Hay juguetes bonitos, feos, prácticos, jugables, no jugables, aburridos, divertidos… y luego están los de Oskar y Ellen. Que son bonitos, amorosos, estimulan la imaginación y me los compraría todos. Unos detrás de otro. Porque son una delicia.
Un buen ejemplo es este juego de te. Vamos, que te dan ganas de irte de picnic ya. Lo chulo de los juguetes de Oskar y Ellen es que son de tela. Todos. Lavables, blanditos y no susceptibles de causar daños en caso de que decidan tirárselos a la cabeza ¡ni se rompen! Nosotras teníamos uno parecido (es de hace años) y era precioso a más no poder. ¡Como me gusta!
Mirad qué preciosidad de barco pirata. Tengo a mi hermana loca con él porque lo quiere para mi mini-sobri. Y es que es tan rebonico… mi sobrino, supongo, a lo más que aspirará es a llevárselo a la boca, pero ya jugará, ya ¡tiempo al tiempo!
Pero es que… a mí lo que me conquista es que Oskar y Ellen tiene un mapamundi molón de la muerte. Puedes poner banderitas, animales, monumentos y un montón de cosas, así que además de decorativo (que lo es un rato largo) es sumamente educativo. ¡Un must!
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