Hoy me sumo al reto de Zalando para comparar la moda infantil para el cole de cuando yo era pequeña y la actual. Y creo que os va a sorprender lo que ha cambiado…
Nada.
Lo cierto es que mis hijas estudian en el mismo colegio que yo y siguen llevando exactamente el mismo uniforme, como si no hubiesen pasado las décadas que han pasado. ¡Soy un ejemplo penoso!
Uniforme sí
Yo soy una gran defensora del uniforme, no os lo voy a negar. Mis hijas decían el otro día que ojalá fuesen con ropa de calle y yo la verdad me moriría de la pereza de tener que estar discutiendo constantemente por la ropa. El que vayan sí o sí con la ropa que toca (uniforme o chándal) es tremendamente cómodo y evita muchos problemas. Además aunque la gente tiene la percepción de que es muy caro yo estoy convencida de que no es así. La falda que llevan les aguanta un mínimo de tres o cuatro años e incluso, para que os hagáis a la idea, mis hijas han llevado la mía de cuando era pequeña porque se quedan como nuevas. A mí no me generó ningún trauma en absoluto ir con uniforme: de hecho yo recuerdo que cuando pasábamos a BUP podíamos ir ya como quisiéramos y no era algo que me hiciese especial ilusión.
Sí, pero…
Yo soy una romántica: a mí me gusta el uniforme de mis hijas y hasta le tengo cariño. Pero sé que es un poco de síndrome de Estocolmo porque la bata era, objetivamente hablando, más fea que un dolor. Sí que creo que los uniformes se tendrían que adaptar un poco a los nuevos tiempos. Las niñas siguen llevando faldas cuando, no nos engañemos, casi todas serían felices de utilizar pantalones. Mis hijas se quejan de que la falda les da calor, que no les resulta cómoda para jugar. Tal vez sería mejor que los uniformes se modernizaran un poco y permitieran elegir entre falda o pantalón, así como utilizar otro tipo de tejidos igualmente resistentes pero un poco más amigables. ¡Seguro que si les preguntamos a las peques están de acuerdo!
Los chándals sí que han cambiado
Yo ya os he confesado mil veces que los chándals no me gustan. Los acepto como ropa para hacer deporte, pero ponernos un chándal así, voluntariamente, porque sí, no. Me da urticaria, o algo. Creo que hay mejores formas de vestir de sport, igualmente cómodas, ¡y con un poco más de estilo! Pero vamos, aceptamos barco… ¡si no queda otra!
En cuestión de moda chandalera, la cosa sí que ha cambiado mucho más. Cuando yo era pequeña había cuatro modelos matados de chandals. El que yo llevo aquí, ochentero total, era de los modernos en su día. No era azul marino (todo un logro), llevaba un bolsillo delantero estiloso y capucha. Vale que era de felpa y la felpa es el horror, pero os juro que era de lo más modernete en su día. Ahora hay infinitas formas de ir de sport, sudaderas monísimas, pantalones que no combinan necesariamente con la parte de arriba, incluso leggins. Así van mis hijas, con una sudadera desparejada ¡y me gusta mucho más que el chándal completo!
Aquí podéis ver algunas de las preciosas sudaderas que podéis encontrar en Zalando. Sí, ya lo sé… soy una creadora de necesidades profesional. ¡Aunque mis hijas llevan uniforme, siempre acabamos comprando alguna cosa más para la vuelta al cole!
*Post en colaboración con Zalando
2 respuestas a «¿Cómo ha cambiado la moda para el cole?*»
¡Qué mona sales en la foto con el uniforme! Yo odio los chándals tanto como tú y acabo de comprar un pantalón de deporte y una sudadera -que combina pero no va a juego- a la pitufina, así queda mucho mejor, el look es deportivo pero mucho más mono.
Esa foto es del día de mi comunión! Como ves, pedazo de calidad de la cámara jajajaja
Me alegro no ser la única que no soporta los chándals enteros, mucho mejor con sudaderas!