El cáncer de mama no entiende de nada. Ni de clases sociales, ni de belleza, ni de situaciones personales. Nunca nos pilla preparadas. Nunca nos viene bien. Pero viene. Existen factores de riesgo: menarquia precoz (o sea, la edad a la que viene la regla por primera vez), menopausia tardía, tener el primer parto a una edad madura… Tener antecedentes familiares multiplica el riesgo por dos o por tres. Haber dado el pecho es uno de los factores protectores por el contrario (una ventaja más de la lactancia materna).
Es el cáncer más frecuente en mujeres, da igual que sean de países del primer o del tercer mundo. La diferencia estriba en el diagnóstico precoz. La tasa de supervivencia en países desarrollados alcanza el 80% debido a que si se detecta en sus primeros estadios es posible tratarlo. Como siempre, dónde nazcamos acaba teniendo una gran importancia para nuestra salud. Estas cosas siempre me ponen muy triste.

Octubre es el mes del cáncer de mama, que hoy día 19 celebra una jornada de concienciación. He querido utilizar esta imagen de mi amiga Patricia Bataller de Batalleando para hacer especial hincapié hoy en la prevención. Es verdad que puedo deciros de memoria tres personas a las que aprecio mucho que han sufrido la enfermedad, entre ellas la tutora de mi hija. También una persona a la que aprecio mucho, Miriam, de Mamá en red contó como se enfrenta ahora mismo a ella. Me encantaría que pasaseis a dejarle un mensaje de fuerza. Que tiene y mucha, pero sentir el calor de la gente siempre ayuda. No hay que perder nunca la posibilidad de hacerle sentir a alguien que no está solo.
Explórate. La autoexploración es una manera muy efectiva de detectar anomalías. No todas, y por eso se recomienda hacer mamografías periódicas a partir de los 45 años. Explorarnos nos empodera y nos da control sobre nuestra vida.
Todos queremos seguir jugando con nuestros hijos mucho tiempo. Cuando una es madre de repente es consciente de que ya no se trata únicamente de ella. Nuestras enfermedades afectan a gente a nuestro alrededor. Debemos curarnos, debemos hacerlo porque la perspectiva de que nuestros hijos sufran por ello es la peor de las perspectivas. Ya no somos nosotras, son ellos. Ellas, en mi caso. A mí sería lo que más miedo me daría.
Ojalá no hiciera falta hablar de estas cosas. Ojalá no tuviéramos esa espada de Damocles sobre nuestra cabeza, pero como no va a desaparecer por arte de magia hacen falta fondos. Dinero. Donando a asociaciones como la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) o comprando productos de la línea #prettyinpink de Bright Starts ayudamos en la lucha contra el cáncer.
Pretty in Pink es un proyecto precioso cuyos beneficios (en Estados Unidos y en América) van destinados a la investigación y prevención de la lucha contra el cáncer de mama. Tenéis juguetes para los bebés y niños pequeños de todo tipo cuyo hilo conductor es que son de color rosa. El rosa nos recuerda la lucha de un montón de mujeres valientes y de todos aquellos comprometidos con ellas.
Gracias a Bright Starts por la iniciativa. Reconoceréis los juguetes (además de porque tienen la leyenda Pretty in Pink) por su color rosa. Bright Starts se distribuye en España por El Bebé Aventurero. Si tenéis dudas de dónde encontrarlos podéis consultar los puntos de venta. Sé una #PinkPowerMum
Links
- Organización Mundial de la Salud
- Asociación española contra el cáncer
- Distribución de Bright Starts en España: El bebé aventurero
Una respuesta a «Contra el cáncer de mama: Sé una #PinkPowerMum»
A mi también lo que más miedo me da es que sufran mis hijos. Gracias por unirte a la causa un año más. Mil besos te envío rosas