La seguridad en el automóvil es algo que sabéis que me preocupa mucho. Os he de reconocer que si me queréis ver sulfurada de verdad no tenéis más que ponerme a unos padres que no lleven correctamente a un niño en el automóvil. Es nuestra responsabilidad. Frases como «mujer, es aquí al lado», «no pasa nada», «Qué exagerado es todo ahora, cuando éramos niños íbamos todos en el coche de cualquier manera y no pasaba nada».
Pues sí que pasaba. Se ha trabajado mucho para reducir las tasas de accidentes en general y, sinceramente, coincido en que el objetivo no es reducir la mortalidad al volante, sino reducir las lesiones: es decir, yo quiero que no mueran niños, por supuesto, pero también quiero que en caso de accidente sufran las menos lesiones posibles. Ese es el objetivo.
Hoy os quiero hablar del programa de sensibilización de Fundación Mapfre Objetivo Cero niños en peligro con el que me siento plenamente identificada. Se trata de una campaña para concienciarnos a los padres y a los responsables de transportar a los niños de la importancia de utilizar los Sistemas de Retención Infantil adecuados a cada edad hasta que los menores tengan 12 años o al menos 1,35 cm de altura (aunque es recomendable estirarlo hasta el 1,50 cm)
Protegerles es nuestra obligación. Los niños son niños: a veces no querrán llevarlos por múltiples motivos y protestarán. Nosotros somos los adultos y hay cosas que sencillamente no son negociables. La seguridad nunca lo es. La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta a que entre un 50 y un 80% de las lesiones son prevenidas por los Sistemas de Retención Infantil.
- Mejoran los resultados en caso de frenazo o impacto. A contramarcha cuanto más tiempo se pueda, os recuerdo.
- Hacen que las lesiones sean menores. Como os decía, no sólo queremos que sobrevivan, sino que los SRI les protejan lo máximo posible y se produzcan cuantas menos lesiones mejor.
- Distribuyen las fuerzas que se ejercen sobre los ocupantes en caso de impacto. No es lo mismo que la fuerza sea ejercida sobre el cuello que en otra parte del cuerpo, ni que se produzca con una intensidad u otra.
Te recomiendo que veas este vídeo que la Fundación Mapfre ha publicado tratando este tema y otros relacionados con los riesgos que existen en seguridad vial, y en otros ámbitos.
Los niños tienen que utilizar sistemas de retención desde recién nacidos. Nada de montaros en el coche con vuestro bebé en brazos ¡así no va protegido! Aunque os parezca que es así como mejor va recién salido del hospital no es así. En el coche las sillas de seguridad son vuestros brazos. Esta es una lección que más o menos a tenor de los datos obtenidos todo el mundo sabe.
Curiosamente la mayor tasa de fallecidos por millón se sitúa entre los 6 y los 9 años de edad, algo que se achaca a que no se sabe muy bien cuándo se tiene que dejar de usar.
La respuesta es cuanto más tarde, mejor. La norma establece unos mínimos, pero son eso, mínimos, no máximos.Yo no creo que haya que llevar a los niños con SRI porque nos vayan a multar sino porque es lo más seguro, pero que sepáis que es obligatorio que los niños los utilicen como mínimo hasta los 12 años o hasta que alcancen 1,35 cm, lo que suceda antes.
Esto no quiere decir que si vuestros hijos han pasado el 1,35 m debáis quitar el asiento de seguridad. Sólo querrá decir que si no lo lleváis no os multarán ¡pero este no es el objetivo! Lo recomendable es que se utilice silla de seguridad hasta el 1,50 m, o al menos mientras quepan, aunque hayan superado el 1,35.
Entre los años 1.984 y 2.000 se ha reducido el número de niños fallecidos en accidentes de tráfico a la mitad, pero todavía queda mucho trabajo. Si no hacemos nada un niño de cada 2.100 perderá la vida en un accidente antes de cumplir los 15. Podemos evitarlo, podemos reducir las lesiones. Evita excusas y utilízalos siempre para conseguir el objetivo cero.
Más información:
- Objetivo cero de Fundación Mapfre
- Fotos: Klippan