bebé de alta demanda) por estos caprichos del destino la lactancia no sólo fue sola sino que me salvó de tirarme por un puente. Mencía era insufrible, acababa con mi energía y recuerdo aquellos primeros meses suyos con terror. Afortunadamente pasó, pero uf, no fue una maternidad sencilla. Ahora es para comérsela, pero la jodida de ella cómo nos lo hizo pasar. Con Mencía era superfácil darle el pecho a demanda. Llegaba, se ponía a lo suyo y en un pispás había terminado. Tal vez en cinco minutos volvía a tener hambre otra vez, y realmente estaba en el pecho a todas horas, pero ya no era la sensación de desesperación, de estar perdiendo el tiempo de Aldara.
Mencía sí que tomó algún biberón que otro. Pero en este caso tenía muy claro que no eran para ella (que no disfrutaba nada con ellos), sino para mí, que necesitaba separarme un poco de ella. Pero es que me levantaba con ella, estaba todo el día con ella o en la teta o en el fular, y dormía con ella. Todo esto aderezado por 10 horas de lloros prácticamente ininterrumpidos porque la tía no dormía nada. Así que ella no necesitaba el biberón en absoluto, pero sí que lo necesitaba yo.
Las expectativas. Con Aldara, yo quería ser la mejor madre del mundo. Leí, me informé, me preparé y sabía que quería darle el pecho porque era lo mejor. Estaba preparada para encontrarme con dificultades. Sabía que no era un camino de rosas. Estaba preparada para tener mastitis, sabía de la página de e-lactancia. Y no funcionó. Eso me hizo sentirme tremendamente mal. Me estaba fallando a mí misma. Y notaba la presión de toda la sociedad (sé buena madre, sé buena madre) sobre mí.
Con Mencía ya había asumido que lo iba a hacer como mejor supiera. Que no iba a ganar el premio a la mejor madre del mundo, que iba a ser la mejor madre que pudiese ser, y sobre todo que, iba a ser su madre, la única que iba a tener. Así que me relajé. Y el relajarse ayuda. MUCHO. En el momento en que no te sientes en la obligación de ser Madre Tierra la cosa mejora y mucho. No tienes esa responsabilidad. Si sale bien, estupendo y si no, no se acaba el mundo.
Así que no. La falta de información sólo es un factor y tiene fácil solución: informarse. Que será por sitios. Hay otras cosas que influyen y creo que no hay que ser reduccionistas y mirar más allá. Cualquier generalización es mala, pero esta en concreto a mí me toca la fibra sensible…
17 respuestas a «Mis historias de lactancia»
Pues yo te añado otro caso, el mío. Yo lo intenté durante 3 meses pero mi hija se moría de hambre. Tan apenas fabricaba leche, no mas de 30 – 40 por toma. Hice todo lo que me indicaron pero era tal su llanto por hambre que recurrimos al bibe. Al final mi matrona pro lactancia total me reconoció que simplemente hay mujeres que no «valemos». Pues yo soy una.
Pero eso sí soy tan madre o mas que cualquiera. Que si dar el pecho es un acto de amor, levantarte 5 veces por la noche a preparar biberones, también.
Estoy totalmente de acuerdo Walewska!!!, en mi caso, yo también estaba informada, creo que correctamente!, y tenía muchas ganas de dar el pecho, la presión de la gente, la preparación al parto,… fue tremenda, tanto que si no intentabas dar el pecho poco más que eras mala madre!!, mi hija Libe era una bebe muy poco colaboradora y mis pezones planos tampoco ayudaron, así que me lleve al hospital mi sacaleches manual y toda la parafernalia para esterilizar y eso hice, mi hija tomó leche materna lo 4 primeros meses + 0 -, y yo acabé con complejo total de vaca lechera… Esto que hice no se lo recomiendo a nadie, creo que la lactancia está muy bien pero tiene que ser algo bonito y placentero, supongo que yo lo hice por la presión social, ahora lo pienso y si fuera madre otra vez no creo que repitiese, mi sobrina se crió con biberón y nunca se pone mala, sin embargo mi hija a sufrido muchas bronquiiiitiiisss!!!
