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¡Es la hora del recreo con Babybel!*

Cuando era niña, me encantaba ir al cole. Yo recuerdo que a estas alturas de la película ya estaba temblando porque llegaba el verano y no me apetecía tener 3 meses por delante sin clases. Sí, yo era así de rara. Me encantaba ir al colegio, estudiar y también jugar con mis compañeras. ¡Madre mía lo que habré jugado yo!

En mi cole había dos patios: el de infantil o, como lo llamábamos entonces, el de preescolar y el de los mayores. El patio de los pequeños ha cambiado mucho con los años; mis hijas estudian ahí y el recreo que tienen ellos es una versión sofisticada del nuestro. Nosotros jugábamos en un patio de tierra (mis rodillas lo atestiguan) con unos columpios de hierro de los antiguos y un arenero bastante grande. Las barras y el tobogán en el que jugábamos estoy segura de que no pasarían las certificaciones actuales, como no las pasarían ninguno de los de nuestra infancia en general. ¡Pero qué divertidos eran! Jugar a colgarse cabeza abajo era LO MÁS ¿recordáis la sensación? El arenero me daba más asquete pero porque siempre he sido muy especialita con estas cosas. Nunca he soportado mancharme y la arena en general me daba un poco de repelús. Aunque todo esto contradice el testimonio de mi madre que se pregunta cómo aquel arenero tenía tierra todavía si yo todos los días salía con un quintal entre la que llevaba en los zapatos y en la bata.

hora del recreo babybel

A mí me gusta preguntarles a mis hijas a qué han jugado cada día. Algunas veces pasan de mí y no me contestan, pero otras me cuentan con todo lujo de detalles cuáles han sido sus juegos en el recreo. Hubo una temporada que Mencía me decía que había jugado a «Campanilla y Periwinkel» con su amiga y me moría de la risa imaginando cómo diantres se juega a eso.

Cuando eres mayor dejas de tener recreo y es una auténtica pena. Ahora que trabajo en mi casa es menos problema porque puedo parar cuando quiero pero cuando trabajaba por cuenta ajena era algo que echaba mucho de menos. Intentaba parar diez minutos o un cuarto de hora a almorzar algo pero no era lo mismo ¡Los mayores también deberíamos tener recreo! ¡Y un recreo en condiciones! ¡Una petición en Change.org YA!

Fuera de bromas, el recreo es necesario para tomar un tentempié, para desconectar un rato, para resetear el cerebro. Y lo necesitan tanto los niños como los mayores. ¿Hace un Mini Babybel?

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En Babybel han pensado eso mismo y han hecho que un grupo de niños diseñara un patio de recreo para sus padres. Si un día bajo yo a tomarme un café a la máquina (como dice el chiste, eso que se llama café porque «dame veneno que quiero morir» estaba pillado por los Chunguitos) y me encuentro con que me han montado un patio debajo ¡me hubiese muerto de la emoción!

Vuelve a ser niño y visita Es la hora del recreo, el blog de Mini Babybel. Ahí se trata la importancia del recreo para el desarrollo de los niños y todos los beneficios que tiene éste momento del día, a nivel físico, psíquico, emocional y también nutricional. ¿Te apuntas?

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

3 respuestas a «¡Es la hora del recreo con Babybel!*»

El contenido del anuncio es genial, porque son los niños los motores para llevar la idea, y que sus padres tengan un merecido recreo divertido como cuando se es niño. Aunque lo mejorcito ha sido ese tiempo juntos cuando de diario y la rutina no lo permite… Cuantos padres hay que no solo no pisa un patio de recreo,sino ni tan siquiera un parque o plaza entre semana con sus niños…

Tengo que decirlo: cuando era pequeña me pasé mucho tiempo comiéndome los babybel con el envoltorio ese de cera roja. Está visto que mis padres no ponían mucha atención a la hora de comer y yo no supe hasta mucho después que aquello se quitaba. En fin… shame on me!

Los recreos de los mayores es que no son para desconectar, son para seguir con recados y a todo correr, jejeje pero si es verdad, echas la mirada atrás, y lo bien que nos lo pasábamos en los recreos.

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