Soy una mitómana. ¡Qué puedo decir! Mis mitos son rarunos, pero soy mitómana. Lloré como una loca cuando murieron Billy Wilder y Katharine Hepburn y porque Cary Grant murió cuando yo tenía 10 años y todavía no me había vuelto cinéfila, que si no también. Así que, aunque os parezca una memez me hizo ilusión no sólo ver un carrito de Inglesina en un vídeo de Madonna (también otro icono con unos cuantos años encima, me voy a empezar a plantear ciertas cosas…)

El cochecito de marras es un Inglesina clásica que podéis comprar, por cierto, en Tilin Tilon. Si os gustan este tipo de cochecitos clásicos, es uno de los más o menos asequibles (900 euros) y además tienen la ventaja de que en España no están tan vistos como los Arrue.

Realmente aunque Inglesina que asociamos a este tipo de coches, realmente esto no es así. Dentro de su gama de carritos tenéis desde sillas de paraguas como la Trip (178,99 euros) hasta sillas de segunda edad con manillar corrido y plegado tipo libro como la Expresso.

Pero hoy la que quería traeros es la Silla Avio. En Madresfera sortean una entre las bloggers de la plataforma que contemos qué haríamos con ella. Así que ¡allá voy! La Avio mola tanto que tendría que tener otro bebé para pasearlo en ella ¡Y tendría que ser niña porque me he enamorado de los textiles fucsias! Como me da que esto no va a colar, tendré que convencer a mi hermana para que me dé una sobrina.

De la Avio me gusta:

– Su aspecto urbano

– Su estética ligera y limpia

– Su capota de amplias dimensiones

– Su manillar corrido

– Su plegado compacto

– Sus reducidas dimensiones.

Si a esto le sumamos que apenas cuesta 416,90 euros, tenemos una silla de gama media con unas prestaciones superiores a las de sus competidoras del mismo precio.

Anda… que me toque…. vengaaaaaaaaa