Una vez en una página de opiniones escribí que algo me parecía muy «majico» y pronto recibí un mensaje privado de una amiga diciéndome que no era propio de mí pero se me había colado una falta de ortografía y que se escribía «mágico». Soy una histérica de la ortografía, así que no percibí como agresivo que me lo hiciera notar, al revés, lo agradecí mucho… lo que pasa que yo quería decir «majiiiiiiiiiiiiiiiico» y no «máaaaaaaaaaaaaaaagico». Vamos, que utilicé una palabra muy de mi tierra.
Y como Ubaduba es de mi tierra, me permitiréis la licencia. Porque es ¡¡una monada!!
¿No os produce buen rollo inmediato ver estas telas? Además, es una suerte porque son divertidas peeeeeeero imagino yo que a una persona más clásica esto también le tiene que gustar sí o sí. ¿Existe el concepto colorín light o me lo acabo de inventar?
Véanlo ustedes mismos
1 – Sus telas ¡¡¡oh sus telas!!! Bonitísimas a más no poder
2- Sus patrones: simples, pero con estilo
3- Su aspecto: citando a mi madre, limpio.
Vamos, que les pones un lazo de dimensiones épicas en la cabeza, les pones unas sandalias cucas a juego y lo mismo te las puedes llevar de lo que antes se conocía como «el paseo de los domingos» que a comprar al Carreflú, que en mi barrio sigue siendo, veinte años después, el Pryca. Elegantes a la par que sencillas. Y con color. Que no está la vida para ir de oscuro ¡que son pequeñas!
Ah! Y no se os ocurra quejaros, ¡que también hay para chicos!