En casa nos encantan los juegos de mesa. Aldara está en una edad rara: a ella ya de por sí no le apasionaban las muñecas y cosas así , así que imaginad ahora lo difícil que es dar con algo que le guste. Está pre-preadolescente y hay cosas que considera de pequeños. Se pasaría la vida pintando y jugando con el iPad, pero yo considero que aún es pronto para perder a mi hija así que he promovido el jugar en familia. Cuando yo era cría disfrutaba como una loca así que soy muy fan de los juegos de mesa familiares, sean para niños o no.
Este es el rincón en la estantería de mis hijas donde tenemos los juegos de mesa en casa. Como veis, no lo digo por decir. Tenemos un montón de juegos para jugar en familia y para todas las edades. Algunos nos gustan más y otros menos, y tampoco nos consideramos expertos en nada. Pero como alguna vez nos habéis preguntado por algunos de ellos he pensado que lo mismo os apetece que os los enseñe por dentro.
Vamos a empezar por Laberinto, un juego de Ravensburger que conozco bien porque me hinché a jugar cuando yo era pequeña. Este año se lo hemos pedido a Papá Noel porque el que teníamos nosotras era técnicamente de mi hermana así que me apetecía tener uno para nosotras.
Laberinto es un juego para todas las edades. Mencía con 5 años puede jugar perfectamente y a mí, con 38, me sigue pareciendo divertido. Os explico como se juega.
El juego de mesa Laberinto lleva un montón de años en el mercado; como digo yo misma me hinché a jugar hace treinta años. El juego es idéntico al que teníamos (la única diferencia es que la tapa si no recuerdo mal tenía el fondo azul) y los dibujos son exactamente los mismos.
Laberinto consta de un tablero con unas piezas fijas, como veis aquí. Están pegadas a él y no se pueden mover. Lo primero que tenemos que hacer es llenar al azar y como vayan cayendo los huecos que quedan. Queda una cosa así.
Podemos jugar hasta un máximo de 4 jugadores. Cuantos más mejor, porque más se te van al traste tus planes. El objetivo es conseguir cuantos más tesoros podamos. Éstos están diseminados por el laberinto y tenemos que llegar hasta ellos por los caminos blancos, sin atravesar ninguna pared. Pero ¿cómo lo hacemos si no tenemos camino hasta ellos? Muy sencillo: es un laberinto que se mueve.
En su versión larga, a cada uno le darán una tarjeta con el tesoro que tiene que conseguir. Una vez lo consigas, te darán otra tarjeta, y al final, el que más tenga gana. Unas veces te darán tarjetas que sean muy fáciles de conseguir y otras veces complicadas. ¡Nunca se sabe! ¡Esto es azar!
Imaginad que vosotros sois la pieza amarilla y que tenéis que llegar al saco de monedas
El tablero tiene una pieza de más para que con esa ficha empujemos una de las filas, la que queramos. Lo único que no podemos hacer es deshacer el movimiento que haya hecho el jugador que va antes que nosotros. Es decir, si ha movido la fila A hacia la derecha, no podemos mover esa misma fila A hacia la izquierda. Podemos volver a mover esa fila A hacia la derecha, pero no invertir el movimiento. Es la única regla.
Si os habéis fijado, había unas piezas fijas, pegadas. Estas no se pueden mover por motivos obvios (las leyes de la física y estas cosas). Para que no nos liemos, las filas móviles están marcadas con un triángulo amarillo. Fijaos en la imagen lo que hemos hecho. Con la ficha hemos empujado la fila para fabricarnos el camino y poder llegar hasta el saco de monedas.
Si coincide que estamos en una ficha en la esquina y nos empujan fuera del tablero deberemos colocar nuestra pieza en el lado opuesto, o sea, en la pieza que hemos utilizado para empujar.
Como veis, es un juego realmente fácil, sin grandes complicaciones. Aún existe una versión más sencilla que consiste en repartir todas las cartas de primeras y saber de antemano todo lo que tienes que recoger. A mí personalmente me gusta menos pero es cierto que lo simplifica mucho porque sólo se te suelen hacer bola una o dos tarjetas y no la mayoría como suele suceder en la versión larga. En todo caso, es un juego tremendamente divertido y fenomenal para jugar en familia. No es excesivamente largo tampoco, lo cual se agradece.
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5 respuestas a «Juegos en familia: Laberinto»
Lo tenemos por recomendación tuya y nos encanta, con las niñas jugamos a la versión corta.
Me costo 19 euros estas Navidades en una juguetería, costo encontrarlo porque lo tenían con los puzzles, me parece bastante caro en Amazon, bastante más asequible la versión inglesa a 23 euros que debe ser exactamente igual.
¿Con los puzzles? Madre mía, como para dar con él! Sí, la versión inglesa es exactamente igual que la española. Con saber como jugar, tira millas
Madre mía! Lo que hemos jugado a eso en casa cuando éramos pequeñas! Es chulísimo!
jajajaja ya somos dos ¡la de horas que habré pasado yo delante del juego este!
Acabo de echar una partida a un ochentero y desvencijado laberinto que estaba en el casa de mi madre (era de un amigo mío de la infancia que me lo dejó y por suerte no lo reclamó de vuelta) . Ahora con un niño pequeño ha pensado que me gustaría tenerlo (bien pensado). Mi chico no había jugado nunca y ha flipado con lo sencillo y divertido que es. Sin duda uno de los mejores juegos de mesa que conozco. Al que, por cierto, he jugado también miles de veces en versión «solitario»