Hace un tiempo leí este artículo en el Huffington Post en el que una madre contaba que estaba bastante harta de hacer que la infancia de sus hijos fuera mágica. Ella se decía cansada de tener que estar haciendo manualidades constantemente, de vivir en un mundo pinterest y que todo tuviera que ser alucinante. En su día fue retuiteadísimo, comentadísimo, publicadísimo. Y yo lo leí y pensé … pues no sé si estoy de acuerdo, al menos completamente.
Tal vez sea porque yo tuve una infancia mágica. Estoy de acuerdo en que casi todas las infancias lo son. No hace falta grandes historias, como dice la autora de aquel post para que atesoremos en la memoria aquellos momentos mágicos. Es verdad que yo recuerdo momentos completamente intrascendentes, sin grandes historias detrás como muy buenos. Me recuerdo a mí misma jugando con el tente, los clics y las cajas de las cintas de casette y pasándomelo como los indios. Pero también recuerdo los momentos mágicos que mi madre «se trabajaba». Y los recuerdo como algo especial.
Un día le oí decir a Baballa que esperaba que sus hijos se diesen cuenta de todo lo que se lo curraba para hacer su infancia especial. Yo le dije que no se preocupara, que aunque ellos parecieran no notar la diferencia con los años se darían cuenta de todo lo que ella había hecho en ese sentido. Y lo dije con conocimiento de causa.
Mi madre fue una adelantada a su tiempo y todas estas cosas que hacemos las «madres modernas» ya las hacía hace muchos años. Mucho antes de que existieran las fiestas temáticas mi madre preparaba unos cumpleaños que eran la envidia de todas las niñas. Y a mí me encantaban, no por que dieran envidia a nadie, que era algo que ni me planteaba, sino porque eran la leche de divertidos. Nos organizaba juegos y al terminar se curaba un montón de regalitos para todas las niñas. Cuando era pequeña las gomas, sacapuntas, libretitas e historias de estas no eran tan comunes como ahora ni tan fáciles de encontrar.
Mis disfraces siempre eran caseros. Y molaban mucho porque tanto mi madre como mi abuela cosían. Tuve una casita de madera, que era la leche, hecha por mi abuelo y decorada por mi abuela. Y todas estas cosas no eran lo normal. No era cuestión de dinero, que si bien nunca ha faltado en casa, tampoco sobraba. Mi abuela compraba las telas en el rastro por dos duros. Era cuestión de maña y de querer hacerlo. Su elección fue esa, crearnos a su manera una infancia especial.
¿Es obligatorio tener una infancia llena de cumpleaños temáticos, fiestas con todo coordinado, viajes de la leche etc? No. Primero porque cada uno es muy libre de buscar las maneras de conseguir la magia, y segundo porque, asumámoslo, no todos tenemos los mismos dones en esta vida. Desde luego mis hijas no recordarán su niñez por los suculentos platos que les preparaba su madre ya que yo cocino como el culo muy malamente. Ni tampoco me recordarán como la madre que juega más a papás y a mamás con ellas o a las cocinillas, porque hasta cuando era niña y tenía edad de que me gustaran estas cosas eso me aburría soberanamente. Así que imaginad ahora. Quiero decir, que al final hay que ser consciente de nuestras limitaciones. Y de que somos lo que somos.
Pero yo no reniego de buscar una infancia un poco más especial para mis hijas. De buscar la magia. No a diario, obviamente, ni siempre en el mismo nivel de espectacularidad. Si en tu vida tienes fuegos artificiales todos los días estos dejan de ser especiales. Pero yo ME ESFUERZO porque creen momentos especiales con el cine, creando una atmósfera, currándomelo para buscar las películas que pueden gustarles. No es algo que salga porque sí, es algo que yo he buscado. Y que disfrutamos horrores. Estoy segura de que cuando sean mayores lo recordarán porque es algo de magia que hemos incluido en nuestra rutina.
Unas veces la magia viene sola. Y otras veces la ayudamos un poco. Es parte de la maternidad. A mí me tira de un pie la competición. Yo no quiero ser la mejor madre del mundo, me conformo con ser la mejor madre que puedan tener (y esto implica, en mi caso, de vez en cuando alejarme de ellas y hacer cosas de adultos, sola). Compito conmigo misma. No es una cuestión de postureo, pero yo tuve una infancia feliz, especial y llena de momentos brutalmente alegres y me gustaría contribuir a que la de mis hijas fuera al menos tan buena como la mía.
Hoy es el cumpleaños de Aldara y me he esforzado para que cuando termine me abrace llorando como el año pasado y me diga «ha sido el día más feliz de mi vida». Eso es lo que yo quiero.
Felicidades cariño.
PD. Sí, la del centro de la foto soy yo 😉
30 respuestas a «¿Infancia mágica sí o no?»
