Cuando comenté que me iba el fin de semana del 15 de julio a vivir el Verano Pirata al Hotel Barceló Sevilla Renacimiento absolutamente todo el mundo me dijo que si estaba loca: irnos a Sevilla a mitad de julio parecía una locura. ¿no podíamos ir en otro momento menos caluroso? El caso es que el hotel nos invitaba a un grupo de blogueros especializados en el mundo infantil a pasar un fin de semana ahí con nuestra familia y a todos nos apetecía de verdad. Total, no veníamos del norte de España y Zaragoza no es precisamente fresquita en verano: puestos a achicharrarnos, mejor cambiar de zona del infierno.
Voy a haceros un spoiler: no sólo sobrevivimos sino que lo pasamos genial. ¡Y no pasamos demasiado calor! (aunque tiene truco)
El Hotel Barceló Sevilla Renacimiento es un hotel de cinco estrellas situado en la isla de la Cartuja, justo al lado del parque de Isla Mágica. No está en el centro, si eso es lo que buscáis, pero en unos 20-25 minutos dando un paseo por el río estáis en el centro. Con 40º como que no, pero mi marido se animó y todo el domingo por la mañana el muy inconsciente.
El hotel es precioso: son tres edificios circulares que simbolizan a la Pinta, la Niña y la Santa María, todo un ejemplo de arquitectura ultramoderna. Se articulan en torno a un patio con una gigante claraboya que hace que todo esté lleno de luz. Yo soy una gran fan de la arquitectura en general, así que estas cosas las disfruto. En los patios pueden organizarse congresos y convenciones, en lo que suele ser el uso primario del hotel.
Las habitaciones son perfectas. Las camas, descomunales y puede estar toda una familia en la habitación de manera cómoda porque cuentan con un sofá cama estupendo. A nosotros nos encantan los hoteles y nos lo pasamos bomba haciendo el melón. Mencía disfrutó horrores de la bañera y por supuesto probó si era posible esconderse en el armario como estaba mandado. Ni un solo pero se le puede poner a la habitación.
Después de disfrutar de una tarde estupenda en la piscina (no hace falta que os llevéis toalla, por cierto, os la prestan ahí) fuimos a cenar con el resto de compañeros al jardín. Una cena espectacular con barbacoa de carne o de pescado y unos postres magníficos. Según nuestros maridos, el más rico uno de vainilla. Los niños estuvieron cenando y jugando con las monitores. Después de una gymkhana se marcharon al miniclub a cantar en el karaoke. A mis niñas como son un poco mayores les di permiso para que si se cansaran subieran a buscarnos sin necesidad de bajar nosotros a buscarlas y arreglado.
Hasta ese momento habíamos conseguido sortear el calor bastante bien: por la tarde en la piscina se estaba de maravilla. ¡El agua estaba fenomenal! A mí no me gusta el agua fría y me da pereza, pero ahí es que era imposible no bañarse. Por la noche en el jardín soplaba una brisa estupenda e incluso se agradecía un chal sobre los hombros. Calor 0 – Sara 1.
Una de las cosas que destacan en la web del hotel son los desayunos. Y a la fe mía que entiendo porqué ¡madre mía qué cosa más rica! ¡Ese buffet libre! Había de todo y más, para todos los gustos. Los niños pueden estar con los adultos o si lo prefieren, en el marco del #veranopirata pueden estar pintando con unas monitoras o marchar al miniclub.
El plan para el sábado era genial: nos íbamos a Isla Mágica que está tan cerca que se ven las atracciones desde el hotel. De las 11 de mañana a las 11 de la noche un trenecito te acerca hasta la misma puerta del parque. Por la mañana, la de aquel, pero por la noche, cuando estás realmente muerto matado agradeces no tener que caminar esos metros. Eso sí ¡no os quedéis a ver los fuegos si no queréis tener que volver andando!
Al ser Isla Mágica y el Hotel Barceló Sevilla Renacimiento partners tienes un montón de ventajas en el parque por alojarte ahí. Y se agradecen. Por un lado está el que no tienes que hacer fila para entrar sino que lo haces por una puerta específica mucho menos llena que la cola general y por otro que dispones de lo que en todos los sitios se conoce como fastpass. Es como un comodín: si no quieres hacer fila, lo utilizas. La cosa es que no lleva mucho tiempo en funcionamiento y no saben muy bien qué es, y además no cuenta con una entrada específica como en otros parques de atracciones. Puedes entrar por la salida o bien hacer fila y a la hora de bajar hacer un expecto patronum (por decir) y volverte a subir sin esperar más.
