Estoy participando en el programa de prueba de productos de la juguetería deMartina y recientemente nos han hecho llegar el primero de los juguetes: se trata en este caso de Fischer Tips, unas piezas con las que hacer manualidades. Os voy a contar ahora qué nos han parecido.
Si os soy sincera, no me hizo especial ilusión que la primera prueba fuera precisamente con este producto: yo pensaba que era igual que playmais porque aparentemente lo parecen y tuvimos un bote hace un año o cosa así. El éxito fue nulo, y eso que lo compramos con mucha ilusión. Eran como aspitos, para que me entendáis, pero que se pegaban los unos con los otros con agua y supuestamente podías hacer maravillas maravillosas. Nosotras jamás pasamos de un churro detrás de otro, que además en seguida se despegaban. Vamos, que no me seducía en absoluto el producto. Aquel bote se lo acabamos regalando a unos vecinos que andaban locos con él.
Sorprendentemente a mis hijas les encantó. Y digo sorprendentemente porque mi fe era bastante poca en ello. Pero les apetecía probarlo y se lo pasaron bomba… ya sabéis, un rato. Se lo pasaron tan bien que me pidieron llevárnoslo a casa, algo que sólo piden con cosas que les gustan de verdad.
Y es que luego me he enterado (y no será porque no tiene una patata como una catedral en su etiqueta) que a diferencia de playmais esto está hecho con patata. Será por eso, pero es cierto que se desmigan infinitamente menos y también gracias al almidón se pegan mejor.
Como entretenedor de niños está muy bien: con el cuchillito podemos cortar los bloques para adecuarlos al tamaño que queremos y sólo necesitamos una bayeta como esa (que viene incluida) que mojaremos y que nos servirá para pegar las piezas entre sí. Eso sí, los resultados serán dispares según la maña de los niños y de los adultos que les ayuden… yo me escaqueé vilmente y lo hicieron ellas solas ¡Dos minutos de paz!
Aunque a ellas les he mentido como una bellaca y les he dicho que era maravilloso de la muerte mortal, seguimos haciendo muchos churros. Mencía hizo «algo» que según ella era un dinosaurio (y que podía haber sido Lady Gaga perfectamente o lo primero que se os ocurra) y Aldara hizo esta flor que me regaló con todo su cariño. Pero las dos estaban más contentas que chupillas.
Puntos fuertes:
- Es barato
- Es ecológico (sólo es patata y colorante alimentario)
- Estimula la imaginación (tanto de ellos para hacer whatever como de los adultos para tratar de averiguar qué es lo que han hecho)
- Se pega de maravilla
- Mucho mejor que el de patata y que los de marcas blancas de superficies comerciales porque este no desmiga
- Pueden jugar ellos solos o acompañados
- No mancha especialmente (y lo que mancha es colorante, que se limpia bien)
Puntos débiles:
- Si no te explican lo que es y no se prueba, es difícil verle las posibilidades reales (por eso es mejor jugar con él en talleres)
- A simple vista no se diferencia de los de la competencia. Es cierto que tiene una patata, pero es dificil valorar en un estante de un supermercado porqué es mejor esto que el maíz si a simple vista parece lo mismo.
- El packaging es un poco soso. No es que sea terrible, pero tampoco es el mejor del planeta
- El nombre evoca a Fisher Price. Demasiado
¿Lo recomendaría?
SÍ. No para los negados para las manualidades si esperan ver en esto el santo grial de las mismas (les van a salir los mismos churros que a nosotros, que no esperen una capilla sixtina a punto de cruz), pero si a lo que se aspira es a tener los niños entretenidos un rato sin peligro y haciendo cosas creativas está muy bien. Y ya si salen obras maestras y descubrimos al escultor que algunos llevan dentro ¡mejor que mejor!