Hola a todas. Me presento. Soy Virginia Lombraña y estoy preparando un reportaje para la revista Mujer de Hoy, de Grupo Vocento (se distribuye con ABC en Madrid y Barcelona y con los periódicos líderes en el resto de provincias de España). El reportaje busca reflejar el hecho de que muchas mujeres, bien porque no puedan o porque no quieran, deciden voluntariamente no amamantar a sus hijos. En ese sentido, habrá una parte general, con opiniones de los expertos, y cuatro testimonios de mujeres que quieran contar su propia experiencia y sus vivencias (si han sentido culpabilidad, si creen que la sociedad mira mal todo lo que no considera «natural», etc…).
A las mujeres que coincidan con este perfil (veo que el comentario de Bea, es, por ejemplo, un buen caso) y que quieran aparecer en la revista, les agradecería que se pusieran en contacto conmigo en esta dirección de mail:
virginia@premium-comunicacion.com
Pues yo también me informé, con todo el tiempo del mundo, por activa y por pasiva, asi que tampoco me creo lo de la desinformación.
Con mi peque fue fácil, y eso que nadie me habia dicho como hacerlo, ni siquiera en el hospital pro-lactancia. A pesar de tener a mi madre y mi suegra las primeras horas incordiando que si asi no es, está mal…..hasta que las eché de la habitación del hospital(bueno, les invité a abandonarla, jeje), fue bien la cosa….y tanto, tiene 12 meses recién cumplidos y aún seguimos….
La rabia ahora es que cuando empecé todo el mundo me decia…..oh que bien, le das el pecho, es lo mejor, y ahora……¿todavia le das el pecho? , uffff está muy grande, ¿no?. ¿En qué quedamos? ¿era bueno antes y ahora no?. No entiendo nada.
En fin, que yo estoy contenta, porque no pensaba darle el pecho tanto tiempo y ahora no hay manera de quitárselo….y sigo porque es un momento bonito, porque el tener que despertarme de noche….ya no me sienta tan bien, jejeje.
A mí me molesta mucho que a las «mamis» se las trate de «tontitas». Hoy en día todo el mundo se informa, y el que no lo hace normalmente no es porque sea tonto, sino porque simplemente pasa o no le da mayor importancia al tema (no sé qué es peor, pero ése es otro cantar). Yo dejé de darle el pecho a mi hijo con dos meses por incompatibilidad con un tratamiento hormonal ya que tuve un problema. Claro que hubiera preferido continuar la lactancia, pero realmente no me supuso ningún drama. Con mi hija llevo tres meses de lactancia y presiento que serán muchos más, pero no es nada que me agobie. Creo que el sentimiento de «mala madre» y el «tormento interior» que se sufre en muchas ocasiones es cruel e innecesario.
Perdona por el rollo, pero a mí también me toca un poco la fibra sensible 🙂
Yo tb pasé por dos experiencias diferentes. Mi primer hijo nació prematuro y no tenía fuerzas para agarrarse al pecho, lo intenté pero no hubo manera, el tío estaba siempre dormido los primeros dias que estuvo en neonatos, así que me sacaba la leche y se la llevaba mientras estuvo ingresado y luego en casa hasta los 5 meses o así, después ya le enchufé biberones con leche adaptada pq la verdad, acabé de la «ordeñadora» hasta el moño, y por trabajo no podía estar sacándome la leche todo el día. Y creo que hice lo que pude y punto. Aunque ahí estuvieron las enfermeras de turno para hacerme «sentir culpable» de que no le ponía el suficiente tiempo al pecho (iba a las tomas que podía mientras estuvo ingresado, la gente te juzga muy rápido y no sabe si tienes curro ajeno o propio, y si no vas a abrir tu negocio nadie lo hace por tí…). En fin, que cada cuál tiene sus circunstancias.