El parque está muy bien montado. Yo creo que dan por hecho que en Sevilla va a hacer calor lo mires como lo mires y directamente tratan de combatirlo. Hay chorros de agua por doquier, la mayor parte de las atracciones están concebidas para acabar mojado y hay muchísimas sombras y chorritos para rebajar el ambiente. Hacía un calor de la muerte (mortal), pero como básicamente íbamos calados hasta las orejas constantemente ni siquiera nos dábamos cuenta. La única pista es que en quince minutos te secabas por completo. De vez en cuando nos bañábamos vestidos en unos chorros que habían en la zona del puerto y tan felices.
A mí Isla Mágica me encantó. La ambientación está muy bien (inspirada en el descubrimiento) y las atracciones son las mismas que están en cualquier parque de este estilo… pero acostumbrados a las super colas de Port Aventura esto nos parecía un juego de niños. La zona de niños es prácticamente calcada, pero con la mitad de la mitad de gente, así que puedo prescindir perfectamente de Epi y Blas. Quizás se echaban en falta alguna de las montañas rusas que sí que están en Port-Aventura, pero yo soy de natural cagón, así que me monté básicamente en lo mismo que me montaba en el otro sitio.
Lo único que no nos gustó fue Agua Mágica. Fuimos ahí pensando en mojarnos (más) y aguantamos muy poco rato. Había sólo una piscina para adultos, la de olas, pero estaba llenísima y daba hasta miedo que te cayera alguien encima. En el resto de los sitios, ni una puñetera piscina más, y tenías que estar vigilando a los niños en la piscina infantil muriendo de calor al sol. A mi hija Aldara de 9 años la echaron porque sólo se podía hasta 8 años. Y nos contaron algunos compañeros que ni anillos ni pendientes en ninguno de los toboganes ¡pero es que ni pendientes de los de las niñas pegaditos a la oreja! Muy mal. Además tuvimos que hacer mucha fila para dejar las cosas en la consigna (además de pagar) porque con tanta gente ahí no había quien dejara nada.
La verdad es que nos gustó tan poco que estuvimos lo indispensable porque además, así como el parque estaba medio vacío Agua Mágica estaba a parir. Yo personalmente no pagaría por entrar ahí, pero ni de broma. Una pena porque el resto del parque nos pareció una pasada. Eso sí, llamábamos a las atracciones por el nombre que tienen en Port-Aventura ¡y era un caos!. Si me dan a elegir entre un parque y otro yo me quedo con Isla Mágica. La restauración razonable y a un precio decente, las atracciones en las que me monto las mismas, la ambientación genial… y la mitad de gente. El punto de no hago colas es algo a valorar. ¡Creo que no esperamos más de diez minutos en ningún sitio en todo el día!
Os dejo un pequeño vídeo que he montado con las cosas que hicimos este fin de semana para que podáis verlo con más detenimiento. ¡Espero que os guste tanto como a nosotros! Muchísimas gracias al Hotel Barceló Sevilla Renacimiento por hacernos pasar un fin de semana tan genial ¡Nos lo hemos pasado como los mismísimos enanos!
Más información:
- Reserva en el Hotel Barceló Renacimiento y disfruta del #veranopirata
2 respuestas a «Vivimos el Verano Pirata en el Hotel Barceló Sevilla Renacimiento»
Me dan ganas de ir ahora mismo! Y lo haré! Lo que pasa es que mis hijos aun son muy pequeños para parques temáticos (o eso me parece a mi, con 10 mese y 2 años). Así que esperaré al año que viene o el siguiente para empezar a hacer turismo de este tipo, pero que sepas que me apunto lo de Isla Mágica y el Hotel Barceló. Yo también soy muy, muy fan de Port Aventura y que llegues a asemejarlo y superarlo… Hace que mi interés en Isla Mágica se despierte muchísimo más! Besos!
Jo, qué pintaza tiene todo, si me lo regalan yo también voy para allá en julio, claro que sí! Pobres mis hijos, que el trabajo de su madre es más aburrido y nunca llego a casa con sorpresas como que nos vamos de fin de semana al paraíso de los niños…