¡Me ha encantado y comparto todo lo que dices! No hace falta hacer algo espectacular todos los días pero sí hay que buscar la magia en todos los momentos.
Felicidades a Aldara por su cumpleaños y a las dos pimpollas por una mamá tan comprometida con su felicidad.
¡Un abrazo!
Gracias cielo! Un abrazo grande!
Totalmente de acuerdo contigo. Los buenos recuerdos de la infancia son un activo de energía positiva para toda la vida y eso es lo que yo quiero para mis hijos. Este santo de Carmen le hice una tarta de Frozen como pude. No quedó espectacular como las de Pinterest pero resultona y ella no se lo esperaba, cuando la tuvo delante primero hizo una exclamación y luego se dio la vuelta y me dio un pedazo abrazo. El trabajo mereció la pena con creces 🙂
Al final es un poco eso… nuestros hijos no nos miden por el rasero de Pinterest. No todos los días puede haber tartas de Frozen, pero cuando las hay pues oye, bienvenidas sean y para ellos será algo importante 🙂
Me ha gustado mucho tu entrada!
Básicamente estamos de acuerdo en todo.
Yo tampoco destaco por mis habilidades manuales, mis dibujos y manualidades son horrorosos pero ¡oye! ¿y el buen rato que pasamos haciéndolas? jaja
Seguro que tus hijas recordarán sus infancias como maravillosas porque su madre estaba ahí disfrutando con ellas.
Un abrazo y felicidades a tu niña!
Pilar
Gracias tesorete! Si es que no todas podemos ser las reinas del handmade… hacemos lo que podemos y en lo que podemos ¡y eso está bien!
¡Felicidades, Aldara! Y felicidades a ti también, preciosa.
En nuestro caso, las manualidades no nos dan la felicidad. Afortunadamente, todo es más sencillo: ir a la playa, comer un helado, hacer una barbacoa, invitar a sus amigos a jugar, cantar-gritar en el coche, llevarla con sus abuelos, etc.
Quizá cuando sea mayor quiera fiestas temáticas, pero ahora lo que quiere es tener a su alrededor a las personas que más quiere y jugar hasta caer rendida. Y, si es posible, reunir todos esos ingredientes en naturaleza, eso no falla 😉
A mi ese artículo también me dejó así, así. Manualidades, no; magia, sí!
Un besazo!
Si es que el dicho de que cada niño es un mundo es totalmente cierto. A unos les gustan unas cosas, a otros otras y eso está bien. Pero como dices, magia sí. Cada uno como quiera 🙂
Yo creo que vale la pena hacer días especiales y también dejarles que los días de diario se organicen ellos 🙂
Felicidades a tu peque y a ti misma por esyos años de maternidad
Sí, tienen que aprender a funcionar los días de diario también 🙂 Gracias cariño por la felicitación!
No puedo estar más de acuerdo contigo. Yo no tuve una infancia tan mágica, al menos desde el punto de vista de madre, que pasaba bastante de hijos (y sigue haciéndolo), pero cada persona es como es. Quizá por eso a veces me siento que tengo que esforzarme el doble, por hacer que Henar tenga las cosas que yo eché de menos entonces y que con el paso de los años te das cuenta. Por ejemplo, yo nunca tuve un disfraz hecho por mi madre, quizá por eso procuro esforzarme en hacérselos a mi hija. No son espectaculares, a veces no llevan ni una sola puntada, los hago con fieltro, con goma eva, con lo que puedo… Pero intento que sean muy especiales. Lo mismo con sus cumpleaños, o con los Reyes Magos temáticos que organizo cada año y que me gusta planear durante meses. Procuro llevarla al cine, al teatro, a descubrir cosas… aunque por supuesto también hay días (muchos) que no son mágicos en absoluto, que me siento cansada, que no tengo ganas de ir al parque y quizá en esos días le enchufo demasiado a la tele. Pero sí me esfuerzo por intentar que mi hija tenga una infancia mágica, pongo todo lo que está en mi mano e intento ser la mejor madre posible dentro de mis posibilidades reales, compitiendo conmigo misma, ni más ni menos. Me ha encantado tu post.
Gracias sol! Lo estás haciendo estupendo con Henar, eres una madre genial, amiga!
Por cierto, se me olvidaba lo más importante: Muchísimas Felicidades a Aldara!!!
Me ha encantado tu post sara!!! Estoy de acuerdo contigo en todo, yo recuerdo mi infancia como una época muy feliz, gracias a que mis padres se esforzaron porque así fuera, para días tristes y de preocupaciones ya habrá tiempo creo que yo de sufrirlas cuando somos adultos. Y ahora pues con mi hija intentamos hacer lo mismo, que de vez en cuando tenga momentos especiales, por supuesto y como no puede ser de otra manera el día de su cumpleaños es uno de ellos, está claro que todos los días no pueden ser especiales ni hacer cosas especiales, porque entonces se convertirían en algo rutinario y dejarían de serlo, pero siempre que puedo y que podemos lo hacemos, y a veces no es necesario para crear esa magia gastarse mucho dinero.
