Categorías
Moda infantil

Tartine et chocolat

A mí realmente si me dan a elegir entre ponerles a mis hijas un chándal y un vestido de estos rococós creo que me decidiría por el vestido. No me gustan (en absoluto), pero creo que los chándals me gustan todavía menos. En fin. O lo que es lo mismo, que en mi fuero interno a mí me gusta mucho más ver a mis hijas arregladas que vestidas de trapillo. Lo que pasa es que el concepto «vestida» y «arreglada» es un concepto más sobrio que el de otros sitios. ¡Recordad! ¡Soy aragonesa!

El concepto «arreglado» que me gusta a mí es este, de Tartine et Chocolat. 

Me gustan muchísimo estos vestidos de niña tan sobrios y sencillos, sin apenas adornos. Siluetas ultrafemeninas, con una bonita mezcla entre azul marino y marrón, con muchas capas superpuestas, leotardos de canalé y merceditas o botas. Es lo que me gusta a mí, con lo que yo me siento cómoda. Con las niñas suelo innovar más, pero es exactamente así como me gusta vestir a mí.

 

Los looks de niño también me gustan mucho. Si bien soportaría a una niña vestida rococó, lo siento, pero los niños vestidos de «pocholo» a mí me dan urticaria. No me gustan nada, nada, nada. Y así están arreglados pero no exagerados.

Me encantan las faldas de volantes para las niñas y estos tonos creo que son favorecedores. El rosa empolvado con marrón hace que sea un poco menos cursi la cosa que el rosa a secas, del que ya sabéis que no soy muy fan.

En definitiva, un estilo que me gusta, aunque esto es como todo, no para todos los días…

P.D. ¿Y qué acabo comprando? Cosas con color. Si es que no tengo remedio…

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.