Cuando no teníamos en Zaragoza una tienda Ikea, yo cuando iba a Madrid o a Barcelona, además de visitar los monumentos de rigor, me iba a sus establecimientos de turismo. Era lo suyo: pasear por esos pasillos en los que te sientes un poco hámster, entrar en todas las casas simuladas que tienen, comerme las albóndigas (que me da igual que sean de caballo o de perro… están muy buenas) y salir cargada hasta las cejas. Ahora sigo comiendo las albóndigas pero como tenemos la tienda bien cerca hasta he conseguido salir sin comprar alguna vez.
El caso es que una de las cosas que más me gustaba es como tienen soluciones para todo. En Ikea el dormitorio infantil ocupa un área bastante amplia y la cantidad de cosas que hay para los niños es bestial. Y ya no es que tengan muchas: es que te dan ganas de volver a ser niño para disfrutar de un dormitorio como esos.
Una de las cosas que sus detractores le achacan a Ikea es que al final todas las casas parecen la misma. En parte es cierto: al final todos los que tenemos uno cerca compramos mucho ahí porque a) es muy barato y b) el diseño es muy bueno. La relación calidad precio está muy bien. Y sobre todo, en el mismo sitio. Es verdad que podríamos encontrar cosas iguales en otros sitios, pero sin duda no todas juntas y no tan fácilmente. Así que Ikea es una opción fácil y rápida. Pero aún así, yo hoy quiero reconocerle cosas que a veces se nos olvidan. Ya me hubiese gustado tener una tienda cerca para haberles montado el dormitorio infantil ahí cuando nacieron mis hijas.
1. No pasa nada por utilizar el color
A los niños les gustan que sus dormitorios sean coloridos. Veréis hasta la extenuación los nórdicos de Ikea porque son divertidos, coloristas… y baratos. Y también vais a ver en muchos sitios los taburetes estos bajitos porque son tremendamente útiles, no pesan nada y cuestan dos duros. ¡Y a los niños les encantan! En mi casa lo veréis… pero no en el dormitorio infantil sino en el salón (ejem)
¡Y el color! Puede estar en los suelos, en los frontales de los muebles, en los cojines, en las colchas. Donde quieras. Pero ¡alegría!
2. Existen muchas soluciones de almacenaje
Los niños tienen cacharros. Muchos cacharros. Y necesitan sitio para dejarlos. No vamos a conseguir que de repente desaparezcan como por arte de magia. Me gustan muchísimo las cajoneras enormes, que sirven como banco o como mesa (como las que veis aquí arriba). Y me gustan los frontales de colores para hacer más divertidas las habitaciones infantiles
4. A los niños les gusta pintar
Cajas para poner las pinturas, cajas para guardar las libretas, rollos largos para dibujar, rotuladores, mesas bajitas, sillas diminutas… todo eso lo podéis encontrar en Ikea. Y a mí me mola. Qué queréis que os diga.
Y ya si pintamos una pared de pizarra como aquí… directamente alucinas.
5. Las camas de Liliput
Si fuera niña me fliparía tener una cama de mi tamaño y que crece conmigo. Por eso estas camitas de Ikea siempre me han fascinado ¡me parecen la bomba!
6. Para niños y adolescentes
Una de las cosas que más me gustan es que puedes convertir un dormitorio infantil en un dormitorio juvenil sin demasiada historia. Cambias un poco la decoración, y lo que antes se veía infantil ahora se ve adulto y sirve para todas las edades.
Y lo que más más más me gusta de Ikea es que lo mismo sirve para quienes tienen los gustos modernetes como los míos o quienes son más clásicos. No hay como adaptar el resto de los elementos decorativos a nuestro estilo… y los muebles y demás complementos resultan de lo más versátil.
En fin, que me gusta la decoración infantil y me gusta Ikea. Qué puedo decir.
3 respuestas a «Soluciones Ikea para el dormitorio infantil»
Joe las dos últimas me encantan!!!
Si es que dónde esté Ikea…
Te he dicho en un comentario anterior hace un ratito que pensaba comprarle a Henar una cama nido, precisamente de Ikea. Me encanta esta tienda, porque tiene cosas muy bonitas y coloridas a muy buen precio. Soy una asidua, e incluso el plan de desayunar en ikea siempre es bienvenido. Alguna vez he ido y me he vuelto sin comprar nada, pero no es lo normal 🙁
Yo, desde que pisé por primera vez Ikea, no me planteo mirar muebles en otro sitio. No son tan difíciles de montar, te ahorras un montón de dinero, tienen unos diseños monísimos y para lo destroyer que son los niños con esta calidad ya tienen de sobra. ¡Me encantan estas habitaciones!