Hace unos días tuve ocasión de acudir a Madrid para conocer los resultados del II Estudio Imaginarium sobre Felicidad e Infancia. Este es un tema que me interesa mucho: para mí la infancia debería ser, obligatoriamente, un periodo feliz de la vida. Yo creo que todos volvemos de manera recurrente a los recuerdos que generamos en esta época y no hay nada como tener ese tesoro en nuestras manos. Mi infancia fue muy muy muy feliz y de verdad que deseo que la de mis hijas también lo sea.
En el II Estudio Imaginarium sobre Felicidad e Infancia han tratado de ver si los niños españoles son o no felices. Hoy os voy a hablar de algunas de las conclusiones que se han extraido de este estudio realizado por la juguetera aragonesa.
Uno de cada 10 niños españoles no es feliz
La verdad es que fue un dato que a mí me impresionó. Vale, 9 de cada 10 lo son, pero no sé si como sociedad nos podemos permitir que un 10% de la población infantil no lo sea. Me parece muchísimo, máxime cuando este porcentaje aumenta con la edad. En la preadolescencia el porcentaje sube, en parte por la misma época vital, llena de inconformismo y de altibajos emocionales. Pero a mí me preocupa. Estamos en una época en la que los niños tienen a su disposición en general un montón de herramientas y de cosas y no puede ser que haya tanta criatura infeliz. A mí es un dato que me pone muy triste.
Las causas de la infelicidad
Para los niños no pasar suficiente tiempo con la familia es la principal causa de infelicidad (28,28%), aunque también se apunta la falta de tiempo para jugar (20,79%) o ser castigados (18,57%) como otras de las causas.
Y es que para los niños pasar tiempo con los padres es fundamental. Se suele decir que es mejor la calidad del tiempo que la cantidad (algo con lo que yo no estoy de acuerdo, creo que para los niños tenemos que estar). Inma Marín (a la que adoro) es experta en juego y en la presentación nos habló de que se puede tener calidad de tiempo con los niños y jugar con ellos mientras hacemos cosas convencionales. A veces tendemos a pensar en el juego como a sentarnos a jugar con las muñecas o con los cochecitos, pero hacer la cena con ellos puede ser también jugar. A mí jugar a cosas convencionales me aburre soberanamente pero me las arreglo para hacer con ellas otras cosas e imagino que de un modo no convencional en el fondo estoy jugando.
Los padres
Y es que claro, el 80,14% de los padres señalamos en el estudio que los horarios laborales son un problema para no conciliar la vida laboral y familiar y dedicarles a los niños el tiempo que necesitan. A los padres nos preocupa mucho que nuestros hijos no sean felices y lo que está claro es que las cosas materiales no producen felicidad a largo plazo (dando por hecho que tenemos lo básico, claro… estamos hablando de tener 8 u 80, no de tener 0 u 8)
Cuando nos lo explicaron la verdad es que a mí me vino a la cabeza la comparación con las calorías vacías. Una chuche por supuesto que produce un efecto y una felicidad… pero se pasa rápido su efecto. Pues con el exceso de cosas ocurre lo mismo. Tener cosas está bien, pero no podemos cimentar la felicidad de los niños en llenarlos de cachivaches. Los niños necesitan sobre todo jugar y jugar con otras personas para socializar y sobre todo para disfrutar MÁS. Las cosas en compañía se disfrutan el doble. Por eso está bien el juego con tablets (que no hay que huir de él… es una parte más) pero no puede ser el único ni tan siquiera el mayoritario.
En este estudio apuntan que los padres creemos que nuestros hijos serán más felices cuando se sienten valorados y queridos (53,43%), si comparten tiempo con nosotros (37,03%) o si exploran el mundo a través del juego real (6,20%)
¿Y qué es ser feliz?
Saber qué es ser feliz es complicado… y si no probad a definirlo vosotros. Según la RAE es el «estado de grata satisfacción espiritual y física», pero esto se queda un poco corto y limitado. Lo cierto es que cada vez se le da más importancia al tema de las emociones porque es básico que los niños sepan identificarlas. En el cole de mis hijas las trabajan mucho… y ellas he de decir que lo odian profundamente porque me da la sensación de que no les motiva demasiado hurgar ahí. A mí me parece positivo: tal vez es que mis hijas lo tengan muy claro porque tienen una madre muy pesada que les pregunta constantemente cómo están pero no sé si es lo normal.
Algunos niños es que quizás no saben que esto que sienten es felicidad. Sin embargo cuando a los niños les explicamos las posibilidades que tienen a su disposición y el esfuerzo que hacemos por ellos la mayoría abrumadora saben que esto es así.
Una de las cosas en las que incide el estudio es en que los padres somos agentes de la felicidad de los hijos. No es que TODA su felicidad esté en nuestras manos (¡qué responsabilidad!) pero sí que mira, si nos lo curramos y estamos a su lado tenemos mucho del camino hecho. Y oye, pues a mí me tranquiliza porque yo trato de ser una madre muy presente y me alegra que esto sea un factor fundamental para conseguir lo que quiero para mis hijas, que es que sean felices.
Entre todas las cosas que apuntan que podemos hacer para contribuir a su felicidad la que se percibe como más importante es la transmisión de valores y yo estoy de acuerdo: es lo que más les agradezco a mis padres.
¡Jugar!
El juego es una de las principales fuentes de felicidad para los niños y es importante que los peques puedan jugar a lo que les dé la gana. Nada de juegos de niños y de niñas. Es importante que desarrollen los valores y capacidades a través del juego ¡nada de autolimitarnos!
Más información:
- Visita el blog de Imaginarium, la Puerta pequeña.
2 respuestas a «¿Son felices los niños españoles? II Estudio Imaginarium sobre Felicidad e Infancia»
[…] aburridos. Estas son las suposiciones que se planteó la juguetera Imaginarium para desarrollar su II Estudio sobre Felicidad en la Infancia. Con una muestra superior a los 4.500 participantes, la investigación concluyó que un 9,6% de los […]
[…] aburridos. Estas son las suposiciones que se planteó la juguetera Imaginarium para desarrollar su II Estudio sobre Felicidad en la Infancia. Con una muestra superior a los 4.500 participantes, la investigación concluyó que un 9,6% de los […]