Con mi actual nena la lactancia ha sido muy satisfactoria. Desde un primer momento se agarró como una posesa al pecho y ahora tiene 9 meses y aún seguimos. De momento no tengo intención de destetarla, mientras lo pueda compaginar trabajo y atender a mi otro niño que aún es un «bebé» (menos de 3 años). Pero decir que el pecho es muy fácil de dar pues no! No todo son bondades, la gente no cuenta todo, por mucha información que tengas no es un camino de rosas. Dar el pecho al principio, por lo menos por mi experiencia duele algo, es molesto, hasta que no se te «hace la teta» pues cada vez que te engancha, ostras!! , yo estuve a punto de dejarlo pensando que adquiría una mala postura. Pero no, luego leyendo te das cuenta de cosas (El libro de «Un regalo para toda la vida» me vino bien). Hasta que los galactóferos no se van llenando completamente de leche pues la toma resulta algo molesta al principio, luego según va chupando el bebé ya no. Pero has de pasar por ello… A la de dos semanas ya teníamos una lactancia satisfactoria para ambas. Y eso de la postura es curioso, es que te sepa agarrar bien la nena, pq yo la he dado en posturas de cualquier manera, sin que su barriga toque la mía ni cosas ahí a rajatabla, sentada en una banqueta incómoda, o tumbada o donde he podido, incluso te llega a estirar el pezón como a las negritas de áfrica y ya ni te inmutas, se «te hace». Lo digo pq una amiga después de 2 niñas a las que dio teta, con el tercero, le salieron grietas!! Supuestamente tenía que ser «experta», no? Pues ya veis que no, lo pasó fatal y al final le detestó.
En cuanto a la libre elección de dar o no, por supuesto, hay que respetar lo que una decida. Pero yo no pude evitar sentir pena por el niño de mi compañera de habitación cuando la preguntaron si le iba a dar el pecho y ella digo un rotundo: «No, pq total no se ha agarrado, le voy a dar biberón». Yo me quedé atónita pq no la ví, desde que llegó después de mí intentar ponerle al pecho. Ni una sola vez. Directamente lo decidió y punto, para qué poner esa excusa. Y no pude evitar sentirme algo molesta. Y sí, pensé: «pobre crío, lo que se va a perder… solo por la comodidad de su madre»… Porque el niño tragaba que daba gusto, e incluso se quedaba con hambre con las dosis de biberones que le ponían. Si me dices que le pone, no quiere el crío y desesperante, la molesta mucho (a ver, también hay que echarle un poco de paciencia y de sacrificio), le sale una mastitis o unas grietas que no puede… pues vale. Pero es que ni lo intentó. Su madre se tragó las pastillas para cortar la leche y se acabó lo que se daba… Me pareció una decisión un poco egoísta por su parte, pero sí vale, tengo que respetarla pq es su decisión… Y que conste que por trabajo no era, que a la tía la mantenía su marido… En fin, que cada cúal sabrá lo que hace, sí, pero no pude evitar sentir pena. Me acordé tb de un post de una amiga que aquí os dejo: Excusas para no sacar a pasear la teta.
Qué queréis que os diga, en muchas cosas tiene más razón que un santo…
A mi también me toca las narices este tema. No tenia claro si queria darle pecho o no y todo el mundo me presionaba para que lo hiciera. Me leí «Un regalo para toda la vida» y me informé mucho y muy bien. me sabía la teoria de memoria y estaba más que dispuesta a intentarlo. Mi peque se enganchó de maravilla desde el principio, pero despues de estar 5 o 10 minutos mamando se soltaba llorando como un loco. A los 4 días, decidió que no quería ni acercarse al pecho, que de allí no sacaba nada y asi era. A mi no me subió la leche y eso que lo estuve intentando con un sacaleches durante 15 días más. Nada de nada, así que se acabó.
