Quiero ser diseñadora de moda

Una de las cosas que da más risa preguntarles a los niños es lo que quieren ser. Lógicamente porque las profesiones que suelen nombrarte siempre son algunas de las que tienen cerca (nunca oirás a un niño decir que de mayor quiere ser gestor de fondos, está claro), y también porque ellos no conocen límites. Da lo mismo que estén dotados o que no, ellos quieren ser eso, y punto. Pero está bien que tengan estos anhelos y también que los expresen. Lleguen a ser o no veterinarios, astronautas o diseñadores de moda yo creo que siempre queda algo en la personalidad y en los gustos que tendrán de mayores. Así que es importante escucharles porque a través de las profesiones soñadas nos cuentan mucho de ellos.

Aldara quiere ser profesora de gimnasia, lo que dice mucho de su pasión por el deporte que practica. Yo sé que no lo será, porque estoy segura de que otra cosa se le cruzará en su camino, pero ¿quién sabe? Nunca puedes afirmar nada con seguridad. Por otro lado, ella dice que quiere ser diseñadora de moda. La verdad es que le encanta… A ella le gusta mucho dibujar y pintar en general, pero lo de la moda le vuelve completamente loca. Vemos juntas programas y cada vez que me ve usando programas de diseño en el ordenador la tengo pegada a mí. Le gusta combinar colores, crear vestidos, imaginar outfits y de todo. Ya veréis, ya, qué divertida va a ser la adolescencia

Hace poco me enviaron desde Bandai esta muñeca Bratz que tengo convenientemente a recaudo hasta que lleguen las navidades. Pertenece a la colección Study Abroad, y para este otoño han presentado también la línea Selfie Snaps y Snow Kissed. Francamente no sabría deciros si me gusta o no. Me gusta la ropa y los complementos de la muñeca: definitivamente sí. Me gusta la ropa que lleva, los dos conjuntos y también las cosas con las que las combina. No me gustan los zapatos, que son un poco exagerados para mi gusto. He oído llamarlos de Drag Queen y estoy de acuerdo.

A mí los rasgos de estas muñecas no me importan. Tal vez es que me he acostumbrado. Tal vez también sea que yo creo que en cierta manera tenemos idealizados los juguetes de nuestra infancia (porque eran los de NUESTRA infancia… y tal vez dentro de unos años a ellos también les pase con los juguetes de su generación).

Por un lado no os negaré que me chirrían estas cosas de querer ser más mayores de lo que son. Nunca fui una niña de este tipo de muñecas (ni de cualquier otra clase en realidad… yo jugaba con los playmobil sobre todo y con las barriguitas muy de ciento a viento) pero también he de decir que mientras se tengan dos dedos de frente tampoco estoy segura de que sea un gran problema que tengan muñecas de este estilo.

Sobre el papel sí que me gustan los valores que transmiten: Las Bratz son un grupo de amigas a las que les gusta la moda y por eso uno de sus puntos fuertes son los vestidos. Esta serie en concreto trata de unas amigas que viajan alrededor del mundo para conocer culturas (punto positivo). Llevan una maleta para recoger souvenirs y adaptan la ropa al lugar al que van. Me gusta lo que cuenta la marca que busca: que las niñas exploren su creatividad y que ganen confianza en sí mismas. Para mí este objetivo es compartido. En casa no tenemos problemas de autoestima (al revés, Aldara tiene estima para ella y para tres más como ella) pero me gusta que se piense en esto.

Ahora bien, esto es como todo. Una cosa es lo que se quiere expresar y otra lo que efectivamente se expresa. Y esto sólo nos los pueden decir aquellos que acaban jugando con los juguetes. Yo ya os lo contaré. Se la regalaré a Aldara estas navidades y veremos. Aunque estoy casi segura de que le gustará, también os he de decir…