Este verano nos fuimos de vacaciones a Italia, concretamente a la Toscana. A la vuelta una de las primeras cosas que hice fue comprarme una cámara de fotos nueva, no porque mi réflex no funcionara bien (que funciona maravillosamente como podéis ver en estas fotos) sino porque acabé hasta las mismísimas narices de cargar con su peso. Me he hecho con una Olympus Pen Epl6 (ya os lo contaré en breves) y una de las cosas que contaba era que era compatible con una tarjeta SD Toshiba FlashAir.
Cuando estuve en Codorniu envidié muy fuerte a Marta de Una Mamá Diseñadora porque tenía una cámara que enviaba las fotos al móvil. Me pareció un invento. En principio la tarjeta de memoria FlashAir servía para lo mismo, así que me la compré ¡y puedo deciros que es el invento del siglo!
Aquí la veis: aparentemente es una tarjeta SD normal y corriente como las que utilizan la mayoría de las cámaras. Y lo es: tú puedes ponerla en cualquier cámara que tenga este tipo de tarjetas, no sólo en cámaras como la mía. Si acepta SD, es compatible. Las hay de distintas capacidades. La mía es de 32 Gb porque para fotos no hace falta, pero ya que mi cámara graba también vídeo a alta definición pasaba de estar haciendo cutreces porque me quedaba sin memoria. Pero no es mucho más cara que una tarjeta normal. Esta me costó 36 euros en Amazon, un precio bastante razonable para sus funcionalidades. Si la queréis con menos capacidad, el precio no es mucho mayor que una tarjeta corriente.
Sí, ya sé que mucha gente no tiene ya cámara de fotos y funciona con la del móvil. Yo si no queda otra también, pero hay fotos que necesito que estén un poco mejor y me gusta tener una cámara un poco superior. El principal problema de la réflex era el peso sin duda, pero era un
coñazo rollo tener que esperar a llegar a un sitio con ordenador para ver las fotos y poderlas subir a las redes sociales o haer con ellas cualquier otra cosa.
Con la tarjeta FlashAir este problema se soluciona de un plumazo. Es una tarjeta de memoria con wifi incorporado. Me costó un poco de configurar la tarjeta dentro de la cámara y al final acabé entrando en la web de Toshiba e instalándome un programa en el ordenador para poder hacerlo desde ahí más cómodamente. Si os ocurre, podéis buscar soporte aquí.
Hay dos opciones básicamente: que puedas encender la tarjeta cuando quieras o que esté siempre en modo wifi. Yo elegí el segundo porque me resultaba más cómodo (y también porque después de pelearme con ella lo preferí así) pero hay que ser consciente de que gasta mucha más batería.
Para que veáis lo fácil que es: yo tengo un iPhone, así que entré en la Mac App Store y busqué «FlashAir». Descargué la aplicación y en un momento estaba funcionando. También me descargué la aplicación de Olympus Share porque es la específica para mi cámara de fotos, pero no es necesario: con cualquier cámara digital con la aplicación FlashAir podéis funcionar sin ningún problema.
La tarjeta lo que hace es conectarse con tu móvil. Yo le puse un nombre y una contraseña fáciles de recordar y así lo localizaba rápido. OJO. Cuando la tarjeta se conecta con tu móvil dejas de tener 4G, que no pasa nada, pero tienes que tenerlo en cuenta. Si la cámara está cerca del móvil se conectará, así que ten cuidado con ello (o configura la tarjeta para encenderla y apagarla cada vez que quieras, que se puede).
Una vez conectada (normalmente lo hará sola, pero la primera vez es interesante que lo compruebes) sólo tienes que elegir la foto que quieres. Foto que tiene que estar en JPG. Si disparas en RAW no vas a poder descargar nada. Ya te lo digo yo, que me pasó. Tal vez tu cámara como la mía tenga la opción de poder elegir que guarde las fotos en los dos formatos simultáneamente. Eliges la foto y puedes optar por mandarla por email, lanzarla a una red social o guardarla en el móvil sin más ¡así de fácil! Las fotos siguen estando disponibles en la tarjeta de todas maneras, para que puedas usarlas para lo que quieras.

Olympus dispone de una app para utilizar compatible con este tipo de tarjetas, así que podemos mejorar la experiencia. Podemos utilizarlo como control remoto para la cámara (o sea, en una foto en grupo sólo tendremos que dar al botón desde el móvil ¡y listo!). También podemos importar fotos, editarlas y añadirles un geotag (aunque a mí esto no me gusta NADA).
En serio, AMO esta tarjeta de memoria, me parece el invento del siglo y se ha convertido en un imprescindible para mí. Podéis comprarla si os interesa aquí.
Más info sobre este tipo de tarjetas: Web de Toshiba.
2 respuestas a «Tarjeta FlashAir de Toshiba ¡Qué invento!»
Mola esta tarjeta, yo casi siempre acabo utilizando el móvil, por esa posibilidad de la inmediatez para compartir en redes sociales, o vía email, pero realmente prefiero las fotos de cámara que son de mayor calidad. Voy a pensar seriamente en hacerme con una de esas. Saludos.
Hola, acabo de comprarme la misma camara con la tarjeta wifi. El problema es que me he descargado la app en mi smartphone y no encuentra la señal wifi de la cámara. ¿Podrías explicarme cómo conseguiste configurarla?
Muchisimas gracias