Mi peque tomo biberones desde el primer día y se ha criado fenomenal. Me tocaba mucho las narices que la gente me miraba y me dijera «Ah, ¿pero no le das pecho?» mirandome con cara de pena. Pues no señora, no le doy y no le voy a contar mi vida.
A mi me pasó algo similar…
Tras una cesárea de urgencia por sufrimiento fetal tras inducción fallida en la semana 41, esta informada madre se dispuso a dar el pecho a su Pichón, porque sabía que la lactancia materna era lo mejor. El pequeño se soltaba a los 5 minutos y se ponía a llorar como un loco… cambiabamos de pecho, y otra vez igual… como estaba amarillito nos recomendaron en el hospital «darle una ayudita»… A los dos días de nacer ingresaron a Pichón en la UCI de neonatos porque el nivel de bilirrubina era mucho más alto que lo que se podía intuir por el color de su piel… 3 días se pasó en las «lamaparitas»… entre tanto, su madre se ordeñaba para llevar unos míseros 30 ml para el biberón… había que completar porque el enano se tomaba entre 70 y 90…
En casa no fue mejor, y seguimos con el plan de lactancia mixta… pero cuando de las 3 horas que transcurrían entre tomas, 2 de ellas se iban en pecho-bibi-sacaleches, fuera de día o de noche, la mamá empezó a acusar la falta de descanso, y la culpabilidad afloraba en forma de llantos… la depresión se podía mascar… y el papá empezó a recomendar pasar a la lactancia artificial exclusiva… la mamá, llena de culpabilidad, aguantó dos meses… dos meses que recuerdo con horror… después no pude más, y lo dejé…
La postura? Correcta, según la matrona… el problema fue que la famosa «subida de leche» no se produjo como tal… eso de apretar la teta y que saliera un chorro de leche, como nos mostró la matrona del curso de preparació con una chica recién parida 15 días antes… no, que va, a mí sólo me salían gotitas… el día que me saqué 80 ml de una sola teta mi hijo iba ya por 180 en cada toma… Simplemente, no tuve leche suficiente…
Eso de que el cuerpo humano está preparado para dar generar leche aún en épocas de hambruna, puede ser verdad, pero yo les recuerdo a los «talibanes» de la LM que no dejamos de ser animales, y que la Selección Natural también nos afecta, aunque en muchas ocasiones la sorteemos con ingenios médicos, y que a los animales se les mueren las crías cuando no tienen suficiente alimento para todas…
🙂
no puedo por menos que esbozar una sonrisa. Yo soy de las que opinan que muchas veces la lactancia materna fracasa por falta de informacion. Me explico. Una cosa es que haya muchos datos, opiniones y experiencias al alcance de la mano (o de un click) y otra cosa es que haya informacion fiable y de calidad.
Tengo un hijo que ha hecho esta semana sus 13 meses y seguimos con lactancia materna. No fue un camino de rosas, como han comentado otras madres, pero despues de muchos dimes y diretes, de mantaner los 3 primeros meses lactancia mixta y de estar mas de una vez a punto de arrojar la toalla, a dia de hoy puedo decir que hemos tenido exito y con gran satisfaccion.
Al principio no tenia claro lo de la lactancia. Me decia a mi misma «si sale, sale y si no, no se acaba el mundo». Tarde una semana en tener la subida de leche ¡cuanta hambre no pasaria el angelico, y sin quejarse! Por fin me subio, y yo di mi pecho segun nos habian indicado en la preparacion al parto. Cuando me aconsejaron incluir algun biberon porque el niño no hacia peso lo tome bien, ¡que no vas a hacer por un hijo! ¡no le vas a dejar a media hambre y desnutrido! y claro, a mas biberon menos teta. Pase al plan B: teta de dia y biberon de noche, porque como cuenta la autora del post, no habia forma humana de despertarlo y ponerlo al pecho. Hasta ahi bien, pero el niño seguia sin hacer peso «adecuadamente». Y yo tenia leche, y el niño se enganchaba bien, a mi no me ha dolido nunca al pecho ¿cual era el fallo? las pautas que nos dieron a nuestro grupo de preparacion al parto. Al final llegue a la conclusion de que no se le puede poner reloj a un bebe. Esto, que os puede parecer una perogrullada a mi se me hizo un mundo.