¡Muchísimas felicidades Aldara! ¡Espero que disfrutes muchísimo de tu día! Muchos besos!!!
Besos a vosotros también!!!
De todo este rollo, buena madre, mala madre y cosas de estas que ya me tienen aburrida, esto que comentas tu es de lo mejor que he leído sencillamente porque tiene sentido común ¿ acaso no puede una hacer manualidades un rato y luego dejarles que vean la tele mientras se dedica a otras cosas? ¿ acaso no puede una hacer un año un cumple temático y al año siguiente ir al bolas porque no ha tenido tiempo para organizar nada? Cada una es la mejor madre que puede ser y todas hacemos lo que podemos con el tiempo que tenemos, lo que no hay que hacer es perderlo en competir con otras madres porque el tiempo es precioso y pasa demasiado deprisa, aprovechemoslo al máximo. Un beso
Amén hermana! Si es que parece que una tiene que serlo TODO siempre. Y la vida es así, con grandes momentos, momentos normales, madres cansadas, y madres entregadas.
Es genial buscar la magia pero ser realistas y centrarlos en aquello en lo que somos buenos y sobre todo, en lo que nuestros hijos disfrutan.
Pues yo sí soy de las que cree en la magia! De la infancia y de adultos :)) Quizás porque yo no tuve magia y la empecé a descubrir de adulta… Quizás porque creo que hacer de las pequeñas cosas algo extraordinario ayuda a ser feliz. Ayudo a mis hijos a hacer magia, porque ellos son los primeros en hacerla.
Un abrazo, me encantó!
Gracias cariñito! Un beso!
Buaaaah! yo creo que lo tienes más que conseguido, tus hijas te adoran, eso lo sabemos todos los que te leemos.
Quizá no juegues a las muñecas, pero te las llevas de viaje, les haces fotos…todo eso que vemos, te lo curras nena, y de que manera!
No, a muñecas ya te digo yo que no juego ¡qué coñazo!
leí el artículo en su momento y coincido en que ese esfuerzo para que cada instante sea mágico me parece agobiante, la infancia ya es mágica en sí misma y hay que tener espacios para que los niños espabilen y se desarrollen solos, sin que los padres estén encima todo el día
por otro lado, creo que no hay recetas para la magia, cada madre y cada padre es distinto, con que esté allí brindando lo mejor de sí no hace falta que destaque en TODO, sino que haga mágico eso que, precisamente, tiene de diferente y especial
mi mamá no cocinaba ni cosía, trabajaba fuera de casa, viajaba mucho y nunca nos hizo creer en papa noel o el ratón… pero las excursiones que hemos hecho de pequeñas, las canciones cuando había un apagón, los chocolates a escondidas, los cuentos que inventaba a la hora de comer (del tupper que enviaba la abuela) y las figuras en las nubes no nos los quita nadie <3
Claro, es que la magia no siempre llega por los mismos sitios, verdad? Un beso!
Yo estoy segurísima de que tus hijas se acordarán de todo esto como algo especial! (Lo recuerdo yo simplemente por tus entradas… así que imagina ellas!).
Pienso que tus hijas son muy afortunadas al tenterte como madre.
Por cierto! Aldara es igual que tú de pequeña, no?
Besotes!
Pues yo siempre le he visto más parecido a Aldara que a Mencía conmigo, sobre todo por cómo era yo de chiquitaja. Aunque váyase usted a saber jajjaa
Yo soy una negada para la cocina, las manualidades, todo tipo de DIY, no me gusta jugar con muñecas, ni a la casitas, pero aún así creo que stoy bastante bien concienciada en lo importante que es hacer que la infancia de un niño sea feliz e inolvidable. Como dices, hay muchas otras cosas que podemos hacer con nuestros churumbeles para que cualquier día se convierta en un gran evento sin tener que hacer excentricidades ni dejarnos los cuartos por el camino. ¡Felicidades atrasadas a tu nena!
¡Magia, mucha magia! La magia no es solo saber hacer galletas o unas manualidades que te pasan. La magia es mucho más. Muy de acuerdo contigo, ya escribí hace tiempo del tema: http://lashistorietasdemama.blogspot.com.es/2014/04/disfrutando-de-la-magia-de-la-infancia.html
Besotes!
Yo creo, como tú, que cada niño/a hemos tenifo nuestra infancia especial y eso no implica necesariamente tener mucho dinero, y estar haciendo cosas especiales todo el dia. Yo con mi hija intento que sea feliz y que disfrute de su niñea, tanto o mas que lo hice yo, y eso, siempre lo recordará.
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[…] tengo grandísimos recuerdos de mi infancia: me lo pasé estupendamente y aunque tuve momentos (como todo el mundo) un poco malos la verdad es que predomina lo bueno. Es […]