Cuando alguna famosa da a luz y en seguida aparece con un tipazo a los pocos días de dar a luz surgen las dudas ¿se habrá sometido a cirugía estética? Todos lo hemos oído: de Shakira decían que tras sus partos por cesárea directamente se había hecho la cirugía estética para dejar la famosa barriga completamente plana y como estaba. Famosas como Elsa Pataky, por ejemplo tuvieron que salir al paso y explicar que su recuperación no era milagrosa sino el fruto de muchos años de trabajo antes, de que estaba dando el pecho y que en su caso estaba todo supervisadísimo.

La verdad es que si os soy sincera no estoy en contra de las operaciones de estética. Para mí lo complicado es encontrar a alguien en quien confíes de verdad (porque lo cierto es que ves como han quedado algunas personas a las que se les ha ido la mano y dios mío, pobres) y no perder el norte y entrar en una espiral de operaciones para retocar cosas que estaban bien ya desde el inicio.
Sigamos con el ejemplo de la Pataky: ella se sometió a una rinoplastia y la verdad es que no hay quien pueda poner objeciones a ello. Los expertos de Multiestética, especialistas en estas operaciones en Barcelona nos cuentan «Antes de pasar por el quirófano es importante saber porqué queremos operarnos. Es una solución cuando se trata de eliminar un complejo o realizar pequeños retoques, en ocasiones unidos a un tabique desviado o a un problema respiratorio. Si se trata de un problema de salud o psicológico, y ver un cambio sustancial en nuestro aspecto nos va a ayudar a sentirnos mejor, la cirugía será una buena opción. Pero, si lo que se desea es una nariz perfecta, hay que ser realistas y reconocer que la perfección absoluta no existe, si no que debemos elegir la opción que nos haga sentir más cómodos con nosotros mismos.»
Para mí ésta es la clave. Hay partes de nuestro cuerpo que resultan muy llamativas, como la nariz o las orejas por ejemplo y una operación estética pueden ayudar con los problema de autoestima. Yo ENTIENDO que para una persona tener una nariz demasiado grande o unas orejas completamente despegadas les pueden suponer un problema y si con una operación estética esto lo solucionamos ¡pues alabado sea el señor!
La cirugía estética para mí es una ayuda, pero no podemos utilizarla para confiarle todos nuestros problemas de autoestima. Si no nos queremos a nosotros mismos no hay problema que un bisturí pueda solucionar. El problema de esta gente que entra en espirales sin sentido de operaciones sin límite es que hay un momento en que uno debe aceptarse. Es importante el sentido común y tener los pies en el suelo.
Respecto a las famosas que se someten a operaciones después de dar a luz yo siempre trato de entenderlas. Su cuerpo es su trabajo y puedo entender que tengan más prisa que una mujer de a pie para volver a su estado estupendérrimo de antes de dar a luz. Para el común de los mortales, las prioridades son otras y debemos centrarnos en lo nuestro. Generalmente se necesita tiempo para que nuestro cuerpo vuelva en sí y debemos pensar que recuperaciones a toda velocidad no son lo habitual. Y si más adelante nuestra autoestima necesita de ayuda, pues nadie debería juzgar a nadie.