En mi caso la presion era al contrario, mi madre (y mi pediatra, y mi matrona y medio mundo) me decian que no todas las mujeres «valen», que podia ser que mi leche no alimentara, que no podia pretender tener al niño al pecho las horas muertas y cada vez que se le antojase, que estaba criando un pequeño tirano, que mi niño tenia mucha soberbia y lindezas por el estilo. Os podeis imaginar.
Como os he dicho, a dia de hoy segimos con LM, el niño es un amor que come su comida y su fruta a sus horas, toma pecho cuando le apetece (que suele ser 4 o 5 veces al dia), duerme como un liron toda la noche y sus 2 siestas correspondientes, que tiene una sonrisa y un beso (le encanta tirar besos y dar abrazos) para todo el mundo.
De las 4 compañeras que dimos a luz mas o menos al mismo tiempo lo intentamos 3 (la cuarta decidio no dar el pecho voluntariamente). Una de ellas lo tuvo que dejar antes del primer mes porque como ha comentado otra mama mas arriba era un infierno en el que el niño no paraba de llorar, la madre no paraba de llorar y era una situacion fuera de control. Otra lo dejo a los 3 meses porque el niño no hacia peso segun los percentiles (otra tirania) y demandaba pecho antes de las malditas 3 horas (otra vez que tu leche no vale, que no te lo sabes poner, que no tienes paciencia, que no le dejas hacer hambre, etc…); se paso a los biberones y el niño sigue sin hacer peso segun las tablas… el caso que el niño se ve feliz, saludable y activo.
Lo que quiero decir es que cada caso y cada circustancia es diferente y no podemos generalizar. Lo que deberia primar es el sentido comun y el apoyo a la madre sea cual sea su decision. Y no crearse tiranias de ningun tipo.
Estaba googleando informacion de ls tetinas avent, y llegue a tu blog, no puedo explicarte lo identificada q me siento con tu relato, es como q explicas con palabras lo q estoy sintiendo, lamentablemente yo estoy destetando al primero por voluntad del crio… Y pasandola muy mal, tengo q reconocerte q leerte me alivia un poco, no soy menos madre, ni estoy desinformada, ni lo hice mal, simplemente resulto asi… Y tengo q vivirlo por su lado bueno! Gracias! Q lindo leerte
Estaba googleando informacion de ls tetinas avent, y llegue a tu blog, no puedo explicarte lo identificada q me siento con tu relato, es como q explicas con palabras lo q estoy sintiendo, lamentablemente yo estoy destetando al primero por voluntad del crio… Y pasandola muy mal, tengo q reconocerte q leerte me alivia un poco, no soy menos madre, ni estoy desinformada, ni lo hice mal, simplemente resulto asi… Y tengo q vivirlo por su lado bueno! Gracias! Q lindo leerte
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[…] caso es que, incluso en el caso de una lactancia “fácil” como fue la nuestra, la cosa no fue un camino de rosas. A muchas de las madres que tienen lactancias prolongadas se les […]
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[…] Por lo que cuentan es algo muy visceral y es lo que se conoce como agitación del amamantamiento. Yo no llegué a sentirlo pero me parece un tema […]
Mi mujer y yo hemos apodado a Nursicare “las toallitas milagrosas”, mi mujer estaba sufriendo de dolor por las heridas que le había hecho nuestra bebé,esta maravilla de invento mostró resultados en las primeras cuatro horas de habérsela puesto, si estás teniendo grietas en los pezones úsalas por favor, me lo agradecerás