Como os conté en Grazia la semana pasada todo el mundo sabe (todo, todo el mundo) que el año debería empezar en septiembre, que es cuando te intentan vender las colecciones más absurdas del mundo. Es también cuando hacemos propósitos de enmienda e intentamos mejorar respecto al curso anterior. Unas veces lo conseguimos… y otras no. Cuando Cacaolat me escribió para que presentara su nuevo Cacaolat Upp, un nuevo producto dirigido a los desayunos pensé dos cosas 1) Qué guay, me (nos) encantan los batidos de Cacaolat y 2) Mierda, nosotras desayunamos fatal. Pero fatal fatal. Podría contaros una milonga e inventarme lo fantástica que soy y los desayunos tan maravillosos que les doy a mis hijas, pero mentiría como una bellaca.
Yo, como todas, estoy harta de oír que el desayuno es la comida más importante del día. Nos lo han grabado a fuego. Pero yo recién levantada soy como un ñu, un ser que sólo sabe gruñir. No me entra nada en el estómago y yo creo que me he acostumbrado a ello. MAL. Muy mal. El problema no es sólo mío, es que estoy haciéndolo fatal con las niñas. Ellas toman un vaso de leche con chocolate, lo primero que pillan y aviando.

Así que estos son mis propósitos para el principio de curso.
1) Dar ejemplo. Desayunar, me entre o no. Imagino que al principio me costará más y luego se irá haciendo más fácil.
2) Probar cosas nuevas. Nuestro desayuno es un sota-caballo-rey y por no complicarme la vida a veces abuso de galletas y cosas industriales.
3) Ponerme metas asequibles: no pretender pasar de no desayunar nada a de repente ser la reina de los desayunos
4) Intentar incluir cereales + lácteos + fruta.

Este último punto sé que es el que más me va a costar y para ello trataré de ser creativa. Para mí «lácteos» es igual al vaso de leche pero eso es ser muy reduccionista. Podemos tomar yogur con frutos secos, cereales con leche, un poco de queso o incluso el nuevo batido Cacaolat Upp. Tiene Calcio y Vitaminas A, D y E e incorpora cereales con bajo índice glicémico que proporcionan energía a lo largo de toda la mañana. Son arroz y maíz, ambos sin gluten.
El desayuno tiene que aportar un 25% de la energía de todo el día. Si como a mí os da perezón comeros todo de golpe una buena idea es fraccionarlo en dos. No tenemos porqué tomar el lácteo recién levantados si no nos entra. Podemos llevárnoslo a trabajar o al cole por ejemplo. Si queréis ideas para desayunos podéis visitar este link donde encontraréis propuestas para varios días de la semana en colaboración con la Fundación SHE.
Así que ¡objetivo ir bien desayunadas!
*Post escrito en colaboración con Cacaolat
3 respuestas a «La vuelta al cole con Cacaolat Upp*»
Pues ya me diras si te funciona… yo soy un poco peor que tu con los desayunos … un batido en brick, con cañita. Es decir ni sentarnos …. y siempre pienso lo mal que lo hago.. pero claro salir de casa a las 8 con los 2 bien desayunados mision imposible
Ay qué morriña… El Cacaolat es una de esas cosas que echo de menos! Aquí no hay nada parecido.
Lo del desayuno es muy relativo, como lo de las 5 comidas al día, las 5 raciones de fruta y/o verdura o los 2 litros de agua.
Yo ya paso, mi hjo pasó de los cereales (papillas) a la leche con (cereales, galletas, bizcochos…) y era un horror, tardaba muchísimo, no le entraba, siempre de mala baba,…hasta que le empecé a dar sólo un brick pequeño de batido, empezamos con el de vainilla pero ahora sólo quiere de choco. Y chica, si se bebe el batido a las 8.15, luego almuerza a las 10.45 y a las 12 come en el cole y me parece bien que no desayune tanto. Si al fin y al cabo era un suplicio para todos